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justiciaysociedad@eluniversal.com.mx
Los libros de texto gratuitos tienen un abordaje “explícitamente heterosexual”, asegura la directora de Desarrollo Curricular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Elisa Bonilla Rius.
Descartó que haya planes para incluir otra perspectiva [desde la diversidad sexual] en los textos que se entregarán a partir del ciclo escolar 2018-2019, como parte del nuevo modelo educativo.
En entrevista con EL UNIVERSAL, la funcionaria destaca que en los últimos 10 años no ha habido cambios en la forma en la que se imparten los conocimientos en educación sexual y que estos tienen el propósito de prevenir embarazos no deseados en adolescentes, violaciones y violencia sexual en niñas.
Bonilla, quien ha trabajado el tema de la educación sexual desde hace más de 20 años, dice que está extrañada de las posturas que nuevamente están tomando grupos conservadores, principalmente a través de redes sociales, para criticar y alertar sobre supuestos contenidos sexuales explícitos en los libros de texto para este ciclo escolar, información que califica de “falsa”.
Los contenidos relacionados con la diversidad sexual tampoco han sido planteados y hasta el momento no se incluye esta perspectiva.
“No está planteado y no voy a abrir esa puerta por el momento”, afirma la funcionaria, quien insiste en que el tema de educación sexual tampoco tendrá modificaciones importantes en los nuevos textos. La política de educación sexual de la SEP es moderada.
Algunos organismos conservadores están reclamándole a la SEP que vaya a promover la diversidad sexual en los libros de texto. ¿Es así?
—Aquí tiene usted los libros, dígame dónde estamos promoviendo. No estamos haciendo ninguna invitación a que los chicos tengan relaciones sexuales ni se embaracen. Los niños tienen el derecho a la información y a la educación, a tener todos los recursos educativos que los lleven a una vida saludable y plena. La Secretaría no puede suponer que van a aprender en sus casas o en otra instancia, la escuela tiene un mandato constitucional para educar.
¿Se va a abordar el tema de la diversidad sexual en los libros de texto a partir de la iniciativa para legislar sobre los matrimonios igualitarios del presidente [Enrique Peña Nieto]?
—Se están confundiendo dos cosas. Hay una iniciativa que pasó al Congreso, que no ha sido discutida; mientras no pase, no tiene por qué tener implicaciones hacia otros ámbitos. La Secretaría tiene una política de educación sexual que viene promoviendo desde los años 90 y no tiene intención de hacer ningún cambio en esa materia y esa forma de abordar los contenidos.
¿La diversidad sexual se aborda en los libros de texto?
—No. Los libros de texto tienen un abordaje explícitamente heterosexual. Por el momento no se piensa incluir esta otra perspectiva. Veremos cuando desarrollemos los planes y programas. En este momento no está planteado y no voy a abrir esa puerta por el momento.
¿Cuál es el actual modelo de educación sexual?
—No ha cambiado ni ha habido variaciones importantes desde los años 90. Todas estas preocupaciones de un conjunto de grupos no sé bien a qué obedecen, pero ciertamente la SEP no ha hecho ninguna transformación profunda ni mucho menos. Los libros que circulan y están vigentes se publicaron en 2010. No hay ningún motivo real para que las organizaciones religiosas se sorprendan.
¿Cuáles son los principios de la política de educación sexual? ¿Qué se enseña y desde cuándo?
—La educación básica incluye el derecho de niños y adolescentes a recibir educación sexual de calidad, a informarse, vivir sanos y tener relaciones saludables. La SEP tiene una política de educación sexual moderada que empieza de manera explícita en cuarto grado en los libros de Ciencias Naturales, ni siquiera es un capítulo, son unas cuantas páginas. En quinto grado se habla de ciertas situaciones de riesgo en la adolescencia, funcionamiento de los aparatos sexuales y el sistema glandular. En primaria se les habla de cómo funciona su cuerpo y de ciertas situaciones de riesgo, los cambios que empiezan a experimentar en la adolescencia.
Cuando dice que se habla de manera preventiva, ¿a qué se refiere?
—En la secundaria se discuten las implicaciones de las relaciones sexuales en la adolescencia. De ninguna manera se les invita a tener relaciones sexuales, ni se dice que es un tema para los niños, pero eso no quiere decir que no puedan pedir información sobre el asunto. Se parte del hecho de que puede ocurrir y que por ello es importante que los niños analicen las posibles consecuencias que puede tener el mantener relaciones sexuales. Se discute que nadie te puede obligar, se habla de las enfermedades de transmisión sexual, del sida, de las consecuencias graves que tiene para una chica embarazarse a edad temprana, entre los 10 y 19 años, que es un riesgo para el bebé y para ella.
¿Estos contenidos ayudan a prevenir el embarazo adolescente?
—México es el primer país de la OCDE con mayor número de embarazos en niñas y adolescentes; estamos viendo embarazos en niñas de nueve años. Desde los años 90 se habla de la importancia de que las adolescentes no se embaracen, de que pospongan las relaciones sexuales hasta la edad adulta, del impacto que tiene en la posibilidad de seguir estudiando y en su cuerpo. En los libros de sexto de primaria se habla de cómo evitar la concepción a través de métodos anticonceptivos para varones y mujeres, como información, no como invitación a su uso. La invitación es a cuidarse y sobre todo a posponer las relaciones. En los libros de secundaria [que no produce la SEP] la información no es mucho más profunda. Se les pide que analicen por qué es importante que los adolescentes ejerzan su derecho a contar con información para el cuidado de su salud sexual. El derecho a estar informado, que no es lo mismo a ejercer la sexualidad: es un asunto en el que la Secretaría no se mete. Muchos casos de adolescentes embarazadas son por violencia y acoso familiar; tendríamos que preguntarnos sobre la relación de la escuela y la familia para la educación en esa materia.
¿Cómo se aborda la discusión en el salón de clases?
—Los contextos son distintos y los profesores deben tener la posibilidad de analizar, individualmente o en la clase, las circunstancias en que se están desarrollando los chicos; el carácter preventivo tiene que ver con darles toda la información para que estén lo más cuidados posibles, que eviten la violencia y que alguien los obligue a tomar decisiones que no quieren o simplemente que las tomen porque se ven acosados. Esa es una circunstancia que para muchos maestros es compleja, pero es deseable que la SEP y la escuela atiendan.
¿Por qué estos conocimientos desde sexto de primaria?
—Es la edad en la que se empieza en todos los países, a los 11 años, cuando a las chicas les llega su primer periodo, es el momento de la pubertad, y desde los años 90 se ha venido abordando de esta manera.
¿Cómo se va a abordar en el nuevo modelo educativo?
—No hay una propuesta de cambio drástico, en esta etapa es una visión muy general de lo que serán los programas de estudio. No hemos llegado más lejos que una descripción básica, no se contemplan cambios drásticos ni de ningún signo. En los cambios sobre las relaciones socioemocionales habrá espacio para todas las relaciones, pueden estar las relaciones de pareja, pero no como una cosa exclusiva, sino dentro de lo general.
¿Se hace promoción para el sexo en la infancia o la adolescencia?
—No hay ninguna promoción, de ninguna manera. No es tarea de la Secretaría de Educación Pública ni muchísimo menos. Estamos conscientes de la etapa en que viven los adolescentes y de que son decisiones que pueden tomar. En México, más de 50% empieza su vida sexual en la etapa del bachillerato, no en la educación básica, lo cual no quiere decir que los chicos no deban llegar al bachillerato con información sobre su cuerpo y sobre un conjunto de cosas asociadas a la sexualidad, tanto que reconozcan el tipo de emociones y transformaciones que están viviendo, como que tengan recursos socioemocionales para tener relaciones personales saludables y sanas. No hay una transformación en esta administración y llama mucho la atención que haya estos grupos [conservadores] que tengan aseveraciones completamente falsas.