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natalia.gomez@eluniversal.com.mx
Se encuentra en su fase final de aprobación el texto del acuerdo para indemnizar a las víctimas del ataque perpetrado por las fuerzas armadas de Egipto contra un grupo de 14 turistas mexicanos el 13 de septiembre de 2015. En este hecho fallecieron ocho personas y seis resultaron heridas.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) aseguró que continuará realizando gestiones para que la compensación sólo sea un elemento más de la reparación integral del daño que se complemente con la construcción del memorial y la responsabilidad penal.
Adicionalmente, las víctimas esperan contar con el apoyo y respaldo de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) para seguir con su rehabilitación en México y su reinserción laboral.
Avanza proceso. En mayo pasado, las autoridades de Egipto acordaron el pago de 140 mil dólares de indemnización a cada familia de los ocho turistas mexicanos que murieron. El gobierno de El Cairo ha trabajado en los detalles del acuerdo y se prevé que el monto pudiera aumentar 10 mil dólares más y ser anunciada su firma antes de que concluya septiembre.
El trabajo diplomático ayudó a que la Cámara de Empresas y Agencias de Viaje y Turismo, a instancias del Ministerio de Turismo del Gobierno de Egipto, ofrecieran una compensación a las víctimas.
Tres de las víctimas aceptaron un ofrecimiento previo y sin el acompañamiento de la SRE. Se espera que el resto tome una decisión al respecto en estos días. Esa compensación no resuelve todas las demandas planteadas por el gobierno mexicano ni satisface el derecho de las víctimas a que se sancione a los responsables; sin embargo, constituye un primer paso para obtener una reparación integral del daño.
Entre otras medidas se impulsa la construcción de un memorial en el lugar del ataque en honor a las víctimas. El gobierno egipcio ha manifestado su disposición inicial y la negociación respectiva iniciará tan pronto como culmine el pago de las compensaciones.
El 30 de mayo se trasladó a Egipto un enviado especial designado por la Secretaría de Relaciones Exteriores, quien, en compañía del embajador de México en Egipto, se reunió con el ministro de Turismo, el fiscal general adjunto y el asistente del ministro de Asuntos Exteriores para Asuntos Legales y Convenios Internacionales de Egipto.
De acuerdo con la Cancillería, en el transcurso de dichas reuniones se solicitó información relativa al estado que guardan las investigaciones sobre el incidente; se reiteró la solicitud de una compensación justa, acorde con estándares internacionales.
Se reconoció que se ha generado la impresión de que toda la responsabilidad recae en la agencia de viajes sin determinar la presunta responsabilidad penal de los miembros de las fuerzas armadas que participaron en el ataque.
El 27 de junio se llevó a cabo una reunión con las víctimas y sus abogados para informarles que la parte egipcia, por conducto del Ministerio de Turismo, resultado de las gestiones realizadas por el gobierno de México, había confirmado un ofrecimiento de compensación y se les explicaron los alcances del acuerdo que podrían firmar para recibir esa compensación.
La SRE se ha comprometido, con las víctimas a continuar respaldándolas en el proceso, y, de ser necesario, llegar a las instancias internacionales que pudieran resultar viables.
Las cicatrices. Nada podrá ser como hace un año, cuando llegaron a El Cairo justo un 11 de septiembre. El grupo de 14 mexicanos fue bombardeado dos días después de su arribo, “por error”, al ser confundidos como terroristas por parte de policías y militares de Egipto en el desierto occidental.
De esa agresión resultaron ocho connacionales muertos y seis heridos.
“No van a estar bien, pero sí mejor”, asegura Gabriela Bejarano, hermana de José Rafael —quien falleció hace un año en ese incidente— e hija de Marisela Rangel, quien también estaba ese 13 de septiembre de 2015 durante el ataque, al que sobrevivió.
El incidente fue dado a conocer por el Ministerio del Interior egipcio. Se explicó que un comando de fuerzas antiterroristas desarrollaba una operación de seguridad en aquella “zona prohibida” y se topó con un grupo de cuatro vehículos que transportaban a turistas mexicanos, contra los que abrió fuego “por error”.
En una primera versión se dijo que los vehículos que transitaban ahí “al parecer no tenían los permisos para entrar en esa zona”. Los mexicanos sobrevivientes, entre ellos Marisela Rangel, fueron trasladados a un hospital de El Cairo.
A Marisela Rangel, mamá de Gabriela Bejarano, le ocurrió una triple tragedia: perdió a su hijo, a sus amigos y fue herida. Le operaron la espalda.
“Emocionalmente ha ido avanzando, ha tenido apoyo por parte del gobierno federal, el sicológico, sigue yendo a terapias, ha estado mejor.
“Son cuestiones complicadas de poder sanar y superar, físicamente y emocionalmente ninguno va a quedar bien, porque no van a estar igual que cuando llegaron a Egipto, pero sí va a haber mejorías en ellos”, comentó Gabriela en entrevista telefónica.
“Ellos no van a quedar bien, es algo que la gente no entiende. Mi mamá perdió por ejemplo un gran porcentaje de audición, eso no lo va a volver a recuperar. Sí son secuelas, pero además del acontecimiento vivido, ninguno va a quedar bien, no van a estar bien, aunque sí van a estar mejor”, comentó.