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Ex diputados federales priístas de la 61 Legislatura advirtieron a la nueva dirigencia del tricolor sobre la debilidad institucional que se vive en el organismo político.
Al menos 60 ex legisladores se reunieron con el presidente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, para externarle su visión sobre la debacle que atraviesa el partido.
Entregaron un documento en el que expusieron las debilidades que observaron, tales como no permitir que se deliberen decisiones internas y el distanciamiento del partido con el gobierno, entre otras.
El documento firmado por el ex secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet; el ex director de Pemex y CFE, Francisco Rojas, y los ex legisladores federales Carlos Flores Rico y César Augusto Santiago, entre otros, señala que uno de los principales problemas que enfrentó el partido durante las elecciones del 5 de junio pasado es que contaron con asesores que, incluso, apoyaron a candidatos de oposición.
“Las campañas mostraron un desarrollo conflictivo en la mayoría de los espacios en donde competimos, por la debilidad institucional y carencia de temas; campañas llenas de ocurrencias. Se llegó al extremo de tener estrategas que al mismo tiempo asesoraban a candidatos del PRI en algunos estados y en otros a partidos opositores”, expresaron.
Durante el encuentro que se prolongó por espacio de cuatro horas, los ex legisladores mencionaron a Ochoa Reza que el PRI confundió la estrategia con el viejo esquema del candidato “sabelotodo”.
Las decisiones cupulares, aseveraron, han llevado a postular candidatos impopulares y ello por la presión de personajes sobresalientes en el partido, y “cuando el candidato pierde estrepitosamente resulta que todos somos responsables y nadie tiene la menor responsabilidad de los desaciertos”, puntualizaron.
Los ex legisladores refirieron que otro caso que agravia al partido, y que se da de manera frecuente, es que servidores públicos de elección popular que egresan del PRI nunca responden al partido por el éxito o fracaso de su desempeño.
“Hay una autocomplacencia inexplicable con los excesos de cualquier personaje local, por el simple hecho de haber sido postulados por el PRI”, aseveraron.
Institución autónoma. Los ex legisladores federales propusieron reconstituir la Comisión de Justicia Partidaria para que a través de ésta se exija responsabilidad política a quienes toman decisiones políticas o administrativas complicadas y que terminan en fracasos evidentes.
“Es el momento de que dicha comisión se constituya como una verdadera institución autónoma que ordene y haga valer el Código de Ética Partidista que también fue diseñado, propuesto y aprobado en la XVII Asamblea”, pidieron.
“Aquel organismo pretendidamente autónomo, dejó de serlo con el paso del tiempo para convertirse en un apéndice menor igual que la Comisión de Procesos Internos, que tienen tan sólo una presencia testimonial sin que, prácticamente, decidan nada”, acusaron los priístas.
Señalaron que en el gobierno federal se privilegian los puestos para militantes de otros partidos, predominantemente del PAN.
Pidieron entrar en una nueva etapa del partido en donde se aproveche lo que se logró con éxito resolver en los conflictos que agobian al PRI.
Ochoa Reza no hizo referencia en su cuenta de Twitter a las críticas de los priístas. “Los Diputados de la LXI Legislatura mostraron voluntad de sumarse a las actividades del PRI [...] se comprometieron en trabajar juntos por el bien de #México”.
Señaló que el tricolor “es un partido de puertas abiertas a toda su militancia. Los necesitamos a todos”.
Los priístas le expusieron a su presidente partidista que es necesario perfeccionar reglas que eviten mentiras a la hora de escoger candidatos.
