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El dispositivo de seguridad que aplicaron los gobiernos federal y de la Ciudad de México frustró la marcha que alrededor de mil integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) tenían planeada realizar al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), aunque no se impidió el caos vial que se generó en las zonas Centro y Oriente de la capital.

En dos ocasiones los manifestantes fueron replegados y obligados a regresar al campamento que instalaron en la plaza de La Ciudadela, en las inmediaciones de la Secretaría de Gobernación (Segob), ante la presencia de 4 mil 200 policías capitalinos y 2 mil elementos de la Policía Federal.

Alrededor de las 10:30 horas, más de 200 profesores, en su mayoría procedentes del Estado de México, iniciaron una marcha sobre la avenida Ignacio Zaragoza, a la altura del Caballito, para dirigirse al AICM.

“¡Se ve, se siente, la CNTE está presente!”, gritaban los manifestantes mientras avanzaban por la vía rápida de la calzada Ignacio Zaragoza, pero su movilización sólo avanzó 500 metros, pues cientos de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México los cercaron impidiéndoles avanzar. Fueron “encapsulados” a unos metros de avenida Economía.

Los manifestantes permanecieron en la vialidad por más de 60 minutos, exigiendo a las autoridades que los dejaran pasar. Automovilistas y pasajeros del transporte público comenzaron a reprochar a los docentes el caos vial que originaron.

Algunos de los maestros llegaron una hora tarde a la cita acordada, por lo que al arribar a la zona de manifestación no pudieron ingresar, puesto que los policías no dejaban salir ni entrar del cerco.

“Queremos estar adentro, aunque sea para que nos vea el líder”, peleaban algunas maestras con los oficiales, puesto que tenían que checar lista de asistencia para no ser sancionadas, pero sus exigencias fueron en vano porque los policías no las dejaron pasar.

Al piso fueron a dar las lonas del Magisterio Democrático del Valle de México y de la Sección 36 de la CNTE, puesto que tras la espera para poder avanzar los maestros decidieron hacer del arrollo vial su lugar para descasar mientras decidían el camino.

Alrededor de las 12:30 horas, después de dialogar con las autoridades, los maestros reanudaron su paso después del mediodía, pero esta vez bajo las condiciones de los policías, quienes los obligaron a dirigirse al Metro Gómez Farías y a trasladarse en ese transporte hasta la estación Balderas.

“Nos iremos hacia el aeropuerto”, decían los maestros mientras caminaban al Metro, pero no pudieron separarse de los uniformados, quienes nunca dejaron de escoltarlos.

Los policías capitalinos permitieron el acceso a los andenes, donde los esperaba un tren del Metro que no realizó paradas hasta llegar a Balderas. Al salir, los profesores se reunieron con el contingente que se manifestaba en las inmediaciones de la Segob.

La otra protesta. Desde poco antes de las 10:00 horas y en operación hormiga, los profesores que estaban en el plantón comenzaron a migrar de la plaza de La Ciudadela hacia la escultura de El Caballito, en la esquina de Reforma y Bucareli, donde los integrantes de la CNTE acordaron que esperarían la llegada de sus compañeros de Michoacán y del Estado de México, que venían en un contingente que partió del Caballito en la calzada Zaragoza.

Los profesores comenzaron a llegar, pero unos minutos después también lo hicieron varios camiones de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina cargados de granaderos.

En esta ocasión los granaderos se formaron en dos cinturones que “encapsularon” al contingente.

El ambiente entre los maestros era el de siempre: había quienes descansaban en el piso, quienes gritaban discursos incendiarios y otros que se entretenían entre las chucherías que ofrecían los mismos vendedores ambulantes de siempre que hacen su agosto con los profesores y las movilizaciones. Se percibía también tensión.

Los profesores tenían la intención de reunir los contingentes en Reforma y avanzar a la Secretaría de Gobernación para exigir la instalación de su mesa de diálogo; de no ser atendidos por el gobierno federal, avanzarían hacia el AICM. El plan falló.

La intentona. Los dos contingentes finalmente se reunieron en la plaza de La Ciudadela. Alrededor de las 14:00 horas anunciaron que ante la negativa del gobierno al diálogo buscarían llegar al AICM en una nueva marcha.

Los maestros planearon caminar por la calle Ayuntamiento hasta avenida Balderas, donde continuarían con su paso hasta llegar a Chapultepec y tomar Fray Servando hasta llegar al aeropuerto. Cuando comenzaron a marchar, a las 14:30 horas, el grupo fue contenido una vez más por policías de la Ciuad de México, en el cruce de Ayuntamiento y Balderas.

Por algunos minutos los manifestantes trataron de continuar con su paso, lo que generó empujones y gritos, pero el cerco de policías no cedió y hasta colocaron los camiones en los que se transportan como un muro para impedir el paso del contingente.

Por segunda ocasión, los profesores vieron frustrado su intento de llegar al AICM, por lo que tuvieron que conformarse con gritar algunas consignas en contra del gobierno por más de una hora en la que permanecieron encapsulados por los granaderos.

Los más de mil manifestantes, según datos del gobierno capitalino, anunciaron finalmente que se replegaban a La Ciudadela, donde hoy definirán cuáles son las acciones que realizarán en la Ciudad de México.

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