Más Información
Felipe Calderón y Margarita Zavala festejan Navidad con sus hijos; “les mandamos nuestros mejores deseos”, expresan
Adriana Malvido invita a unirse al nuevo movimiento ambiental ABC/MX; convoca a la juventud para enfrentar la crisis climática
José Ramón López Beltrán y su familia agradecen apoyo con foto navideña; “nos sentimos muy afortunados”, dicen
Claudia Sheinbaum y Jesús Tarriba envían mensaje a mexicanos; “gracias por lo que hacen por sus familias y por México”
Decomisan arsenal, granadas y equipo táctico en Pantelhó, Chiapas; catean rancho tras enfrentamiento
ricardo.gomez@eluniversal.com.mx
Un partido político que permita a los candidatos independientes en 2018 contender por diversos cargos de elección popular, incluida la Presidencia de la República, plantea el alcalde de Guadalajara, Enrique Alfaro.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el aspirante a la gubernatura de Jalisco —“pero sin obsesiones”— perfila al partido Movimiento Ciudadano (MC) para impulsar candidaturas puramente ciudadanas, puesto que de forma solitaria, advierte, podrían ir al “fracaso” y le darán la victoria al PRI.
“Creo en la idea de que presentar una figura que responda a la lógica de una candidatura independiente a la Presidencia pudiera ser un proyecto exitoso en 2018. Pero también creo que hacerlo de manera desarticulada de un proyecto nacional sería condenar ese plan al fracaso”, señala.
De acuerdo con Alfaro, se necesita de una estructura para ganar, “si no va a ser muy interesante su experiencia, pero no van a ganar”, ni harán nada.
Ve necesario desde ahora conformar un proyecto de nación —y luego definir al candidato—, para ello pide convocar al diálogo con otros independientes, como Jorge Castañeda y Pedro Ferriz, y al presidente de Morena, Andrés Manuel López Obrador.
No hablar con este último, dice, sería error, y tras llamarlo al diálogo, explica que en la lucha por la Presidencia no debe haber “egos ni soberbia, de nadie”.
Lamenta la postura de Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, gobernador de Nuevo León, de ir solo; sin embargo, también le invita al diálogo. Le recuerda que es pieza importante y solo nadie puede, le revira, pues sería una aventura o prestarse a intereses del PRI.
Sobre las reuniones que sostuvo con el jefe de Gobierno de la CDMX, Miguel Ángel Mancera, indicó que podría ser un bloque para acción política de independientes, pero faltan otros aspirantes. En tanto, es una mesa de reflexión que espera nuevos encuentros.
El 4 de mayo en la CDMX se reunió con Miguel Ángel Mancera y El Bronco, gobernador de Nuevo León, ¿qué definieron?
—Primero, que tenemos una relación de amistad que nos ha permitido abordar distintos temas de la agenda pública, de los encargos que tenemos en términos de gobierno y, también, de agenda política en distintas oportunidades de manera aislada.
Se pusieron en la mesa algunas cuestiones relacionadas con la manera en la que cómo veíamos, en cómo se avecinaba en el terreno político, sobre cómo había en la mesa distintas nociones de lo que podría ser la construcción de un proyecto independiente o, ruta independiente, rumbo a la Presidencia de la República. Más que hablar de la formación de un frente, hay que establecer reglas respecto a cómo llevar las reuniones.
Fue un plática de amigos, donde más que conclusiones nos quedamos con algunas tareas específicas para seguir reflexionando cosas que espero que se pueden dar en los próximos días.
No creo que sea un asunto menor, creo que podemos aportar cosas, pero también me queda claro que nos falta mucho por hacer para ir perfilando una visión, una idea de qué es lo que significa este proyecto independiente para 2018.
Analistas empezaron a jugar con la idea de que era una especie de bloque para formalizar una candidatura independiente...
—Podría serlo, podría ser un espacio no sólo de reflexión sino de acción política, pero para ello nos falta cubrir algunas etapas, faltarían algunos personajes importantes y sobre todo lo que sí podría ser es una mesa en la cual se externaran de manera clara las ideas que están detrás de cada uno de nosotros en términos de lo que representamos, porque somos realidades políticas muy distintas.
Nosotros venimos de un proceso muy diferente, en el sentido de que nuestra propuesta no inició en la elección de 2015, sino comenzó en 2012, con la construcción de un proyecto que, desde mi punto de vista, es independiente; es decir, en aquel momento no había candidaturas independientes, no existía esa posibilidad, pero lo que hicimos fue utilizar una marca que no existía en el estado para quedarnos a punto de ganar el gobierno del estado, a obtener alrededor de un millón 200 mil votos.
Esas tres realidades tan diferentes nos permiten ver las cosas desde ángulos distintos y de esa manera enriquecer un debate serio. Lo que yo veo es la posibilidad de instalar una mesa formal que acelere los trabajos de análisis y de definición conceptual y programática de lo que tendría que ser un proyecto independiente, para la Presidencia de la República, y probablemente esa mesa podría transitar al terreno de la acción política propiamente, pero por lo pronto es una mesa de reflexión. Quedamos de volvernos a ver, sí fue un acuerdo.
Sin vergüenza a la política
Con MC llegó a la alcaldía, pero a la vez se le ve en esta ruta de los independientes. ¿Cómo entender el rol de Alfaro? ¿Como un político apartidista o como un independiente arropado por un partido?
—Me definiría como un ciudadano que no tiene ninguna vergüenza en decir que es un político, a esto me dedico y es mi profesión, y hay que quitarle al concepto de político ese aire de corrupción, de negatividad, que lo cubre. Soy ciudadano, pero soy político, es mi profesión y no creo en los partidos.
Yo no creo que los partidos políticos representen a la enorme mayoría de los mexicanos. Me tocó vivir una circunstancia especial, en términos de mi carrera, y simple y sencillamente diría yo: soy presidente municipal de Guadalajara con un vehículo partidista para competir, que nos permitió muchas cosas, no sólo ganar Guadalajara, sino toda el área metropolitana. Nos permitió convertirnos en la primera fuerza política de Jalisco, convertirnos en la primera fuerza política del Congreso del estado, es decir, el vehículo partidista nos sirvió para darle consistencia al proyecto en términos de gobernabilidad, que es algo que no existe en Nuevo León, en ese estado es El Bronco, acá no, acá [Jalisco] es Alfaro, pero es mucho más que eso, yo no milito en MC y no voy a militar jamás.
Movimiento Ciudadano fue un vehículo para competir y para darle consistencia a nuestro proyecto político. Sacamos un millón 200 mil votos, precisamente porque logramos entender la coyuntura, MC no tenía ni registro político local, mucho menos una estructura, y tampoco contaba con presupuesto. En ese sentido, yo creo que hemos vivido una experiencia en la cual aprendimos lecciones importantes de cómo se puede construir una alternativa independiente y sobre todo ciudadana.
No sé si el término independiente sea el más adecuado, porque vuelvo a la misma pregunta: ¿independiente, respecto a qué? Conozco a personas que no militan en partidos políticos y que son absolutamente dependientes de los poderes económicos, por ejemplo, entonces yo diría esta lógica de la ciudadanización de la política me parece que la vivimos con mucha intensidad en Jalisco en 2012 y en 2015 pudimos refrendarla con un triunfo muy importante en términos electorales.
Esta ecuación de no creer en los partidos, pero usar uno para llegar a gobernar, ¿no es minimamente una contradicción o un exceso de pragmatismo?
—Sí, más bien lo llevaría a la segunda cancha, es pragmatismo absoluto, es jugar con las reglas del sistema para poder ganar, porque si no juegas con las reglas del sistema la ruta es muy compleja y me parece que en este momento se está jugando mucho como para pecar de ingenuos.
Hay quien piensa que por pararse en una esquina y ponerte un letrero que diga “independiente” en el pecho, la gente se va a volcar a votar por ti y para nosotros eso es un error. Si hubieran existido las candidaturas independientes en el proceso de 2012, seguramente yo hubiera sido un aspirante independiente.
Entonces, construir un proyecto político que le quite peso a los temas ideológicos y lo centres en la idea o la noción de buenos gobiernos a secas, me parece que eso es lo que nos ha dado también consistencia.
Una plataforma para todos
¿Usar al partido para un proyecto, lo sabe Dante Delgado (líder de MC)? En su momento lo habló con él, me imagino...
—Por supuesto, y es un tema que lo hemos puesto en la mesa, en la discusión nacional también.
¿Y él lo aceptó?
—Sí, claro. Dante es una gente extraordinariamente respetuosa con nosotros y ha entendido que este es un proyecto ciudadano que participa a través de esta institución, de Movimiento Ciudadano, para competir en las elecciones y hasta ahí.
Dante jamás ha interferido en alguna decisión de mi gobierno o de otro de los presidentes municipales de Jalisco, jamás se ha metido en la agenda legislativa del Congreso local. Es un dirigente respetuoso, pero entiende que este planteamiento que nosotros estamos haciendo pudiera tener en MC una plataforma interesante para 2018. Es decir, qué pasa si hay candidato independiente para la Presidencia en México registrado como tal, pero al mismo tiempo tiene una plataforma partidista que le permita articular la enorme cantidad de candidaturas a alcaldes, a diputados locales o federales, a senadores para darles sentido y coherencia a un proyecto nacional.
Esa es una idea, no estoy diciendo que sea la fórmula mágica, pero me parece que cerrarse y decir “todo lo que esté cerca de los partidos es como satán” y no podemos ni siquiera voltearlo a ver me parece que son fundamentalismos que no le abonan a la construcción de un proyecto serio y de que podamos ganar en 2018.
¿Su propuesta es usar a un partido para aglutinar a todos los independientes a nivel nacional, y no vayan aislados?
—Pudiera serlo, a uno o varios partidos. Yo sí creo en la idea de que presentar una figura que responda a la lógica de una candidatura independiente a la Presidencia pudiera ser un proyecto exitoso en 2018.
Pero también creo que hacerlo de manera desarticulada de un proyecto nacional sería condenarlo al fracaso. Porque insisto, ahí entra la parte práctica, ¿quiénes van a ser tus candidatos a presidentes municipales? ¿Vas a registrar en el país donde va a haber elecciones a todos como candidatos independientes y los regidores? ¿y los diputados locales? ¿y los diputados federales? ¿y los gobernadores?
No es sencillo, esa ruta es muy compleja y por eso yo creo que acá lo que tenemos que hacer es estar abiertos y poner en la mesa estos elementos para tomar la decisión más adecuada. Invitar a más.
¿Cómo quienes?
—Tenemos que escuchar lo que opinan Jorge Castañeda y Pedro Ferriz. No le veo problema a escucharlos, pero también creo que algo que tenemos que tener en la mente, que tenemos que tener en la mesa es abrir un canal de diálogo con Andrés Manuel, por supuesto. No hacerlo sería un error.
¿Entonces, coincide con los planteamientos de Jorge Castañeda y Pedro Ferriz de armar un bloque?
—En muchos sentidos sí, aunque tenemos diferencia de forma. He platicado con los dos, los respeto mucho, cada quien en su ámbito, lo que yo he tratado de decirles es que más allá de un personaje que pueda representar toda esta idea de lo independiente o de lo ciudadano, necesitas de una estructura para ganar, si no te va a ser muy interesante su experiencia, pero no van a ganar y no van a hacer nada.
Ellos van sin partido...
—Creo que ese tipo de generalizaciones son las que afectan cualquier posibilidad de construir un acuerdo sensato y, sobre todo, racional en una lógica electoral, y en una lógica de gobierno; es decir, coincido con la idea de hacer un frente que pueden plantear Pedro [Ferriz] o Jorge [Castañeda], pero este asunto de caer en los purismos es caer en lo que ellos tanto critican, ¿no es lo que le critican a López Obrador?
Hay veces en las que no nos damos cuenta de que nos convertimos en lo que tanto criticamos, que es lo que creo que tiene que ver, y lo he platicado tanto con Pedro como con Jorge: apertura, insisto, no fundamentalismos, pragmatismos sí, sin sacrificar principios, eso se puede lograr.
Debates independientes, ciudadanos, ¿le agrada? O ¿está bajo el esquema que usted plantea?
—Tenemos que ser mucho más prácticos. Eso sería confrontar, debemos definir de una vez por todas si hay condiciones para integrar un proyecto común, dejar egos de lado, construir una plataforma colectiva que entienda que la política no es homogénea en términos territoriales. Entender que como se hace política en Nuevo León no es en Jalisco y construir un modelo flexible en términos de operación política.
¿Qué opinión le merece que El Bronco dijo que va solo y lo buscan por las firmas?
—No recuerdo cuántos votos sacó El Bronco en Nuevo León, pero no sacó muchos más que yo. Yo creo que sacó menos, no sé. Yo no me pongo el saco, lo busco porque creo que es una pieza importante de esto que hemos tratado de impulsar. Debería ser una pieza importante, lamento que él se exprese en términos de que puede solo, se lo digo una vez, sin ánimo de hacer un ejercicio de prospectiva, como con bola de cristal. Solo nadie puede, ojalá y lo reconsidere.
¿Sería un suicidio?
—Sería una aventura... o sería prestarse a los intereses del PRI.