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politica@eluniversal.com.mx
Después de tres meses y medio de una intensa gira por 34 ciudades del país, en la que presentó su libro Sólo así; por una agenda ciudadana independiente, el ex canciller Jorge Castañeda opina que en la elección pasada quienes realmente crecieron fueron Andrés Manuel López Obrador y Morena, no el PAN.
En entrevista con EL UNIVERSAL, tampoco ve una alianza PAN-PRD y dice que quiere ser candidato único independiente a la Presidencia de la República en 2018, si se arropa a sólo un abanderado y hay un proceso democrático, transparente e incluyente.
El ex secretario de Relaciones Exteriores urgió a quienes buscan la candidatura independiente a la Presidencia de la República a “que tengan huevos” y levanten la mano de una vez.
Rodeado de sus estantes llenos de libros y fotografías de personajes de la vida política, Castañeda Gutman reta al gobernador de Nuevo León —ex priísta que salió de las filas independientes— a que aclare si Jaime Rodríguez El Bronco es parte de una supuesta estrategia del gobierno contra Andrés Manuel López Obrador.
Aunque no se prestaría para una maniobra contra López Obrador, no es opción, “porque es volver a las políticas económicas, sociales e internas de Luis Echeverría y José López Portillo”.
Castañeda afirma que el PRI tiene pocas posibilidades de ganar los comicios presidenciales en 2018, pues el pasado 5 de junio se demostró que es un partido impopular al que tampoco le ayuda “la inmensa impopularidad” del presidente Enrique Peña Nieto.
“[En el PRI] le están buscando chichis a las víboras, entonces encuentran que aquí no les fue tan mal. Quien quiera ver con serenidad los datos no puede más que concluir que fue una goliza, tipo Chile contra México”.
Beltrones, renuncia digna.
Después del 5 de junio, ¿cómo ve el mapa electoral?
—Hay un rechazo enorme al PRI, en parte porque eran los gobernadores salientes, tocaron más priístas de salida que panistas y, por lo tanto, se cargó el rechazo contra el tricolor. Pero también porque son más corruptos. Segundo, porque el PRI como partido es muy impopular y, tercero, por la inmensa inconformidad con el presidente Peña Nieto, que fue un lastre que todos los candidatos tuvieron que cargar.
Se ha subestimado mucho en muchos comentarios el grado en el que el PRI perdió, pero es una debacle, casi del tipo 2000 y 2006.
Muchos suavizan esta debacle...
—Pues sí, porque le están buscando chichis a las víboras.
¿El PAN fue el gran triunfador?
—Sería un error pensar que de repente el PAN se está volviendo de nuevo una alternativa antisistémica, en mi opinión eso no es cierto. La alternativa antisistémica es López Obrador.
El PAN es el gran beneficiario de ese rechazo, pero no me queda claro que es a favor del PAN o en contra del PRI. En muchos estados, en comparación con 2010, el PAN también saca menos votos. Lo que pasó es que el PRI cae más todavía. En cambio, quien sube muchísimo [porque no existía] es Morena.
En muchos casos el PAN saca muchos menos votos que en 2010, es decir: no veo un voto pro PAN, sino antisistémico; la alternativa que había era la que presentaba el PAN. No eran panistas en Quintana Roo ni en Veracruz ni en Durango, la gente votó por ellos porque era lo que había. También votó por Morena porque era lo que había.
Entonces, ¿López Obrador es la oposición real al gobierno?
—No, no es el único que puede, es el único que hoy es visto como una alternativa antisistémica.
¿Cómo ve el panorama en 2018 con la renuncia de Manlio Fabio Beltrones a la presidencia del Revolucionario Institucional?
—Es muy valiente y muy digna, porque alguien tiene que pagar los platos rotos, sobre todo si hay tantos platos y se rompieron tanto; tiene que pagarlos, a él le tocan. ¡Qué va a hacer el PRI sin él para cambiar!
Segundo, no sé qué vaya a hacer Beltrones; puede erigirse en una figura central de 2018, no sé si tanto como candidato, pero sí como el factótum de la elección, según lo que él quiera ser. Pero la pregunta es si junto al Panal, Verde y el PT el PRI puede rebasar el techo de 24% o 25%.
¿Manlio Fabio Beltrones puede ser una oposición dentro del PRI?
—Lo puede ser desde fuera, dentro del PRI sabemos que cualquier crítica o desacuerdo interno conduce inevitablemente a la salida. Te expulsan o te vas, o te marginan o te callas.
Independientes, sin mal resultado
¿Cómo queda parado el movimiento de candidatos independientes después del 5 de junio?
—El resultado no fue malo. Se creó la leyenda urbana de que les iba a ir muy mal, la gente que quiera ver los datos tiene que concluir que sin haber estado a la altura de las expectativas —que sin duda se elevaron en exceso— no fue un mal resultado. Hace un año fue como de 8.2%; este año fue como de 7.6%. Sacaron más que en la Ciudad de México. Ganaron una ciudad enorme que es Juárez. No hubo una victoria emblemática como en Nuevo León.
Después de las elecciones del 5 de junio, ¿usted se lanza como candidato independiente a la Presidencia de la República en 2018?
—No es una decisión que he tomado. Es condición sine qua non que haya un proceso democrático transparente e incluyente, en el que se sienten todos los que alcen la mano para escoger a uno. Ahorita me parece bien que haya muchos, pero de aquí a seis meses tiene que haber un proceso de negociación, de debates para escoger a uno.
Si son más de uno, le vamos a hacer el juego a la partidocracia; es lo que quiere el gobierno. Lo que quiere el gobierno es cilindrear a El Bronco [el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón] —quien no necesita que lo cilindreen mucho, él se cilindrea solo— para que él vaya, pase lo que pase, y luego alentar a dos o tres más. Todo esto es una estrategia para ponerle límites a López Obrador y que haya dos, tres o cuatro candidaturas independientes testimoniales y una un poco más grande de cinco o seis puntos, como El Bronco, pero que obviamente tampoco sea competitiva. A eso no le voy a entrar.
¿Es necesario un proceso para sacar a un solo independiente?
—Si hay un proyecto incluyente yo voy a apoyar a quien gane, si no soy yo trabajaré igual con quien gane, pero que haya un proceso democrático, una agenda común mínima y se tome la decisión de que los perdedores sean incorporados al equipo de campaña del ganador. Si eso sucede, por supuesto que apoyaré a quien gane.
Lo que no voy a hacer es prestarme a una maniobra de este tipo contra López Obrador.
¿Entonces no le entrará a una estrategia contra López Obrador?
—Yo viví de cerca los sexenios de Luis Echeverría y José López Portillo [ex Presidentes de México] a través de mi padre. Lo peor que le podría pasar a este país es volver a las políticas económicas, sociales e internas de Echeverría y López Portillo; eso es López Obrador. No es Hugo Chávez, no es Fidel Castro, es eso: López Portillo y Luis Echeverría. De ahí viene él, ahí hizo sus pininos políticos. Siempre lo dice: ‘A partir de 1982 este país entró en el modelo neoliberal’, o sea que antes de 1982 lo que había es López Portillo y Echeverría.
¿Esa estrategia es impensable?
—No creo que sea conveniente que se pueda urdir una maniobra anti López Obrador en la que participe muchísima gente con ese único propósito. Yo quiero ser candidato único independiente con una agenda positiva, mía, a favor de la lucha contra la corrupción, la defensa de los derechos humanos, la reducción del gasto de los partidos, un ingreso básico universal para todos los mexicanos, un Estado de derecho que garantice la seguridad jurídica para la inversión nacional, privada y extranjera y que la economía crezca. De defensa, insisto, de los derechos humanos.
“Que El Bronco Explique”
¿El Bronco es parte de esa estrategia del gobierno para echar abajo a López Obrador?
—Si es parte de esa estrategia, que lo diga, si lo es que lo diga directamente: ‘Si yo lo estoy haciendo es a cuenta del gobierno’. Que dé sus argumentos, porque todos los argumentos que ha dado de por qué no quiere debatir o que no quiere negociar, son argumentos absurdos. El otro día dijo: ‘Es que me necesitan para las firmas’, y que se necesitan 4 millones de firmas, ni siquiera sabe cuántas se necesitan, pues se requieren 900 mil firmas ciudadanas para la candidatura.
O cuándo comienza a decir las babosadas de las gorditas, en el país con mayor obesidad infantil del mundo, después de Estados Unidos. Hay que ser de una insensibilidad brutal para decir esas cosas. Él cree que lleva toda la delantera, que él ya es. Pero las encuestas ya no lo muestran tan arriba, en algunos sondeos está en 6% y yo en 4%, pues eso está en margen de error.
¿A quién más se ve como un posible independiente?
—A Pedro Ferriz . Me parece importante que cualquiera que alce la mano o que algunos digan que alzan la mano, ahora sí [lo hagan] con huevos.
¿Urge una reunión concreta entre aspirantes independientes?
—Ya se está pasando el tiempo, sobretodo que en algún momento, es tiempo de empezar a hacer planteamientos. Los independientes pueden tener debates, convocados por medios o universidades, pero no quieren.
¿Ha habido acercamientos?
—Que yo sepa, no.
De salir unificados, ¿hay posibilidad de que un independiente gane la elección presidencial de 2018?
—Dependiendo cuál sea el arranque. El que yo visualizo hoy es con López Obrador, con 25%; PRI y PAN, con 20%; Mancera, entre 8% y 10%, y un independiente entre 7% u 8%, al saque. Si eso es así, sí es competitivo.
Pero si hay cuatro independientes y cada uno tiene 1% o 2%, pues no. Si Mancera no va por el PRD y el PRD apoya a AMLO, es igualmente factible. Parte de los votos de Mancera y del PRD se irían con el independiente que podría arrancar con 8% o 9%.
¿En este panorama, usted descarta una alianza PRD-PAN?
—Absolutamente ninguna, es una quimera completa que ignora por completo lo que es el triunfo de un partido como el PAN.
El PAN ganó siete gubernaturas, el PAN va a tener un candidato, yo creo que va a ser Margarita Zavala, pero si no es Zavala da lo mismo. Si el PRD los quiere apoyar, los va a apoyar. Si el PRD se suma a Zavala, cosa que puede suceder, el PRD se va a desfondar —lo que queda del PRD— y se va con López Obrador. Pero es una quimera completa la candidatura del PAN-PRD, no hay absolutamente posibilidad de que eso suceda.
¿El PRD también se fue en una debacle después del 5 de junio?
—Cayó muy por debajo de Morena. Lo que sí podemos saber es que Morena sacó 18% en los 14 estados, incluyendo CDMX y Baja California. El PRD, cuando se hagan bien las cuentas, si sacó 8% es mucho.
¿Cree que en 2018 el voto de los jóvenes sea el decisivo?
—Creo que es posible, no lo afirmo.