Chilapa de Álvarez, Gro.— A pesar de los avances registrados en el combate a la carencia de agua potable, todavía persisten retos en las comunidades rurales e indígenas, en las que al menos un millón y medio de personas sufren de esta problemática, reconoció José Antonio Meade Kuribreña, titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), durante una gira de trabajo que realizó por Guerrero.
Durante su visita a los municipios de Tlalixtaquilla de Maldonado y Chilapa de Álvarez, en la región de La Montaña de esta entidad, dio a conocer que en los últimos 15 años esta carencia se contrajo a nivel nacional de 24.2% a 5.4% de la población.
Meade calificó como inaceptable que en la actualidad 21% de las comunidades indígenas —al menos un millón y medio de personas— no cuenten con un acceso seguro al líquido.
El titular de la Sedesol y el director general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Roberto Ramírez de la Parra, anunciaron el fortalecimiento de la alianza entre las dos dependencias en el marco del Programa Nacional para Captación de Agua de Lluvia en Zonas Rurales (Procaptar), que implica la puesta en marcha de sistemas de captación de agua de lluvia en los nueve estados que registran los mayores índices de marginación.
En la comunidad de Tlalpizaco, el titular de la Sedesol consideró como un hecho inaceptable que un millón de personas carezcan de servicios de agua, por lo que esos sistemas son una buena opción para las zonas apartadas en las que llueve mucho.
“Se calcula que si sólo se aprovechara 5% del agua de lluvia, se podrían solucionar las necesidades de 13 millones de personas”, dijo el secretario de Desarrollo Social.
Asimismo, el funcionario federal expuso que es inaceptable que en las comunidades indígenas uno de cada cinco habitantes siga sin tener agua. “La única forma de hacerlo en aquellos estados, nueve, en donde llueve es con estos sistemas. Es lo que estamos haciendo”, subrayó.