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Este año más de mil mujeres serán candidatas, propietarias o suplentes a algún cargo de gobierno o legislativo en 13 entidades, y lo serán pese a las resistencias de sus dirigencias, compañeros de partido o un sector de la clase política que ha buscado fórmulas para evadir la postulación paritaria de candidatos e incluso ha ejercido la violencia para cerrarles el paso.
Aunque aún existe la tendencia de las fuerzas políticas a postular más candidatas mujeres donde el triunfo no es seguro, también hay líderes o militantes que se han hecho responsables de hacer de la paridad una práctica cotidiana, operan en sus partidos, y a veces en contra de ellos, para alcanzarla.
En las elecciones de 2016 los partidos tendrán que aplicar, por ley, la paridad en todos los niveles de elección y se aprestan para cumplir porque, además, les ha permitido diversificar su oferta y aumentar su competitividad: en 2015, en elecciones federales, aunque a las mujeres aún se les destinaron más posiciones perdedoras que ganadoras, buena parte de ellas triunfó, pese a todo.
Puesto que la ley prevé que los partidos harán públicos los criterios para la aplicación de la paridad en sus postulaciones, se espera que en breve los presenten ante los organismos electorales locales.
El Instituto Nacional Electoral (INE), en tanto, prevé emitir lineamientos en la materia aplicables a las entidades con elección, pero aún se analizan los alcances.
Lo que viene
En 2015 fue la primera vez en que aplicó el principio de paridad de género en elecciones, por lo que los partidos registraron igual número de candidaturas de mujeres y hombres, pero al resolver diversos juicios ciudadanos, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) amplió este concepto.
La nueva dimensión obliga a la paridad vertical, es decir a la postulación de hombres y mujeres de forma alternada (hombre—mujer—hombre) para integrar cada ayuntamiento: presidente municipal y cabildo (órgano colegiado formado por regidurías y sindicaturas).
Deberán cumplir la paridad horizontal, es decir, el registro de 50—50 en el total de los cargos a elegir en un estado.
De los estados con elección el 5 de junio próximo, en Baja California, Veracruz y Sinaloa se estableció en sus leyes la paridad horizontal; en Chihuahua se incluyeron las sindicaturas y en Oaxaca se incorporó el concepto. Por eso, asegura la investigadora y especialista en temas de género, María Teresa Hevia, en todos los estados, con o sin nueva legislación local, es obligatorio atender estos criterios del TEPJF y se verá cómo los partidos responden voluntariamente a esto, pero también se verá qué partidos y estados impugnan.
“El tema es que las mujeres a las que postulen cuenten con una trayectoria dentro del partido, capital político, en contraposición con que se elija a mujeres que son cercanas a las dirigencias o que no tienen la trayectoria”. Podría darse el caso de que se postulen familiares, y hay muchas que tienen trabajo partidista, “aquí el tema es que los partidos no privilegien a mujeres que son controlables” por carecer de base social o trayectoria, establece.
Tema pendiente por revisar será también en qué posiciones se les registra, pues en las pasadas elecciones federales de 2015 se detectó que, veladamente, los partidos aún reservan más posiciones ganadoras para varones.
Pero en general “todos los partidos en algún momento han sido omisos” y la muestra es, por ejemplo, la pasada elección en Chiapas, en donde 11 de 12 partidos incumplieron con el argumento de “falta de mujeres” que registrar, lo que llevó al TEPJF a revocar, a 11 días de la elección local, las listas de todos los candidatos a diputados, alcaldes y regidores.
Por ejemplo, el PRI registró 102 aspirantes a alcaldes varones contra 14 mujeres; el PVEM, 106 contra 14; el PRD, 73 contra 26; el PT, 63 mujeres contra sólo cinco. Al final los partidos, sobretodo el PVEM, optaron por registrar a hijas, hermanas y esposas.
Los peores distritos para mujeres
A instancias del INE, el investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Javier Aparicio, realizó un diagnóstico sobre cómo han actuado los partidos en torno a las cuotas de género en las elecciones federales de 2009, 2012 y 2015.
Además de la segmentación que hizo el INE de la fuerza electoral de cada partido de los 300 distritos según votación (alta, media y baja) para verificar equilibrio de género, el investigador clasificó tres tipos de distritos: “bastión”, donde el partido ganó en el proceso anterior al menos con 5% de ventaja; “reñido” el distrito donde ha ganado o perdido por más o menos de 5% de distancia y el “perdedor”, donde fue derrotado por más de 5%.
En esta tipología fue evidente que en esas tres elecciones en los bastiones de los tres partidos hay una mayoría de candidatos hombres y, en contraste, en los distritos perdedores hay más mujeres que hombres.
“En 2015 existió un sesgo de género en el posicionamiento de las candidaturas de mayoría relativa del PAN y PRD… el partido que presentó un sesgo de género de mayor magnitud fue el PAN, seguido por el PRD, mientras que el del PRI no resultó estadísticamente significativo”.
Aunque el estudio es amplio, bastan tres botones: en 2009 Acción Nacional postuló a 78 mujeres en distritos perdedores, 84 en 2012 y 117 en 2015. En bastiones la cifra se redujo, en esos mismos años, de 19 en 2009 a 22 en 2012, y 10 en 2015.
El PRI hace seis años registró mujeres en 27 distritos perdedores, en la siguiente elección 61, y 49 en 2015. En sus bastiones fue a la inversa: 18, 25 y 55 abanderadas en 2015.
El PRD anotó 71 candidatas en distritos derrotados previamente; 89 en 2012 y 106 el año pasado. En los ganadores anotó nueve en 2009, 21 hace tres años y 26 el año pasado.
Las cifras revelan que siguen privilegiándose los mejores espacios para varones. En el caso de los demás partidos la situación es peor, pero como han competido coaligados han postulado escasos candidatos propios o no hay datos históricos, dada su reciente creación, como Morena y Encuentro Social (PES).
Tienen ventaja competitiva
Datos del INE estiman que, en 2015, en 43 distritos perdedores donde las mujeres contendieron superaron esa adversidad y consiguieron ganar el distrito para sus partidos.
Por esta ventaja competitiva de las mujeres y por la obligación paritaria por ley, los partidos han puesto más interés que nunca en cumplir con el registro igualitario de mujeres.
En el caso del PRI, aunque existen dos métodos para la selección de candidatos, la convención de delegados y la designación por un Consejo de Postulaciones, en algunos casos los mismos precandidatos al gobierno estatal asumieron la tarea de operar para que ese partido cumpla los criterios de paridad en todos los cargos a elegir en sus entidades.
El senador y precandidato único de ese partido al gobierno de Zacatecas, Alejandro Tello Cristerna, admite que esa tarea ha sido difícil, “porque aún hay resistencias de quienes dicen ‘es que no lo va a ganar una mujer, no hay mujeres’, pero sí las hay, capaces, a veces más que el varón”.
Para sorpresa de muchos, dice, hubo solicitud de registro de candidaturas de más mujeres que hombres en algunos cargos, lo que demuestra interés. Sí persiste el machismo en el país, no en un partido o estado, pero “se va a vencer pronto”, señala.
Para cumplir con la paridad, el PRI acordó “analizar las condiciones propicias para que vayan los mejor posicionados y mejor vistos, los demás no queden al margen y se ubiquen en los cabildos, en las sindicaturas, en los espacios de la administración buscando equilibrio.
En el PRD, la activista Beatriz Cosío Nava, quien ha litigado y vencido a su partido en juicio ante el TEPJF en reclamo de equidad en sus órganos dirigentes, explicó que la paridad es un tramo difícil, pues aunque su partido es precursor de las cuotas de género, hay resistencias.
El paso ahora es “ir por igual cantidad de recursos y apoyos para las candidatas mujeres y que pongamos figuras con presencia y no a las esposas de los que creen que salieron afectados, amenazan con irse y para contentarlos les dan el cargo a la esposa, la hija, la mamá”, indica.
Por el PAN, la senadora Marcela Torres Peimbert, secretaria de Acción Política de la Mujer del CEN albiazul, expone que su partido está preparado no sólo para cumplir con la paridad, sino dar esos espacios a mujeres capacitadas.