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La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), comentó Juan Ramón de la Fuente, ha desempeñado el papel fundamental “de ser la conciencia crítica del país”, pero dados los tiempos que se viven en la actualidad, la institución académica también “tiene que ser la conciencia ética de México”.
En el marco de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, durante la presentación de la obra La Universidad rediviva. Diálogos con Juan Ramón de la Fuente, del escritor y colaborador de EL UNIVERSAL, Ignacio Solares —editado por Taurus—, el ex rector de la UNAM indicó que a México le “urge la recuperación de la ética en el servicio público” y que la institución “puede hacer una gran contribución en estos tiempos complejos que estamos viviendo”.
El libro recupera los diálogos que el escritor Ignacio Solares mantuvo con De la Fuente acerca de los días aciagos de la huelga estudiantil de la UNAM en 1999; además, aporta reflexiones sobre el papel insustituible que tiene la universidad pública en la sociedad contemporánea.
De abril de 1999 a enero de 2000, la máxima casa de estudios estuvo paralizada por la huelga estudiantil más larga de su historia. Los costos fueron incalculables, no sólo en términos económicos, políticos y sociales, sino también académicos, científicos y culturales.
De la Fuente recordó que asumió el cargo de rector en el Palacio de Minería, en medio de la efervescencia que había por la huelga universitaria. “Lo primero que hice tras tomar posesión fue salir a la calle y les dije a los líderes que estaban en ese momento que los invitaba a un diálogo sin condiciones y así arrancaron los diálogos de Minería, que fueron 97. El valor del diálogo en el conflicto y en la vida de una sociedad plural y diversa, es irremplazable. A veces el diálogo por sí mismo no da, en este caso no dio. Al final, en acatamiento a una orden judicial, la Universidad fue desalojada, pero si no hubiera habido ese diálogo, estoy absolutamente convencido de que todo lo demás no hubiera tenido impacto”, indicó De la Fuente.
Añadió que en los conflictos actuales que se viven en el país no parece haber comunicación “de verdad”, puesto que “a veces lo que hay es diálogo de sordos, no veo el diálogo que permite la expresión cabal de los puntos de vista y que se asume y se acepta con tolerancia”.
A la presentación de la obra también acudieron los periodistas Leonardo Curzio y Carmen Aristegui.
La comunicadora apuntó que el texto de Solares permite ir al recuerdo de ese gran momento que vivió la UNAM. “En el libro también hay disertaciones, ideas muy valiosas para pensar al México que estamos viviendo y en los grandes desafíos que arroja nuestra Universidad Nacional; están también algunas ideas sobre las funciones básicas del Estado, qué papel debe desempeñar la Universidad cuando se habla de un proyecto de nación, si es que tal cosa existe y si no, qué hacemos al respecto; qué tipo de ideas y conceptos tenemos que colocar en el debate público respecto al tema de la democracia, la educación pública; los desafíos demográficos que enfrentan las universidades y el diseño de un sistema educativo con una fuerte demanda de espacios que no son resueltos; el libro nos lleva de la mano a esos otros grandes temas que están interrelacionados con la Universidad. Nos lleva a pensar en cómo querríamos a México”, dijo Aristegui.
Leonardo Curzio aseguró que se trata de una obra que recuerda un periodo fundamental para la historia de México. “Nos entregan un libro que nos deja a todos reflexionando”.
Solares leyó fragmentos de la obra para dar un panorama de lo que se ofrece, por ejemplo, la reacción de la opinión pública, la intelectualidad y los medios de comunicación.
