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politica@eluniversal.com.mx
Ante negociaciones cerradas del PRD para ampliar su política de alianzas electorales con el PAN, el coordinador nacional de la corriente perredista Nueva Izquierda (NI), Jesús Ortega Martínez, advirtió que de no concretarse las coaliciones se corre el riesgo de que el viejo régimen priísta se vuelva a instalar en el país y gobierne 25 entidades, seis más de las que hoy gobierna.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el líder de la corriente conocida como Los Chuchos precisó que aquellos dirigentes que impiden la conformación de las alianzas estarían ayudando a que el PRI se posicione rumbo a las elecciones presidenciales de 2018. “Al margen de sus intenciones estarían contribuyendo al regreso de México al viejo régimen, a una regresión autoritaria”, dijo.
Ortega Martínez llamó a sus correligionarios a obstaculizar el camino del PRI, el principal enemigo del PRD en las elecciones, que podría tener más poder sin alianzas con el PAN.
“Ese es el segundo elemento que hay que tomar en cuenta, estas elecciones de 2016 —aparte de su propio mérito de renovación en 13 entidades— también hay que verlas como una etapa previa a la batalla de 2018 y, por lo tanto, elementalmente desde el punto de vista de una estrategia política correcta, en 2016 hay que minar al que puede ser el enemigo principal de la izquierda en 2018”, aseveró.
¿Apoya NI a Agustín Basave, es un aval irrestricto en su política de alianzas con el PAN?
— Más que apoyo a alguien en particular es al PRD, aunque desde luego me parece que todo el Comité Ejecutivo y el Consejo Nacional tienen que mostrar apoyo al presidente del partido en este esfuerzo de negociación.
En las circunstancias que vive el país, la política de alianzas del PRD tiene que ser amplia, debe de tener una concesión de amplitud y no estrecharse y menos propiciar el aislamiento del partido, yo creo que sería una mala estrategia propiciar el aislamiento del PRD en unas elecciones que son muy importantes para el futuro inmediato del país.
¿El objetivo es derrotar al PRI?
—Necesitamos buscar acuerdos y alianzas para impedir que el poder en las entidades de la República se concentre en un solo partido, como de alguna manera está sucediendo, y nosotros deberíamos impedir que eso se presente en las elecciones de 2016 y 2017, porque entonces se corre el riesgo de que volvamos después de 30 años al régimen de partido cuasi único.
“Evitar la regresión”
¿Sin alianzas se corre el riesgo de que el PRI quede bien posicionado en las elecciones?
— Se corre el riesgo de que el PRI gobierne 25 estados de la República después de estas elecciones. Hoy gobierna más de dos terceras partes de los estados del país, y a partir de 2016 y 2017 ese porcentaje podría crecer. Pienso que entre varias razones, las alianzas para formar gobiernos de coalición en entidades donde no ha habido alternancia son necesarias y convenientes.
¿La alianza favorece más al PAN que al PRD?
— No. Cualquier estratega político debe entender que si vamos a enfrentar al PRI como contrincante principal en 2018, pues hay que evitar que se fortalezca desde 2016.
¿Qué opina de estas corrientes como ADN y Vanguardia Progresista, que están de alguna forma, frenando las alianzas con el Partido Acción Nacional?
— Esa apreciación me parece que es errónea, porque contribuye al margen de intenciones a la concentración del poder político en un solo partido.
¿Sin querer le estarían haciendo el juego al PRI?
— No quisiera ofenderlos de ninguna manera, pero la expresión que yo utilizaría es que debiéramos de tener todo mundo, sobre todo los de pensamiento progresista, el cuidado de manifestar claramente nuestro rechazo a que se regrese al viejo sistema.
¿Es válido que el presidente del PRD, Agustín Basave, haya puesto sobre la mesa su renuncia para amagar al partido?
—La renuncia debe entenderse en este contexto de debate a fondo, como en los sistemas parlamentarios donde la búsqueda del acuerdo es la constante. El PRD debe contar con un CEN abierto a la deliberación y tener dirigentes dispuestos a entender razones.