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El engaño de la empresa Volkswagen a los clientes que adquirieron vehículos a diesel tendrá efectos negativos en México por una evidente caída en las ventas próximas, lo que impactará sus planes de inversión y al empleo en sus plantas armadoras en el país, señalaron senadores del PRI, PAN y PRD.
“Es una mala noticia para México el escándalo de la empresa automotriz y, aunque sólo daña a Volkswagen, ello pone en riesgo empleos en México de la firma, así como de proveedores de autopartes”, dijo el senador Teófilo Torres Corzo (PRI), presidente de la Comisión Asia-Pacífico del Senado.
El vicecoordinador de Acción Nacional para Asuntos Económicos, Francisco Búrquez (PAN), afirmó: “Nos preocupa que esto pueda afectar la inversión de Volkswagen en México, pero no veo daños a la inversión general en el país, que frena la entrada de capitales por la vía de impuestos altos y poca estabilidad económica”, dijo.
Pueden presentar queja. Mario Delgado (PRD), integrante de la Comisión de Comercio y Fomento Industrial del Senado, lamentó que derivado del escándalo internacional la empresa alemana disminuya sus ventas y ello repercuta en una menor inversión en sus plantas mexicanas.
“En México se ha estimado en 30 mil los autos que tienen el problema de emisiones mayores a las que reporta el sistema interno del vehículo, y no se sabe bien a bien cuál va a ser la remediación, pues no es un automóvil que no funcione”, aseveró el legislador, al tiempo que consideró a salvo los derechos de consumidores mexicanos que podrían presentar su queja ante la Profeco.
Torres Corzo, Búrquez y Delgado consideraron que la ley vigente protege a los consumidores y clientes de la firma alemana.
“La mala noticia para México es que Puebla tiene en su mayor parte de producción vehículos destinados a la exportación, de manera que se van a ver reducidas las compras de autopartes mexicanas”, dijo Torres Corzo. “Esto va a indicar una baja en empleos”.
Aclaró que el resto del sector de la industria “no tiene problema, todas las marchas de vehículos se siguen fabricando, y México se convierte en un gran país automotriz.
“En este escándalo se aprecia que la ley está bien, comprende este tipo de situaciones y las autoridades han ordenado que se investigue el hecho y se concentren los vehículos que tienen el problema”, agregó el priísta.
Desde el Senado, agregó, “nos ocupa contribuir a la generación de empleos y atraer inversiones, y para ello desplegamos la diplomacia parlamentaria, a fin de que, por ejemplo en la cuenca Asia-Pacífico, se vean las ventajas del país, derivadas, por cierto, de las reformas estructurales”.
Francisco Búrquez dijo que el escándalo de VW se da en el libre mercado, y allí “el que la hace la paga”. La empresa alemana actuó mal y ya recibe el castigo en el precio de sus acciones.
Consideró que “por el momento, no es necesario” llamar a funcionarios federales a comparecer por el tema de los vehículos a diesel de la firma.
Para invertir en México se requiere, dijo Búrquez, desregular las prácticas de las empresas, pues son normas que impiden la acción de negocios pequeños y medianos, y sólo se queda la actuación de las grandes compañías.
