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En Veracruz es el crimen organizado el que está matando periodistas, asegura el gobernador Javier Duarte.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el mandatario niega que él o su gobierno estén detrás de alguno de los 12 asesinatos de periodistas que se han registrado en la entidad, del mismo modo que asegura no tener nada que ver con los homicidios del fotorreportero Rubén Espinosa y de la activista Nadia Vera, quienes junto con otras tres mujeres fueron asesinados en un departamento de la colonia Narvarte, en la ciudad de México, el pasado 31 de julio. Desde los primero minutos en que se supo del asesinato de Rubén Espinosa, en redes sociales y algunos medios de comunicación se hizo un juicio inmediato en el que el gobernador Duarte era señalado como culpable.
En la conversación con El Gran Diario de México, asegura: “Es claro y evidente que no tengo absolutamente nada que ver con este caso. Esto evidentemente, por los datos duros, tiene que ver con otras acciones que no tienen que ver con el ejercicio periodístico, ni profesional al cual Rubén Espinosa se dedicaba. Yo creo que es una situación lamentable”.
Duarte de Ochoa asegura que este es un tema que ha cobrado relevancia en el Distrito Federal y tiene menos en la sociedad veracruzana. De hecho, dice que no es un tema que le preocupe.
“El caso Narvarte no me preocupa, no es algo que me vaya a marcar. ¿Por qué? Pues porque no tengo absolutamente nada que ver. Ojalá y el caso Narvarte fuera mi principal problema, tengo problemas mucho mayores”.
Explica que de los 12 casos de periodistas asesinados ocho han sido atraídos por la Procuraduría General de la República (PGR), pues las investigaciones llevan hacia elementos relacionados con el crimen organizado. En otros tres, investigados en el fuero local, hay detenidos sujetos a proceso y en otro, el más reciente, la indagatoria se encuentra en curso. Sin embargo, resalta que en ninguno hay algún elemento que haga presumir la intervención de su administración o del propio gobernador en los crímenes.
“Todo mundo ha hablado de las muertes de periodistas en Veracruz, pero en ninguno de los casos ninguno de los periodistas ha publicado, ha escrito o ha generado alguna nota o comentario que vaya en contra de mi administración ni de mi persona, es decir, en ninguno de los casos hay una vinculación directa del móvil que tenga que ver con mi gobierno y la situación que lamentablemente privó de su vida a esos periodistas.En ninguno de los casos existe un tema que tenga que ver con la participación del gobierno que me honro encabezar ni, por supuesto, de un servidor. Lo que sí existe, y ese es el único nexo que me une a estos lamentables acontecimientos, es que se suscitaron en el tiempo en que yo soy gobernador del estado”.
Sobre Rubén Espinosa, asegura que era “un muy buen fotógrafo” que trabajó para su campaña y que nunca le tomó una fotografía que le molestara o no le haya gustado.
Veracruz y la libertad de expresión
Se dice que Veracruz es un estado peligroso para ejercer el periodismo. Se dice que Veracruz es un estado donde los periodistas pueden tener una vida muy complicada y donde hay muchas posibilidades de que les pase algo malo. ¿Cuál es su reflexión al respecto?
—Que es una contradicción decir que Veracruz es el peor estado para ejercer el periodismo cuando es la entidad de la República Mexicana en la que más periodistas existen, en donde más medios de comunicación hay. Pongo nada más datos duros: se tiene una estimación de una plantilla laboral, entre periodistas, locutores, reporteros, fotógrafos y demás trabajadores de los medios de comunicación de alrededor de ocho mil personas. Hay más de mil medios de comunicación locales en el estado; tan sólo en radio tenemos 159 estaciones. Tenemos más de 500 medios impresos en el estado de Veracruz, locales, regionales y estatales; más de 500 sitios web, páginas de internet que publican diariamente noticias. En lo que se refiere a televisión, tenemos 70 televisoras: tres con programación abierta y 67 televisoras por cable, lo que hace un estado altamente rico en participación de los medios de comunicación.
Los veracruzanos históricamente somos una sociedad muy comunicativa, ávida de estar informada y sobre todo bien informada. Somos el estado donde hay más periodismo en la República Mexicana. La primera facultad del periodismo profesionalmente hablando se establece en el estado de Veracruz. El ejercicio periodístico es parte de nuestra identidad, de nuestra idiosincrasia. Por ello es que resulta verdaderamente contradictorio decir que Veracruz es un estado donde no se puede ejercer el periodismo cuando somos el estado que más periodistas y medios de comunicación tiene.
En torno al tema de la libertad de expresión, basta tan sólo pararse en un quiosco a ver los medios de comunicación que existen en el estado para darse cuenta de la total y plena libertad de expresión que existe en Veracruz, donde todas las voces tienen la oportunidad de expresar sus pareceres, sus críticas y también evidentemente sus puntos de vista sobre cuestiones públicas y también del quehacer social de la comunidad.
En los casos de periodistas muertos en el estado cada quien tiene sus cifras, ¿cuáles son las suyas?
—Eran 11 casos, pero a partir del último lamentable suceso en Orizaba, en el que una célula delincuencial tuvo un enfrentamiento con otra célula de la delincuencia organizada y que al parecer, y lo digo entrecomillado, un periodista se encontraba departiendo con estos criminales y fue también asesinado, son 12. Ahora se lleva a cabo la investigación y yo no puedo revelar mayores datos, pues la Fiscalía General del estado es un organismo autónomo, que no depende del gobernador, pero por la información que se ha hecho pública pareciera ser que esta persona, este personaje que de alguna manera colaboraba con algunos medios de comunicación, tenía una relación directa con estos criminales que fueron asesinados por otro grupo delincuencial. Son 12 casos, por ende, que se tienen registrados en torno a personas que de alguna u otra manera están vinculados a medios de comunicación. Eso también quiero decirlo y expresarlo, porque luego se me ha cuestionado y criticado, pero hay que decir las cosas como son: son personas que están vinculadas a medios de comunicación, no necesariamente tienen que haber sido periodistas; son personas que de alguna u otra manera ejercieron el periodismo en algún momento y que por ende tendrían alguna vinculación y que en el momento en que lamentablemente fueron asesinados tuvieron una situación que privó su vida, no colaboraban, no trabajaban como periodistas o en algún medio de comunicación; sin embargo, bueno, se tienen catalogados como periodistas, son 12 casos que se han suscitado. De estos 12 casos, ocho han sido atraídos por la Procuraduría General de la República, por encontrar elementos de federabilidad (sic). ¿Qué quiero decir con esto? Que en la mayoría de los casos que tienen relación con la delincuencia organizada y es un delito federal que corresponde a la Procuraduría General de la República. En los otros casos, los cuatro casos restantes, tres de ellos han sido esclarecidos totalmente, se encuentran personas detenidas, en algunos casos ya sentenciadas, en otros ya próximos a recibir la sentencia correspondiente, con autos de formal prisión. Están bajo proceso penal y en el último caso, que fue este caso de Orizaba que acabo de hacer mención, la Fiscalía General del estado está integrando la investigación correspondiente para poder esclarecer este hecho.
De esos cuatro y de los otros ocho, ¿en cuáles de esos casos hay una relación directa entre la muerte de la persona o el periodista y su actividad profesional?
—Ese tema no te lo pudiera contestar porque obedece más bien a una investigación de la Fiscalía General del estado, no corresponde al Ejecutivo del estado señalarlo. En los ocho casos particularmente que fueron atraídos por PGR, pues corresponderá a ellos determinar en qué casos pudiera tener una vinculación con su actividad profesional. Desde luego, sin demerito de estas víctimas, sin querer disminuir su actividad, sé que por ejemplo uno de ellos trabajaba ya como soldador en un taller mecánico. Una de ellas, que también fue asesinada, se dedicaba a vender avisos de ocasión en un periódico de Veracruz, es decir, no trabajaba como actividad periodística, sino trabajaba más bien en el área comercial. Otros, la mayoría de los casos, sí tienen que ver con la actividad periodística, principalmente en la nota policiaca, y por ende yo estimo que sí tenía que ver con su actividad profesional por dedicarse al rubro particular, sin embargo, corresponderá a la propia PGR determinar puntualmente en qué casos sí y en qué casos no corresponde a su actividad profesional. Pongo un ejemplo que es muy fresco, que sucedió el viernes en la mañana: la PGR determinó que en uno de estos tres casos que hemos esclarecido el móvil de su asesinato no corresponde a una actividad profesional periodística y por ende decide no atraer el caso. Da un claro ejemplo de que en todos los casos no corresponde evidentemente a una actividad profesional, sino que lamentablemente fueron ultimados por otras cuestiones.
Y de esos 12 casos, ¿en cuántos de ellos las líneas de investigación han llevado al gobierno o al gobernador?
—Es algo que a mí me ha costado mucho trabajo el poder señalar y que sea yo escuchado. En ninguno de los casos. Todo mundo ha hablado de las muertes de periodistas en Veracruz, pero en ninguno de los casos ninguno de los periodistas ha publicado, ha escrito o ha generado alguna nota o comentario que vaya en contra de mi administración, ni de mi persona, es decir, en ninguno de los casos hay una vinculación directa del móvil que tenga que ver con mi gobierno y la situación que lamentablemente privó de su vida a esos periodistas. En ninguno de los casos existe un tema que tenga que ver con la participación del gobierno que me honro encabezar ni, por supuesto, de un servidor, lo que sí existe, y ese es el único nexo que me une a estos lamentables acontecimientos, es que se suscitaron en el tiempo en que yo soy gobernador del estado, ese es realmente el único elemento que me une a estos casos, el elemento de temporalidad, es decir, que se suscitaron durante la época en que yo ejerzo mi responsabilidad como gobernador.
Ahora bien, en la mayoría de los casos yo puedo decir que tiene que ver con la lucha frontal que he encabezado, y que así me lo ha pedido la sociedad, de enfrentar a los delincuentes, principalmente a la delincuencia organizada, que era un verdadero azote para la sociedad veracruzana, que teníamos una situación verdaderamente compleja, y que gracias a esta determinación y sobre todo a esta coordinación que hemos venido desarrollando las instituciones tanto locales como federales, principalmente las Fuerzas Armadas, el Ejército y la Marina en el estado de Veracruz, es que hemos logrado abatir de manera muy significativa los índices delincuenciales y particularmente el poder desarticular y generar totalmente condiciones, no puedo decir que de desaparición total, pero sí de disminución de la participación de la delincuencia organizada en el estado de Veracruz. Hoy Veracruz vive condiciones totalmente distintas a las que vivíamos al inicio de mi administración y esto es derivado de la enérgica y decidida participación que las instituciones hemos venido haciendo y generando de combate frontal a los delincuentes. Y eso ha generado que tengamos consecuencias evidentemente en torno a esta decisión de enfrentarlos. Lamentablemente, una de esas consecuencias en muchos de los casos es esta: compañeros de los medios de comunicación que fueron ultimados por estos delincuentes sanguinarios, animales, pudiéramos calificar, que no tienen ningún código de ética ni de moral, y que para ellos lo principal es el poder generar condiciones para que puedan seguir generando sus condiciones de delincuencia y de participación criminal.
¿Su hipótesis sería que a los periodistas en este estado los está matando el crimen organizado?
—Pues en ocho de los casos es claramente identificado que fue la delincuencia organizada quien los ultimó. En uno caso más tenemos un detenido que es parte de la delincuencia organizada, que fue el caso precisamente de Moisés Sánchez Cerezo, en el municipio de Medellín de Bravo, donde ya hay un detenido... bueno, varios detenidos, pero el (asesino) material lo tenemos detenido y forma parte de una célula de estos grupos de la delincuencia organizada. Es tan clara la participación de la delincuencia organizada en este tipo de casos que la propia PGR los atrajo por encontrar elementos.
El caso Narvarte
Gobernador, usted, Javier Duarte, ha sido juzgado y condenado por los tribunales mediáticos como el asesino del fotorreportero Rubén Espinosa y la activista Nadia Vera. ¿Se siente linchado?
—Déjeme hacer una introducción para poder hablar de este caso, en particular, y poder dar datos duros primero, ya después comentaré de mi impresión del caso. Datos duros: encontraron droga en el lugar donde se cometió este atroz hecho, los exámenes toxicológicos de las víctimas reportaron que habían consumido droga, mariguana y cocaína; testigos ajenos a este caso, es decir, trabajadores de un bar identifican a una de las víctimas como una persona que habitualmente acudía a este tipo de lugares, particularmente a este bar, y que se dedicaba principalmente a prostituirse; hay fotografías que han sido publicadas en medios de comunicación donde existe una relación clara entre uno de los detenidos que se encuentran ya con auto de formal prisión y una de las víctimas, particularmente la mujer de nacionalidad colombiana; existen dos detenidos ya con auto de formal prisión en donde ellos mismos han confesado que estuvieron en el lugar de los hechos; el arma homicida ya identificada pertenece a uno de estos dos detenidos con auto de formal prisión. Y quizá sea el menos importante de los datos duros, pero vale la pena mencionarlo: ambos confiesan que iban a recoger droga, lo que llaman “ladrillos de perico”, es decir, un paquete de cocaína, que supuestamente la mujer colombiana había recogido del aeropuerto de la ciudad de México y ellos iban por él.
Este es un caso que evidentemente, por estos datos duros, tiene que ver con otras acciones que no tienen que ver con el ejercicio periodístico ni del ejercicio profesional al cual Rubén Espinosa se dedicaba. Yo creo que es una situación lamentable. Es claro y evidente que no tengo absolutamente nada que ver con este caso. Inclusive, tan es así que, en un hecho inédito, sin precedentes, yo participé quitándome mi derecho de poder evitar ser llamado como testigo en un hecho como este por tener el fuero constitucional famoso que tenemos ciertas autoridades por la responsabilidad que tenemos. Yo no creo en el fuero constitucional, creo que, lejos de ayudar, en muchos casos entorpece la actividad pública y por ello fue que atestigüé, respondí la totalidad de las preguntas que me hicieron los elementos de la Procuraduría General de Justicia del DF, así como también el cuestionario que hizo el coadyuvante de la investigación, y esto como un claro objetivo que era enviar una señal de que no tengo absolutamente nada que esconder. Que tengo mi conciencia absolutamente clara y tranquila y que estoy dispuesto a apoyar y a ayudar a que esto se esclarezca. Sabíamos desde un inicio que no teníamos conexión o la línea de investigación con Veracruz no tenía ningún sustento; sin embargo, participamos, aportamos todas las pruebas que podíamos para que la Procuraduría tuviera todos los elementos en su investigación, y creo que poco a poco se ha ido esclareciendo este caso. La Procuraduría, repito, tiene elementos muy sólidos y fuertes que hacen que este caso esté próximo a resolverse.
Pero, pese a todos los datos duros que enumera, pareciera ser que algo más fuerte que todo eso: un hashtag que dice #fueDuarte.
—Bueno, yo creo que las redes sociales al final del día son instrumentos y herramientas de la sociedad para poder expresarse con toda libertad. Respeto plenamente a quienes de alguna u otra manera se expresan a través de este tipo de herramientas, es una catarsis social, por decirlo así. Es en donde la sociedad puede expresar con toda libertad lo que piensa. Puede estar o no con la verdad. En este caso evidentemente no tengo absolutamente nada que ver. Quienes opinen lo que opinan a través de las redes, pues tienen toda la libertad de poderlo hacer. Lo que sí puedo decir, como persona, como miembro de mi comunidad y como autoridad, es que no tuve absolutamente nada que ver en este caso.
Y en lo personal, ¿cómo se ha sentido después de estos días? Supongo que han sido días complicados, no es fácil para nadie que lo estén recurrentemente señalando
—Uno ya se acostumbra a vivir en el ojo del huracán, en el escrutinio público y, repito, tengo la conciencia totalmente limpia, no tengo nada que ocultar. Hay una conseja popular que es siempre muy sabia y dice que el que nada debe nada teme. En este caso no debo absolutamente nada, no tengo nada que ocultar, y por ende estoy muy tranquilo. No han sido ni días complejos, ni días difíciles; al contrario, he estado muy atento del desarrollo de la investigación que lleva a cabo la PGJDF desde el primer momento en que tuve conocimiento de estos hechos. Me puse en comunicación con el jefe de Gobierno del DF para ponerme a su disposición y darle todas las facilidades por parte de las instituciones del estado, que pudieran apoyarle en el desarrollo de la investigación, que es responsabilidad de ellos, y te puedo decir que no tengo ninguna situación que me preocupe en lo absoluto. Espero que una vez que se aclaren los hechos, que espero que sea pronto, pues todo regrese a la normalidad y que aquellos que tuvieron una opinión, quienes hicieron este hashtag o quienes opinan que yo tuve alguna participación en el caso, les quede claro que no tuve absolutamente nada que ver. Yo estoy consciente y sí puedo afirmar que en la mayoría de estos casos son personas de buena fe que por estar mal informadas de alguna u otra manera generan este tipo de comentarios, y una vez que se esclarezca el caso pues tendrán los elementos para formar un criterio.
¿No ve a nadie detrás?
—Evidentemente hay intereses políticos, yo soy político. Recordemos que el próximo año son las elecciones de renovación del gobierno de Veracruz y esta evidentemente es una oportunidad para quienes de alguna u otra manera tienen intereses políticos. Sin embargo, creo que esto se les va a revertir porque está claro que no tuve absolutamente nada que ver en el tema.
¿Y no le preocupa que cuando la justicia dé su veredicto no lo crean, pues al parecer ya hubo una sentencia previa?
—Bueno, eso ya no dependerá de mí, que le crean o no a la autoridad correspondiente. Sí puedo decir que quien está llevando la investigación son autoridades de un gobierno distinto al gobierno de Veracruz, inclusive emanado de un partido distinto al que gobierna en el estado de Veracruz, o sea, no tengo ninguna vinculación que me una, simplemente una relación institucional y de respeto con el Gobierno del Distrito Federal, particularmente con el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, pero políticamente hablando no comulgamos en la misma capilla. Entonces, una vez que la autoridad resuelva este caso, evidentemente son elementos muy sólidos y contundentes que habrán de determinar la realidad de los hechos y, repito, los datos duros que están respaldando esta investigación son muy claros, y quien no quiera verlo así, pues dicen que no hay peor ciego que el que no quiere ver
¿Rubén Espinosa le tomó alguna fotografía que a usted no le gustará?
—Ninguna fotografía que no me gustara, al contrario, muchas fotografías de Rubén Espinosa las utilizamos en diferentes comunicados. Rubén Espinosa llego aquí a Veracruz a cubrir mi campaña contratado con una compañía que trabajaba y colaboraba en mi campaña. Muchas fotografías de Rubén Espinosa fueron utilizadas a través de diferentes comunicados. Creo que el trabajo de Rubén Espinosa era un buen trabajo, no tenía ninguna situación que me generara una fricción por mínima que fuera con él, realmente nunca tuve ningún problema con él. Sí quiero aclararle que nunca tuve una relación personal con él, lo conocía de vista, pero nunca tuvimos ninguna relación personal, era una relación meramente profesional. Él acudía generalmente a cubrir mis eventos y tomaba fotografías, era muy buen fotógrafo, y no tengo en ese sentido ninguna situación que me hubiera generado alguna molestia ni mucho menos.
¿Y a Nadia Vera la recuerda?
—A Nadia Vera no la conocí nunca.
No la conoció en persona, pero, ¿ella hizo algo que le molestara?
No, nunca la conocí, no tuve el gusto de conocerla, pero aquí vale la pena recordar algo que nadie ha dicho tampoco. Se ha dicho que Rubén estaba en el lugar equivocado, en el momento equivocado en el lugar de los hechos abominables que lo privaron de la vida. Pero en el caso de Nadia Vera, Nadia Vera vivía en el departamento, era compañera de habitación de la mujer colombiana; entonces, ahí es un tema que vale la pena resaltar. No quiero criminalizar ni mucho menos, simplemente dar otro dato duro adicional. Nadia Vera no es que estuviera de paso en ese departamento, ella sí vivía en el departamento donde se desarrollaron estos abominables hechos en donde, según los testigos y ahora detenidos, inculpados con auto de formal prisión, se vendía droga y se ejercía la prostitución.
En el caso de este pasaje, de esta conversación que tuvo con los periodistas, de esta frase que se volvió famosa, la de “pórtense bien porque vamos a sacudir él árbol y se van a caer las manzanas”, ¿no cree que fue un error decir eso?
—Han distorsionado ese mensaje que yo di en Poza Rica y no dicen realmente lo que dije. Yo no me refería a los periodistas, me estaba refiriendo a la sociedad de Poza Rica, particularmente. ¿Y por qué lo hice? Porque al otro día iniciaba un operativo muy fuerte que era la eliminación de una corporación policiaca que ya no estaba sirviendo, y tenemos datos y elementos parta determinar que ya no obedecía a los intereses de la sociedad, que estaba maleada, que estaba infiltrada, que estaba corroída, que era la Policía Intermunicipal de Poza Rica, Miahuatlán y Coatzintla. Al otro día iniciaba operaciones la nueva fuerza de policía que nosotros constituimos, que es una institución de élite, que se llama Fuerza Civil de Veracruz, constituida por elementos mejor preparados, mejor capacitados y con mejores herramientas e instrumentos que permiten poder generar mejores condiciones de seguridad pública, lo cual se ve reflejado en el mejoramiento de los índices delincuenciales de esta zona, que era un foco rojo de atención. Lo que hice en ese momento es decir que todo aquel que tenga una vinculación con los malos pórtense bien, porque no podía decir que al otro día íbamos a entrar, evidentemente, pero lo que quise decirles es: vamos a entrarle con todo, porque la sociedad así me lo está pidiendo, tan es así que Poza Rica está ahora viviendo mejores tiempos.
Pero la reunión era sólo con periodistas
Sí, evidentemente los periodistas son el canal de comunicación con la sociedad en general. Aproveché esa reunión para que ellos fueran el conducto para poder dar a conocer (la información) a la sociedad de Poza Rica.
Usted dice que lo que se difundió fue entonces un mensaje, pero fue interpretado por algunos como una amenaza.
—Esa es otra historia. Quienes quieran malinterpretar o como quieran interpretarlo, y lo interpretaron así. Evidentemente, hay quienes quieren sacar raja política de este tema, pero ahí está el mensaje, fue grabado. Quieren desvirtuar mi comentario, enfocándolo nada más como si yo me estuviera refiriendo a los medios de comunicación; yo en general me refería a todos, incluidos los medios, pero todos.
¿Cómo imagina su futuro político? Está muy cerca de terminar su periodo
—Yo no estoy pensando en mi futuro político, yo estoy pensando en mi presente político. Yo estoy pensando en todo lo que me ha tocado enfrentar, las situaciones tan complejas y difíciles en que me ha tocado gobernar, y a pesar de la tormenta que me ha tocado enfrentar en mi administración, que podríamos catalogar como la tormenta perfecta, condiciones económicas adversas, condiciones sociales adversas, condiciones de seguridad adversas, condiciones políticas adversas, Veracruz ha venido avanzando de manera muy significativa.
No habla de su futuro, habla de su presente, pero después del caso Narvarte, ¿usted cree que Javier Duarte es un hombre políticamente vivo?
—El caso Narvarte no me preocupa, no es un tema por el que yo esté preocupado, no es algo que me vaya a marcar. ¿Por qué? Pues porque no tengo absolutamente nada que ver. Ojalá y el caso Narvarte fuera mi principal problema, tengo problemas mucho mayores que me tienen con la atención puesta, que son temas que tienen que ver con la estabilidad social, que tienen que ver con las inversiones en materia de infraestructura que requiere Veracruz para seguir creciendo y detonando su crecimiento, que tienen que ver con la atracción de capital privado para nuestro estado, para aumentar el número de empleos que se requieren, con la consolidación de proyectos que ya están en marcha. Esos sí son temas que me tienen con la atención ocupada y con todo mi trabajo y mi tiempo dedicado a ellos. Realmente el caso Narvarte no me ocupa ni me preocupa. Primero porque no tengo absolutamente nada que ver y estoy seguro que la verdad, como siempre, saldrá a la luz. Tarde que temprano la verdad siempre sale y en este caso particular la verdad me asiste, no tengo absolutamente nada que ver en el caso. Confío plenamente en las autoridades que lo están desarrollando y espero que pronto sea esclarecido y que los propios datos y elementos de la propia investigación generen y pongan en su lugar a cada quien, de los que opinaron de buena fe y de los que de alguna u otra manera están atrás de mala fe queriendo generarme algún daño por este caso en particular. Pero, repito, es un caso, el caso Narvarte, que lejos de preocuparme simple y llanamente estoy esperando que se resuelva ya para poder confirmar lo que les estoy diciendo.
¿Usted ve que este caso tenga alguna influencia en el próximo proceso electoral?
—Ninguna.
¿Por qué hace mención de que este caso en la ciudad de México es muy mediático?, ¿en Veracruz no lo es tanto?
—No, pues sucedió en México. Es un caso que a los veracruzanos realmente no nos afecta. Ni siquiera Rubén Espinosa era veracruzano. Dicen que “el fotorreportero veracruzano Rubén Espinosa”, pero ni siquiera, él era de la Ciudad de México, Nadia Vera era chiapaneca, ni siquiera eran personas de aquí de Veracruz, eran personas que de alguna u otra manera llegaron a Veracruz y que lamentablemente fueron asesinadas en la ciudad de México, no hay ningún elemento que conecte con la sociedad veracruzana estos lamentables hechos y que, repito, van a ser esclarecidos. Estoy seguro de que la verdad habrá de salir a la luz pública y pondrá a cada quien en su lugar.
¿A usted no le preocupa que la oposición lo utilice como un tema de campaña?
—No, en lo absoluto. Creo que la oposición está pensando qué van a hacer ahora que se esclarezca el caso, porque está claro que se quiso utilizar lamentablemente una desgracia de unas personas con un claro fin político.
jram