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politica@eluniversal.com.mx
WASHINGTON.— Miguel Basáñez fue propuesto por el gobierno federal como nuevo embajador de México en Estados Unidos, puesto vacante desde que renunció en marzo pasado Eduardo Medina Mora para desempeñarse como ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Es profesor adjunto y director del Programa de Reforma Judicial en la Fletcher School, en la Tufts University de Medford, Massachusetts. Para asumir su nuevo cargo tendrá que suspender el curso que debía impartir en la división de diplomacia, historia y política.
Basáñez, quien no tiene ninguna experiencia en el servicio exterior, se ha desempeñado como profesor, pues dio clases en la Universidad de Michigan como maestro visitante en 1995 y 1996, y desde 1970 ha impartido cátedra en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y en la Iberoamericana.
Además de su cargo actual en la Tufts University, el nacido en Tuxpan, Veracruz, es presidente desde el año 2000 de Puertos y Parques Industriales ubicado en esa ciudad.
Como embajador en Washington tendrá un salario de al menos 12 mil 114 dólares mensuales, lo que equivale a alrededor de 198 mil 416 pesos.
Desempeño en puestos. Si bien Miguel Basáñez no tiene experiencia en la diplomacia, ha ocupado varios puestos en la función pública, especialmente en el Estado de México, pues fue procurador General de Justicia de la entidad durante la gubernatura de Alfredo del Mazo González, familiar cercano del presidente Enrique Peña Nieto.
Luego se convirtió en secretario particular de Del Mazo en la Secretaría de Energía, en el periodo 1986-1988. También ha sido encuestador de la Presidencia de la República a través del Centro de Estudios de Opinión (CEOP), que fundó. Fue presidente de la Asociación Mundial para la Investigación en Opinión Pública (WAPOR, por sus siglas en inglés).
En su perfil en la Tufts University, Basáñez menciona que asistió a la expansión de la democracia en México al introducir las encuestas para las elecciones en 1985.
Forma parte del World Values, un grupo de encuesta que estudia la cultura como creencia compartida y los sistemas de valores en 100 países a través de sondeos de opinión pública, los cuales se realizan cada cinco años.
Basáñez tiene otro aliado importante en el gobierno federal, pues el subsecretario de Normatividad de Medios de la Secretaría de Gobernación, Andrés Chao, es su primo hermano.
Además, su hijo, Alejandro Basáñez Beltrán y Puga, es actualmente el primer secretario y agregado cultural de la Embajada de México en Japón, cuyo embajador, Carlos Almada, un aliado de Alfredo del Mazo, sirvió como subsecretario en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) durante los primeros dos años de la actual administración.
Basáñez cuenta con una licenciatura en Derecho por la UNAM, una maestría en Administración Pública por la Universidad de Warwick, en Inglaterra. También realizó en la London School of Economics otra maestría en Filosofía Política y un doctorado en Sociología Política.
Publicó y editó 12 libros y más de 150 artículos. Sus proyectos de investigación actuales se centran en Italia, Rusia, México y Timor Oriental.
Reacción. Cuando el entonces candidato a la Presidencia de México, Enrique Peña Nieto, inició en 2011 su gira por Estados Unidos, la presencia del académico Miguel Basáñez llamó la atención de varios expertos en la relación bilateral que acudieron a un acto celebrado en el Centro Woodrow Wilson.
“Recuerdo que varios comentamos el hecho de que Miguel Basáñez estuviera ahí. Desde entonces, nos llamó la atención su proximidad con el equipo de Peña Nieto”, recordó Armand Peschard-Sverdrup, investigador asociado del Centro Internacional de Estudios Estratégicos (CSIS).
“Pero hoy resulta aún más curioso y sorprendente que Basáñez, un académico que no es diplomático de carrera y que además es un experto en el manejo de opinión pública e imagen, sea el nombre que suena como futuro embajador de México en Estados Unidos”, añadió Peschard-Sverdrup.
“Su posible designación, en momentos en que la imagen de México en Estados Unidos no es muy buena [por la fuga de Joaquín El Chapo Guzmán], y su condición de ‘foráneo’ al aparato del PRI, es llamativa”, puntualizó el veterano conocedor de la relación bilateral.