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Ayer el presidente Enrique Peña Nieto llegó puntual al Hangar Presidencial. La salida a París estaba marcada para las 16:46 horas. El Avión "Presidente Juárez" estaba en el aire a las 17:05, pero tenía por delante un viaje de 13 horas para llegar al mediodía del domingo (hora local) a Francia.
Pero algo había sucedido durante las primeras siete horas del vuelo. La escala que hizo el TP-01 en el Aeropuerto Internacional de Gander, Canadá, fue particularmente larga, y no se vio a ningún funcionario estirar las piernas, como normalmente pasa.
En ese momento el Presidente de la República tenía a su lado a tres de sus hombres clave: el canciller José Antonio Meade, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, y el jefe de la Oficina de la Presidencia, Aurelio Nuño.
Fue una parada en su andar hacia Francia en silencio, sin dejarse ver, sin que ninguno de sus hombres más cercanos se acercara a las grabadoras. En ese momento el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, quien esperaba en París, ya volaba de regreso a México para atender la crisis generada por la fuga de Joaquín, "El Chapo" Guzmán.
Al mediodía parisino el TP-01 descendió en el Aeropuerto Internacional de Orly, el presidente Peña bajó del avión acompañado por la Primera Dama, Angélica Rivera. Se le veía serio, adusto, pensativo.