La Comisión de Asuntos Jurídicos del Senado de Estados Unidos aprobó ayer con 11 votos a favor y nueve en contra pasar la nominación del juez Neil Gorsuch —designado para la Corte Suprema— al pleno del Senado, abriendo un pulso político entre republicanos y la oposición demócrata que podría concluir con un cambio en las antiguas reglas de la Cámara Alta para permitir su confirmación.

Los demócratas estadounidenses lograron ayer el apoyo suficiente para bloquear una votación de confirmación en el Senado a la nominación de Gorsuch, pero los republicanos dijeron que cambiarán las reglas para asegurar el nombramiento.

Antes del voto, el senador Christopher Coons se convirtió en el demócrata número 41 que anuncia su respaldo a un procedimiento de bloqueo llamado filibusterismo, que requiere una supermayoría de 60 votos en el Senado, de 100 escaños, para permitir un voto de confirmación.

Los líderes republicanos del Senado insisten en que Gorsuch, nominado por el presidente Donald Trump, será confirmado el viernes sin importar lo que hagan los demócratas. Los republicanos tienen la mayoría con 52 escaños en la Cámara.

Ante la situación, se espera que el líder de la mayoría, Mitch McConnell, fuerce una votación de confirmación obligando a que el Senado cambie sus reglas y permita que una mayoría simple confirme a los jueces de la Corte Suprema, una medida calificada como la “opción nuclear” y a la que Trump ha animado a recurrir.

Los republicanos en la Comisión de Asuntos Jurídicos criticaron a los demócratas por promover el primer caso de “filibustero partidista”.

Gorsuch fue designado en enero para ocupar la vacante que se abrió en la Corte Suprema con la muerte el año pasado del juez ultraconservador Antonin Scalia. El ex presidente Barack Obama designó al juez Merrick Garland, pero el Senado, entonces dominado por los republicanos, se negó a analizar su confirmación.

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