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Mariano Rajoy será el primer presidente español en comparecer ante un tribunal como testigo. El político conservador declarará sobre la trama de corrupción y financiación ilegal del Partido Popular (PP).
El tribunal aceptó ayer la petición de la acusación que ejerce la Asociación de Abogados Demócratas por Europa (ADADE), que pidió sacar a Rajoy de la “urna de cristal” por la que se le había ahorrado hasta ahora comparecer en los juzgados por el caso Gürtel.
La trama Gürtel es la mayor red de corrupción de la historia española, y los juzgados ya han probado que funcionaba a la sombra del PP mientras Rajoy era uno de sus dirigentes. Usando los contactos que había conseguido en el partido gracias a su empresa, dedicada a organizar actos electorales, Francisco Correa, el cabecilla de la red, se enriqueció y contribuyó a financiar ilegalmente al PP.
Los jueces deben decidir si Rajoy tendrá que presentarse en el juzgado para declarar o podrá hacerlo por videoconferencia. En condición de testigo, Rajoy está obligado a responder a todas las preguntas que se le formulen y a decir verdad. La acusación quiere que Rajoy dé explicaciones sobre el periodo de 1999 a 2005 cuando, además de vicepresidente del gobierno, fue vicesecretario general del PP, director de las campañas electorales y, desde 2004, presidente del partido.
Rajoy aparece en los llamados Papeles de Bárcenas, las cuentas manuscritas del ex tesorero del PP, Luis Bárcenas (en prisión), en las que se indica que el presidente español percibía sobresueldos de su partido en el año 2000. El PP ya pidió la nulidad del caso Gürtel junto a Luis Bárcenas.
