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La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) hizo ayer un llamado a Estados Unidos para que deje sin efecto sus órdenes ejecutivas sobre migración, al considerar que son discriminatorias y agravan la “grave crisis humanitaria” de migrantes, refugiados y solicitantes de asilo.
El organismo regional expresó asimismo su “suma preocupación” por la construcción inmediata de un muro físico a lo largo de la frontera de Estados Unidos con México y las medidas de contención migratoria a través de más agentes migratorios.
“Las medidas previstas en estas órdenes ejecutivas conllevan un alto grado de discriminación de las comunidades migrantes y grupos minoritarios, en particular las personas latinas y musulmanas o quienes sean percibidas como tales”, subrayó.
La reacción de la CIDH —que depende de la Organización de Estados Americanos (OEA)—, se refiere a las órdenes ejecutivas sobre Mejoras a la Seguridad Fronteriza e Inmigración y Fortalecimiento de la Seguridad Pública en el Interior de Estados Unidos, anunciadas por el presidente Donald Trump el 25 de enero pasado.
Asimismo incluye la orden ejecutiva sobre “Proteger a la nación de la entrada de terroristas extranjeros en Estados Unidos”, el pasado 27 de enero.
“La Comisión insta a Estados Unidos a dejar sin efecto las tres órdenes ejecutivas y a garantizar que cualquier medida oficial (...) sea acorde con sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos y del derecho internacional de los refugiados”, señaló.
Critica barda con México. La CIDH también se refirió al muro que el presidente Trump intenta construir en la frontera con México y señaló que la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estimó que al menos 436 inmigrantes murieron a lo largo de la frontera entre ambos países durante 2016.
“La construcción de partes adicionales de un muro fronterizo y el aumento de la militarización de la frontera pondrán en mayor riesgo las vidas de migrantes y refugiados”, indicó.
La CIDH señaló que los migrantes se verán forzados a buscar rutas más peligrosas para ingresar a EU.
Lamentó también la ausencia de canales legales para la migración, lo que obliga a las personas a recurrir a traficantes de migrantes, poniendo en grave peligro su vida, así como su integridad personal.
Sostuvo que le preocupa el “grave riesgo” en el que estas órdenes dejan a los niños y niñas no acompañadas, familias y mujeres que puedan ser devueltos a los países de los cuales huyeron, donde su vida e integridad estaban amenazadas.
La CIDH expuso también su preocupación por el cierre de la frontera a solicitantes de asilo, la expansión de un sistema de encarcelamiento masivo a partir de la creación de más centros de detención migratoria a lo largo de la frontera y el énfasis en procedimientos de deportación expedita.
De la misma forma, cuestiona la cancelación de fondos federales a las llamadas “ciudades santuario”.
Finalmente considera inapropiada la suspensión del Programa de Reasentamiento de Refugiados, la prohibición indefinida para el ingreso de refugiados sirios y la prohibición de ingreso temporal a Estados Unidos a nacionales de siete países de mayoría musulmana.
La Comisión recordó a Estados Unidos que la detención migratoria debe ser una medida excepcional, de último recurso y siempre por el menor tiempo posible, una vez realizada una evaluación individual y tras la consideración de medidas alternativas.
“Asimismo, el Estado no puede recurrir a la detención migratoria de niñas o niños y sus padres a fin de disuadir la migración irregular”, apuntó el organismo interamericano.
Finalmente señaló que los procedimientos migratorios —en particular los que puedan conllevar la deportación de migrantes— deben analizar, fundamentar y decidirse de forma individual y respetar garantías mínimas tales como el derecho a ser escuchado por la autoridad competente.