De origen mexicano, humilde y bravo, criado en el este de Los Ángeles, en medio de pandillas y pobreza; Antonio Villar, su nombre original, logró superar el mal ambiente en el que se mueven decenas de jóvenes en esa área de la ciudad y, aunque no terminó sus estudios de preparatoria, sí fue colocándose en agrupaciones de defensa de los derechos humanos y de los hispanos.

Poco a poco se fue consolidando como un líder natural hasta alcanzar relevancia en 1994 como diputado en el Congreso de California. Pero 11 años después llegaría más lejos al ganar, en 2005, la alcaldía de Los Ángeles en una segunda vuelta, por un amplio margen de votos.

La influencia que ha ejercido, dentro de su partido — el Demócrata—, especialmente en estos dos cargos, lo fueron catapultando como líder nacional y hoy por hoy es una de las personalidades más sobresalientes entre demócratas con una nueva meta, muy clara y ambiciosa.

“En noviembre voy a hacer un anuncio muy importante para mi carrera política, el más importante hasta este momento”, confió en exclusiva a EL UNIVERSAL.

Es un secreto a voces que busca postularse como candidato a gobernador de California, para las próximas elecciones del estado.

“La gente ya se imagina de qué se trata, pero ahorita no quiero decirlo con todas sus palabras, porque lo haré oficial en noviembre”, volvió a confiar.

Y es que también, entre sus seguidores demócratas, habían sugerido que, de ganar la presidencia de Estados Unidos Hillary Clinton, Antonio Villaraigosa podría ser llamado para alguna posición en su gabinete. Pero el ex alcalde angelino se apresuró a desmentirlo: “Si Hillary me invitara, no iría al gabinete; estoy preparándome para integrar planes novedosos que nos ayuden a mejorar las relaciones culturales y raciales, en vistas de una nueva California”, comentó Villaraigosa.

Reconoció: “Estoy muy fortalecido como persona y como político. Sé cómo puedo sentar las bases para construir un estado que siga siendo modelo en todo el país”.

Se comprometió a “mantener una buena relación con la o el que gane la presidencia de México de 2018, si Villaraigosa llega a ser el gobernador de California”.

Desde 1875 no ha llegado a la gubernatura californiana un político de origen hispano. Antonio Villaraigosa podría convertirse en el siguiente, si gana las elecciones programadas también para 2018.

En relación al contrincante de Hillary Clinton, el republicano Donald Trump, Villaraigosa lo describió como un “inculto, grosero y absurdo que siempre dice cosas fuera de orden y nunca contesta lo que se le pregunta”. Aseguró que “Trump no está preparado para temas significantes de Estados Unidos; es un hombre fuera de sí”.

Declaró a EL UNIVERSAL que recientemente fue a Puebla, en un viaje amistoso, pero que estuvo en el Congreso e invitó a los gobernadores del país a involucrarse en la realidad que viven los mexicanos y méxico-estadounidenses en la Unión Americana.

“Envié cartas también a los partidos políticos para decirles que debían afiliarse al movimiento que ya existe con otros cinco países que están promoviendo activamente el voto en Estados Unidos”, aseguró. Y es que de los poco más de 27 millones de estadounidenses de origen hispano que pueden votar en la Unión Americana, el porcentaje mayor tiene sus raíces mexicanas.

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