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Washington.— La participación en las elecciones presidenciales de Estados Unidos sorprende por ser una de las más bajas del mundo desarrollado, algo de lo que los expertos responsabilizan a la obligación de registrarse del votante y la complejidad de este proceso en algunos estados.
En las presidenciales de 2012, un total de 129.1 millones de votos fueron depositados en las urnas sobre una población con edad de voto de 241 millones de personas, lo que supone una participación de 53.6%. En comparación, países desarrollados como Suecia, Corea del Sur o Bélgica registran participaciones por encima del 80%, y Francia, Italia y Alemania, de más de 65%.
En EU, la abstención se ha mantenido en torno a 50% en las últimas tres décadas. El máximo alcanzado fue el de 57%, en 2008, cuando Barack Obama llegó a la Casa Blanca, subrayó el Pew Research Center en un reporte reciente.
Por raza, los anglosajones han registrado una participación por encima de 60% desde 1980 (en 2012 fue de 66.2%). Los negros han pasado de poco más de 50% en 1980 a superar el 64% en 2008 y 2012, aunque este auge viene impulsado por la candidatura de Obama.
Los hispanos se han mantenido en las últimas tres décadas por debajo del umbral de 50%. En 2012, su participación fue de 48.8%.
Los expertos citan entre las causas del abstencionismo la necesidad de que en EU sea el propio votante quien deba darse de alta en el censo para poder depositar el voto. Las condiciones de este registro varían por estados. En algunos, la fecha límite se cierra meses antes de las elecciones, en otros se puede hacer el mismo día, y cada uno exige diferentes documentos y procedimientos para poder formar parte de la base electoral.
Texas, con 28% de población hispana, tiene las leyes más restrictivas respecto del registro del voto. En 2011, estados conservadores como Georgia, Carolina del Sur o Florida aprobaron legislaciones que aumentaron los requisitos para cumplir con el registro. Como consecuencia, se calcula que casi 25% de la población estadounidense en estad de sufragar (cerca de 51 millones de personas) no está registrada.
Otro factor que obstaculiza el voto es el hecho de que las elecciones sean en martes, día laboral, así como las restricciones a que voten los presos y los ex convictos en la mayoría de los estados.
La votación por anticipado, ya sea por correo o en centros de votación, ya está abierta en 37 estados y se han depositado más de 33 millones de votos, que suponen casi 25% de los votos totales previstos en el país. Aunque la candidata presidencial demócrata Hillary Clinton no está logrando los sufragios que esperaba, sí le lleva ventaja a su rival republicano, Donald Trump, con aproximadamente un cuarto de todos los votos previstos ya depositados.
Las solicitudes de papeletas de probables votantes han sido bajas en zonas del centro-norte y la participación afro-estadounidense también ha caído. Pero en estados como Nevada y Colorado ya se han depositado más de la mitad de los sufragios y los demócratas han igualado o superado el ritmo de 2012.