Más Información
Posibles deportaciones masivas requieren acciones inmediatas: PRI; reducción de presupuesto del INM agrava situación
Diputada propone despenalizar sustancias psicoactivas; pide no criminalizar producción, tráfico, comercialización y consumo de drogas
Analizan reunión de cancilleres para enero; buscan coordinar estrategias antes posibles deportaciones masivas
Sheinbaum: se trabaja para que migrantes puedan acceder a programas del bienestar; colaboran Segob y consulados
Ciudad del Vaticano.— El papa Francisco permitirá a todos los sacerdotes que absuelvan a las mujeres del “pecado grave” del aborto, ampliando un permiso especial que había concedido en 2015 por el Año Santo de Misericordia que acaba de concluir.
“No existe ningún pecado que la misericordia de Dios no pueda alcanzar y destruir, ahí donde encuentra un corazón arrepentido”, indicó el Pontífice en una Carta Apostólica publicada por el Vaticano. En el mismo texto, Francisco recalcó: “El aborto es un pecado grave, porque pone fin a una vida humana inocente”.
Dado que la Iglesia católica considera el aborto un pecado tan grave, la absolución dependía de un obispo, que podía escuchar la confesión de la mujer o delegarla a un sacerdote experto en esas cuestiones.
Pero en 2015, el jerarca católico dijo que permitía a todos los sacerdotes otorgar la absolución por un aborto durante el Año Santo, del 8 de diciembre de 2015 al 20 de noviembre de 2016. Al permitir ahora a perpetuidad que todos los sacerdotes absuelvan el pecado del aborto, Francisco aplica su visión de una iglesia misericordiosa con esas mujeres que, como ha escrito en el pasado, consideraron que no tenían otra opción que tomar esa “decisión angustiante y dolorosa”.
“Por tanto, que cada sacerdote sea guía, apoyo y alivio a la hora de acompañar a los penitentes en este camino de reconciliación especial” para las fieles que tuvieron abortos, escribió
el Pontífice.
Un alto funcionario de la Santa Sede, monseñor Rino Fisichella, declaró en conferencia de prensa que las palabras del Papa se aplicaban también a los que participan de un aborto.
“El pecado del aborto técnicamente es una expresión que incluye a todas las personas que participan en un aborto”, dijo Fisichella en respuesta a una pregunta de la AP. “Así, de la mujer a la enfermera y el médico, todos los que apoyan esta operación”.
Fisichella añadió que “el pecado del aborto es incluyente. Por eso, el perdón del pecado es abarcativo y se extiende a todos los que participan en este proceso”.
La Carta Apostólica del Papa dice: “Para que ningún obstáculo se interponga entre la petición de reconciliación y el perdón de Dios, de ahora en adelante concedo a todos los sacerdotes, en razón de su ministerio, la facultad de absolver a quienes hayan procurado el pecado de aborto. Cuanto había concedido de modo limitado para el periodo jubilar, lo extiendo ahora en el tiempo, no obstante cualquier cosa en contrario”.
Organizaciones católicas en Estados Unidos acogieron con satisfacción la decisión del Papa de permitir a todos los sacerdotes absolver a las mujeres que incurran en aborto.
Jon O'Brien, presidente de la organización Católicos por la Elección, dijo que el anuncio hecho por el Vaticano reviste una enorme trascendencia, por considerar que el mensaje de fondo está dirigido al interior de la iglesia y no tanto hacia la feligresía.
“El mensaje real de Francisco quizá no sea para las mujeres en absoluto, sino para sus hermanos obispos y sacerdotes que a veces parecen condenados a castigar a las mujeres católicas por sus decisiones basadas en la conciencia”, indicó. Sin embargo, declaró que acogía el anuncio del líder religioso con satisfacción.
Extiende otras disposicones. Francisco también extendió otras disposiciones que había autorizado durante el Jubileo como la de la concesión de absolver los pecados a los sacerdotes de la Fraternidad de San Pío X, los llamados lefebvrianos.
El Pontífice justificó esta decisión “por el bien pastoral de estos fieles” y para que “se pueda recuperar con la ayuda de Dios, la plena comunión”, en lo que se entiende como una mano tendida a los seguidores del francés Marcel Lefebvre, quienes no reconocen las novedades introducidas en el Concilio Vaticano II, por lo que están fuera de la Iglesia desde 1988.
El Papa también recordó a los sacerdotes las diferentes situaciones familiares en la actualidad y les reiteró que es su deber ayudar a todos.
Ante estas situaciones les instó a tener “un discernimiento espiritual atento, profundo y prudente para que cada uno, sin excluir a nadie, sin importar la situación que viva, pueda sentirse acogido concretamente por Dios”. El papa Francisco invitó a los católicos a seguir trabajando para que crezca “una cultura de la misericordia, basada en el redescubrimiento del encuentro con los demás: una cultura en la que ninguno mire al otro con indiferencia”.
Otra herencia de este Jubileo será la institución de la celebración por parte de la Iglesia católica de una Jornada Mundial de los Pobres.