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Washington.— Legisladores demócratas pidieron ayer al presidente Barack Obama indultar a los más de 750 mil jóvenes beneficiados con su primera acción de alivio migratorio y protegerlos de la amenaza de deportación del gobierno entrante.
Los datos personales de estos jóvenes —huellas digitales y direcciones incluidas— están en las bases de la administración estadounidense después de que se acogieran al programa que Obama lanzó para ellos. El temor es que la futura administración de Donald Trump utilice esa información para localizarlos y deportarlos. Por ello, tres congresistas: Lucille Roybal Allard, Zoe Lofgren y Luis Gutiérrez pidieron a Obama que les conceda a esos jóvenes un perdón presidencial que impida a Trump expulsarlos. “No pedimos amnistía ni perdón para 11 millones de inmigrantes. Hablamos de estos jóvenes”, dijo Lucille Roybal.
Los tres firmaron una carta enviada a Obama que señala que “hacer uso de su autoridad para el perdón, que no está sujeto a revocación, para proteger a estos jóvenes que confiaron en el programa que usted implementó es literalmente una cuestión de vida o muerte”. En la misiva advirtieron además que ya se han registrado suicidios de dreamers ante la incertidumbre en la que están.
“El presidente pudo utilizar a estos ‘soñadores’ en su campaña para razones políticas. Nosotros los invitamos a que salieran [de las sombras], que confiaran en el gobierno. Ahora no podemos hacer otra cosa que demandar al presidente que utilice su poder de perdón y los ponga en un sitio donde puedan estar seguros... Es el momento del presidente para actuar”, dijo Gutiérrez.
En tanto, autoridades del condado de Miami-Dade, ubicado al sur de Florida y con población predominante de inmigrantes, rechazaron ser santuario de indocumentados al reafirmar su cumplimiento de las leyes.
Las autoridades de este condado descartaron seguir el ejemplo de otros alcaldes de grandes ciudades, como el de Chicago, Rahm Emanuel, quien dijo que no colaborará con Trump para entregar a indocumentados con fines de deportación. Si el delito por el cual el indocumentado es grave o hay una orden de corte de por medio, Miami-Dade retiene al acusado a pedido de la autoridad migratoria, dijo el alcalde Carlos Giménez, quien pese a ser republicano apoyó a la derrotada Hillary Clinton en esta elección.
En tanto, la ciudad de Nueva York se prepara para reforzar su legislación contra quien engañe a inmigrantes que traten de realizar trámites para regularizar su situación ante la incertidumbre que reina con respecto a su futuro, dijeron concejales municipales.