Nueva York.—El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, usó maniobras legalmente cuestionables para evadir el pago de “decenas de millones” de dólares en impuestos en la década de 1990, apuntó anoche el diario The New York Times.

En una investigación, el diario destacó que la maniobra fue tan cuestionable en términos legales, que los propios abogados de Trump le advirtieron en una carta que la Oficina de Impuestos (IRS) la declararía impropia si el magnate fuera auditado.

La maniobra fue más tarde declarada ilegal por el Congreso, aunque ya Trump había evitado reportar al fisco cientos de millones de dólares, lo que le ahorró una millonaria suma, que no es posible precisar, porque el candidato se ha negado a revelar sus declaraciones fiscales.

Los expertos fiscales consultados por el diario señalaron que la estratagema empleada por Trump claramente llevó hasta el extremo lo que era permisible por las leyes en ese momento.

La maniobra permitió a Trump gozar de “enormes beneficios fiscales”, luego de perder vastas sumas de dinero de inversionistas y de bancos que financiaron la construcción de uno de sus casinos en Atlantic City.

Trump logró presionar a sus acreedores para que le perdonaran cientos de millones de dólares en deuda, debido a que su negocio de casinos amenazaba con irse a la quiebra.

Desde la perspectiva de las autoridades fiscales en Estados Unidos, una cancelación de deuda significa una suma que se considera como ingreso susceptible de impuestos, lo que hubiera obligado a Trump a pagar impuestos sobre esos cientos de millones de dólares.

Descarta Obama que FBI busque influir en elecciones. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, no cree que el director del FBI, James Comey, esté tratando “intencionadamente” de influir en el resultado de los comicios presidenciales al informar que se investigan nuevos documentos en el caso de los correos de Hillary Clinton, según la Casa Blanca.

La opinión que tiene Obama sobre la “integridad” y el “carácter” de Comey “no ha cambiado”, argumentó ayer el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.

“El presidente no cree que el director Comey esté tratando intencionadamente de influir en el resultado de la elección” o de tejer una estrategia “en secreto para beneficiar a un candidato o partido político”, insistió.

En tanto, un funcionario federal informó que el FBI tendrá que revisar miles de correos electrónicos, situación que plantea la interrogante de si cualquier hallazgo sería dado a conocer antes de la jornada electoral.

El Departamento de Justicia, que busca atender las preocupaciones que ha suscitado el momento de la revelación de los correos electrónicos y las posibles secuelas después de las elecciones, dijo ayer que “dedicará todos los recursos necesarios” para concluir la revisión con prontitud.

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