Los Ángeles.— “Voy a votar por Hillary Clinton”, dice en exclusiva a EL UNIVERSAL Rosario Marín, la mexicana nacionalizada estadounidense más prominente de la política de ese país y quien fue tesorera de Estados Unidos entre 2001 y 2003 — bajo la administración del presidente George W. Bush—. Los 527 millones de dólares en papel que se emitieron diariamente en esos años llevan su firma. En 1994 y 1999 fue alcaldesa de Huntington Park, la ciudad que tiene 99% de habitantes hispanoparlantes. Rosario Marín llegó a EU a los 14 años.

Que una republicana tan destacada anuncie que no sólo quiere que el candidato presidencial de su partido, Donald Trump, pierda las elecciones, sino que además promueva el voto en favor de Hillary Clinton, la abanderada demócrata, “sin duda también está haciendo historia, una historia paralela”, señala Jesús Pulido, analista político.

Marín es contundente: “Estoy poniendo todo mi esfuerzo como republicana para que Donald Trump no llegue a la presidencia de Estados Unidos”, afirma la ex funcionaria.

“Prefiero a Hillary en la Casa Blanca, con su experiencia y nuestras diferencias, que a un Trump con sus inconsistencias y su locura”, declara.

Si Clinton la llama a su equipo

EL UNIVERSAL ha sido el único medio que sorprendió a Marín con una pregunta inesperada.

¿Rosario Marín aceptaría un cargo en el gabinete de Hillary si gana la presidencia de Estados Unidos?

—No estoy pensando en eso, ni es mi búsqueda ni intención, sólo estoy tratando de que Donald Trump no gane.

Pero, ¿aceptaría una propuesta de Hillary Clinton en su momento, si fuera el caso?

—No digo que no, si sucede, podría escuchar en su momento una propuesta de Hillary Clinton; pero en este momento no estoy pensando en eso.

“Lo más seguro es que sí aceptara Rosario. A Hillary le sería de mucha utilidad una mujer como Rosario y a Rosario le daría un nuevo empuje a su carrera política”, dice Jesús Pulido.

Marín declara: “La llegada de una mujer a la presidencia de Estados Unidos es un momento histórico. Uno en el que las mujeres de este país, si sucede, nos vamos a empoderar más”.

Postura irreconciliable con Trump

Marín explica por qué no es posible una reconciliación con Trump. “Lo primero que hizo fue hablar mal de los mexicanos; yo soy mexicana. Casi toda mi familia lo es. Habló mal de las mujeres, yo soy una ciudadana estadounidense, soy mujer. Se burló de los discapacitados, yo tengo un hijo con síndrome de Down. No es posible apoyar a alguien así”, describe Marín. Agrega: “Espero que gane Hillary Clinton”.

La reconstrucción de un partido

Reconoce que estas elecciones “han dañado muchísimo al Partido Republicano; va a ser necesaria una reconstrucción seria y a profundidad. Después de la experiencia con Trump, no va a quedar nada más que divisiones, rencores y malos entendidos. Tendremos que reiniciar una reconstrucción para volver a dar la batalla electoral dignamente”.

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