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El profesor de filosofía de la Universidad de California en Irvine, Aaron James, no tiene pelos en la lengua cuando habla del candidato republicano, Donald Trump. En su más reciente libro, Trump, Ensayo sobre la imbecilidad (Malpaso), aplica su “teoría del imbécil” al candidato republicano, un personaje que, si llega a la Casa Blanca, significaría “el fin de Estados Unidos”, tal y como cuenta el autor en entrevista telefónica con EL UNIVERSAL.
¿Por qué llamar “imbécil” a Donald Trump?
—Un imbécil es un tipo que sistemáticamente toma ventajas especiales en las relaciones sociales, está convencido de que tiene derecho a hacerlo, que es inmune a las quejas; cuando Trump apareció en la política estadounidense tuve la urgencia de identificar su tipo de imbecilidad. Porque es un imbécil: se aprovecha [de la gente], rompe las reglas constantemente y se siente con derecho, cree que tiene privilegios.
Usted usa el término como característica, no como insulto.
—Se puede decir que alguien es imbécil y que sea cierto, incluso si no se está en contra de esa persona: puede ser tu amigo y decir que lo es. Incluso un imbécil puede decir que lo es y estar orgulloso de ello.
¿Y usted cree que Trump sabe que es un “imbécil”?
—Sería interesante preguntárselo. Creo que puede saber que lo es, estar de acuerdo con la descripción, pero no sé si encajaría con su imagen pública.
¿Cómo explicaría que la “imbecilidad” de Trump tenga seguidores y que sea tan atractiva?
—Creo que el atractivo que tiene entre parte de la población viene del desprecio a un sistema que los ha despreciado, un discurso político que se ha degradado, un momento en el que las ideologías han enfermado. La gente está molesta y quiere romper [con lo establecido]. No sé si eso explica totalmente por qué Trump ha aparecido, ya que una parte de su atracción es que es muy entretenido, carismático, cambia varias veces su imagen pública de una forma que es graciosa y divertida. Y, además, tiene un componente humano. Es un payaso bobo en el sentido de que es un animador que es muy sensible a lo que quiere su audiencia, pero a la vez es ajeno a la forma en que su audiencia lo ve. Es ajeno a ello y eso lo convierte en un personaje fascinante.
¿Es la idea del muro de Trump un ejemplo de su “imbecilidad”?
—Proponer el tema del muro como respuesta a los temas de inmigración, así como mostrar su desprecio por la población mexicana, fue un movimiento imbécil. Además, la idea del muro siempre fue una sandez, incluso su audiencia sabe que no va a hacerlo, que México no lo va a pagar.
¿Qué puede pasar si gana?
—Creo que será el fin de Estados Unidos, en el sentido de que la idea de [lo que representa] Estados Unidos se ha acabado. El país se fundó como una república democrática, y un autoritario como él, a veces violento... ¡no tiene políticas reales, sólo sugerencias!
¿Y cuál sería el mensaje que se estaría dando al mundo, cuando la primera potencia mundial elige a un “imbécil” como presidente?
—Sería la demostración de que el experimento estadounidense, el sistema de democracia representativa, ha fallado. Si en un momento crucial en la historia mundial, con desafíos como el cambio climático, los problemas internacionales o la crisis en Medio Oriente, elegimos a esta personalidad autoritaria que es totalmente ajena e insensata en todas las relaciones a largo plazo con América Latina, por ejemplo, acabaría con la imagen de Estados Unidos como ideal en el mundo, como meta de una cultura aspiracional.
¿Qué efectos podría tener?
—Estamos en un momento en el que necesitamos un liderazgo real, y él es un tipo increíblemente peligroso para el mundo. Haría que el poder de EU en el mundo, que es muy considerable, se convirtiera en la peor amenaza. En lugar de ser el garante de la paz, se convertiría en fuente de inestabilidad: la elección de Trump irá en contra de Estados Unidos.
¿Se le puede detener?
— Ya se está consiguiendo. Lo está frenando su propia autodisciplina; de alguna forma, el hecho de que sea un imbécil puede pararlo. Los medios de comunicación están pidiéndole explicaciones y rindiéndole cuentas de forma más efectiva.
