Cracovia.— El papa Francisco declaró ayer que “no es justo” ni “verdadero” asegurar que “el islam es terrorista”, aunque reconoció que entre los musulmanes existen “grupitos fundamentalistas”, como en todas las religiones.

Las declaraciones fueron hechas durante una conferencia de prensa a bordo del avión que lo llevó de regreso a Italia, al término de su visita pastoral a Polonia.

“A mí no me gusta hablar de violencia islámica, porque todos los días ojeo el diario y veo violencia, aquí en Italia: éste que mató a la novia, el otro que mató a la suegra. Estos son católicos bautizados, son violentos católicos”, explicó.

“Si yo hablo de violencia islámica, tengo que hablar de violencia católica, pero no todos los islámicos son violentos. Es como en la ensalada de fruta, hay de todo”, agregó.

Horas antes, el Papa encabezó la clausura de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que se llevó a cabo en la ciudad polaca de Cracovia.

Durante ese evento, Francisco pidió a los jóvenes congregados a que crean en un “nuevo mundo sin odios o fronteras como barreras”.

En la espectacular explanada bautizada como Campo de la Misericordia, y ante cerca de 2 millones de jóvenes que pasaron toda la noche allí, el Papa les animó a defender “una nueva humanidad”. También les exhortó a luchar pacíficamente por la honestidad y la justicia.

En la homilía, el jerarca católico utilizó un lenguaje coloquial, repleto de guiños a las nuevas formas de comunicación y al estilo de vida de la llamada generación millennials (nacidos entre 1980 y 2000), para que su mensaje les llegue mejor.

Les habló de la autoestima y del peligro de “no sentirse a la altura” y tener “una baja consideración de nosotros mismos”, y que “no sólo tiene que ver con la autoestima, sino que afecta también la fe”.

“¡Tú eres importante! Y Dios cuenta contigo por lo que eres, no por lo que tienes: ante él, nada vale la ropa que llevas o el teléfono móvil que utilizas; no le importa si vas a la moda, le importas tú. A sus ojos, vales, y lo que vales no tiene precio”, les animó.

Otro de los consejos de Jorge Bergoglio a los jóvenes fue decir un “no” fuerte “al dopaje del éxito a cualquier precio y a la droga de pensar sólo en uno mismo y en la propia comodidad” y les instó a que “entre tantos contactos y chats cada día” le puedan dedicar tiempo a la oración.

Finalmente, anunció que Panamá será sede de la JMJ de 2019.

El presidente de ese país centroamericano, Juan Carlos Varela, y su esposa, Lorena Castillo, estuvieron presentes en la misa junto con una delegación encabezada por el arzobispo José Domingo Ulloa y el cardenal José Luis Lacunza.

Francisco invitó a la delegación panameña al altar y Varela y su esposa pudieron intercambiar algunas palabras con el Pontífice.

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