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La zoocosis —una suerte de sicosis animal— terminó con 141 años de historia del zoológico de la capital argentina, que en era considerado uno de los 20 zoológicos más importantes del mundo.
En este lugar, que ocupa 18 hectáreas en el barrio de Palermo, vivían hasta hace poco mil 500 animales: 930 mamíferos, 115 reptiles y más de 430 aves. Ahora, está inmerso en proceso de convertirse en un ecoparque.
El zoológico fue inaugurado en 1875 y para 1893 ya tenía 700 animales. En 1997 fue declarado Monumento Histórico Nacional.
La historia cambió el 23 de junio pasado y el espectáculo de los animales en cautiverio, muchos de los cuales sufrían zoocosis, se acabó: el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, ordenó su cierre y anunció la transformación.
La zoocosis es una enfermedad que se ve en todos los zoológicos: “Los animales no pueden hacer ninguna de las conductas que les son propias y desarrollan una locura. Los tres chimpancés del zoológico de Buenos Aires estaban semipelados por tocarse y acicalarse compulsivamente. Son conductas que no existen en la naturaleza y que son propias de primates en cautiverio”, explicó a EL UNIVERSAL Malala Fontán, coordinadora de la ONG SinZoo, que impulsa este proyecto.
“El nuevo Ecoparque tendrá un enfoque muy innovador, no sólo a nivel local, sino que también podría sentar precedente en el mundo”, dijo a este diario el Ministro de Modernización, Innovcación y Tecnología de la ciudad de Buenos Aires, Andy Freire, quien dirige el proceso de renovación.
“En una primera etapa, promoveremos las ‘visitas conscientes’”, explicó.
El nuevo parque abrirá sus puertas este sábado y su prioridad será cuidar la calidad de vida de los animales que todavía vivirán en él. Las nuevas normas implican disminuir el número de visitantes y prohibirles arrojar alimentos a las jaulas.
El proyecto contempla que los animales sean trasladados, de manera paulatina, a sus hábitats naturales, y los únicos que se quedarán en el zoológico son los que necesiten algún tratamiento veterinario.
El jueves pasado, las autoridades locales asistieron al traslado de 46 aves rapaces, las cuales fueron reeducadas para que aprendieran a cazar.
El movimiento por el cierre y la reconversión del zoológico de Buenos Aires inició en 2012 tras la muerte del oso polar Winter, el cual falleció una Navidad por el calor.
Aunque aún no se define la misión que tendrá el el ecoparque, el gobierno de Buenos Aires ya formó la Comisión Técnico Ambiental para la Transformación del Zoológico, en la que participan la Fundación Banco De Bosques, la Fundación Naturaleza Para El Futuro y el Instituto Jane Goodall.
Javier Goldstein, de Banco De Bosques, explicó que el ecoparque “será un generador de proyectos de control ambiental, abierto a organismos de la sociedad civil”.