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Washington.— A Hillary Clinton le costó más de lo previsto pero ayer, finalmente, consiguió que el senador Bernie Sanders abandonara de forma oficial la carrera electoral demócrata y le diera su apoyo para enfrentarse al republicano Donald Trump en la carrera por la Casa Blanca.
“He venido aquí para dejar lo más claro posible (…) que doy mi apoyo a Hillary Clinton”, dijo Sanders en un acto en el que acompañó a la ex secretaria de Estado en New Hampshire, curiosamente el primer estado que el senador ganó durante las primarias demócratas. “Será una presidenta magnífica”, aseguró Sanders.
Clinton, ahora sí, tiene el camino libre, y el duelo con Trump es ya inevitable. Su eslogan ha cambiado a Stronger together (Juntos más fuertes), toda una declaración de intenciones. “Juntos construiremos un futuro en el que todos podamos creer, ”aseguró Clinton en el mitin.
Para llegar a este punto de unidad, la campaña de la ex secretaria de Estado ha tenido que batallar mucho y hacer concesiones.
Sanders, quien no esperaba llegar tan lejos en la carrera presidencial, ha obligado a Clinton, y por tanto al Partido Demócrata, a acercarse hacia las posiciones más progresistas y de izquierda que se recuerden y que él abanderó en su campaña. Eso se refleja en la hoja de ruta demócrata que se presentará en la convención del partido, a finales de este mes. Clinton y su equipo han aceptado y apropiado como suyas muchas de las promesas que hicieron famoso a Sanders, como el aumento del salario mínimo a 15 dólares y la gratuidad de la educación superior, entre otros temas.
A raíz de esta unión, Donald Trump retomó su llamado a los votantes de Sanders, con los que asegura tener afinidad por su oposición a los tratados de libre comercio. “Los recibimos con los brazos abiertos”, tuiteó el magnate. Según la más reciente encuesta de Reuters, la ventaja de Clinton sobre Trump es de 46% frente a 33%. En el sondeo anterior, la demócrata superaba al republicano 45% contra 35% en intención del voto.
