Las descalificaciones contra Donald Trump alcanzaron un nivel sin precedente y generaron una tormenta de ribetes judiciales después que la magistrada de la Suprema Corte de Justicia, Ruth Bader Ginsburg, se sumó a la crítica.

“Él es un farsante”, afirmó la magistrada de 83 años de edad en una reciente entrevista que se dio a conocer este martes, donde amplió anteriores críticas que se difundieron este fin de semana y el lunes por varios medios, incluido el diario The New York Times.

“Él no tiene consistencia. Dice lo que le viene a la cabeza. Realmente tiene un ego... ¿Cómo es que ha evitado presentar su declaración de impuesto? Parece que la prensa ha sido muy gentil con él en ese tema”, cuestionó.

Ginsburg, una de las tres mujeres que integran el máximo tribunal, hizo las declaraciones durante una entrevista con Joan Biskupic, analista legal de CNN, especializada en la Suprema Corte de Justicia, y quien prepara un libro sobre el magistrado presidente John Roberts.

En su entrevista con The New York Times, Ginsburg anticipó a su vez un difícil escenario para Estados Unidos si Trump gana la elección presidencial de noviembre próximo.

“No puedo imaginar lo que este país sería con Donald Trump como nuestro presidente”, confesó al matutino.

“Al principio pensé que era gracioso pensar que hubiera posibilidad de que fuera presidente”, confesó a CNN sobre la candidatura del millonario de bienes raíces, quien sorprendió a propios y extraños al imponerse a otros 16 aspirantes, la mayoría políticos profesionales.

Algunos expertos legales estimaron que al involucrarse en la campaña política de este modo, la magistrada cruzó una línea que compromete su independencia judicial.

Sin embargo, expertos en ética judicial citados por Debra Cassens Weiss en un texto publicado este martes en el portal de la Barra Americana de Abogados (ABA), descartaron que Ginsburg violara el Código de Conducta judicial, porque sus palabras no vincularon a la Suprema Corte como tal.

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