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El pedido de prisión presentado contra cuatro dirigentes del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), del presidente interino, Michel Temer, dio ayer un nuevo giro a la virulenta e incierta crisis del país.
La solicitud de captura fue presentada por la fiscalía contra el presidente del Senado, Renan Calheiros, el ex mandatario José Sarney, el presidente suspendido de la Cámara Baja, Eduardo Cunha, y el ex ministro de Planificación del gobierno interino Romero Jucá.
La crisis alcanza así tal magnitud, que Brasil tiene hoy una presidenta —Dilma Rousseff— suspendida de sus funciones, un vicepresidente convertido en mandatario interino pero con su partido bajo sospecha y toda la línea de sucesión comprometida, pues a Temer le siguen, respectivamente, los presidentes de la Cámara Baja y del Senado.
Los pedidos de prisión están desde la semana pasada en manos del juez Teori Zavascki, uno de los 11 miembros del Supremo y que aún no ha decidido sobre el asunto, pero la información se filtró ayer, cuando fue obtenida por el diario O Globo. La fiscalía sustentó la solicitud en la sospecha de que los cuatro dirigentes del PMDB, todos muy cercanos a Temer, intentaron algunas maniobras para obstruir la acción de la justicia en las investigaciones sobre las corruptelas en la estatal Petrobras.
Temer está en el poder desde el pasado 12 de mayo, cuando asumió el cargo tras la suspensión de Rousseff, quien responde a un juicio político que puede llevar a su destitución. Desde entonces, Temer ya ha destituido a dos de sus ministros, incluido Jucá, por indicios de que también habrían intentado impedir el trabajo de los tribunales en Petrobras, centro de un escándalo que salpica al PMDB y al Partido de los Trabajadores (PT), de Rousseff, entre otras formaciones.
Calheiros calificó de “abuso” la petición de la fiscalía y negó haber incurrido en “acto alguno que pueda ser interpretado como una supuesta tentativa de obstruir a la justicia”.
En tanto, la defensa de Rousseff afirmó que ella viajará por el país para defender su inocencia en automóvil o en vuelos comerciales, luego de que el gobierno interino sólo aprobara el uso de aviones oficiales para su traslado a Porto Alegre.
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