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El presidente francés, François Hollande, advirtió hoy sobre el riesgo de "los extremismos y populismos" tras conocerse el resultado de la consulta británica, mientras que la extrema derecha consideró que la victoria del "brexit" legitima un referéndum sobre la relación de Francia con la Unión Europea.
"El peligro es inmenso ante los extremismos y los populismos. Siempre hace falta menos tiempo para deshacer que para hacer, para destruir que para construir. Francia, país fundador de Europa, no lo aceptará", manifestó Hollande en una declaración institucional tras reunirse con varios ministros en el Palacio del Elíseo.
El jefe del Estado francés, país en el que residen unos 171 mil británicos, alertó de que el éxito de la salida británica del club comunitario "pone gravemente a prueba a la Unión Europea, que debe mostrar en estas circunstancias su solidez y su fuerza, aportando las respuestas necesarias para controlar los riesgos económicos y financieros de su salida".
Hollande pidió a los socios europeos que ahora se concentren en "lo esencial", que agrupó en cuatro epígrafes: la seguridad, la inversión, la armonización fiscal, la social, y el refuerzo de la zona euro y de su gobernanza democrática.
"Europa es una gran idea, y no solo un gran mercado", añadió el presidente francés, quien destacó que París hará todo lo que esté en su mano para reafirmar la existencia del proyecto común y lograr que se produzca en él "un cambio profundo".
Respecto a la salida efectiva del Reino Unido del seno de la UE, el presidente francés garantizó que "los procedimientos previstos por los tratados serán rápidamente aplicados".
El primer ministro, Manuel Valls, consideró que la victoria del "brexit" evidencia un riesgo de "ruptura" en la UE y subrayó que se impone una "reacción colectiva a la altura del acontecimiento" para "construir otra Europa, escuchando a los pueblos", porque la votación "revela un malestar mucho tiempo ignorado".
Ese malestar mencionado por el jefe del Ejecutivo lo intentó capitalizar Marine Le Pen, líder del partido euroescéptico y ultraderechista Frente Nacional (FN), que consideró que el "brexit" concede "una legitimidad suplementaria para llevar ese debate a Francia" y exigir un referéndum sobre su relación con la Unión.
"El Reino Unido ha iniciado un movimiento que no se detendrá", aseguró en una declaración a la prensa Le Pen, diputada del Parlamento Europeo que se mostró convencida de que "se ha puesto en marcha el movimiento para el fin de la Unión Europea como la conocemos".
Su partido estrenó hoy un nuevo e inequívoco eslogan: "Brexit. Y ahora, Francia", que no necesariamente se corresponde con la voluntad que los franceses manifiestan en las encuestas.
Mientras, el expresidente francés y líder del partido conservador Los Republicanos, Nicolas Sarkozy, pidió elaborar un nuevo tratado europeo que contemple entre otros puntos paralizar el proceso de ampliación "hasta nueva orden", en referencia explícita a Turquía.
Según un sondeo del instituto demoscópico Odoxa difundido hoy por la revista "Paris Match", dos de cada tres franceses quieren que Francia permanezca en la Unión Europea.
También partidario de un cambio drástico en Europa, aunque desde el extremo ideológico opuesto a Le Pen, el líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon atribuyó la crisis en el Viejo Continente a la "política del capital en contra de los intereses de Europa", y el éxito del "out" a la troika y a la falta de armonización fiscal y social.
"Si las cosas se dejan como están solo habrá una alternativa: cambiar Europa o dejarla", dijo a la prensa el secretario general del Frente de Izquierda.
Mientras tanto, frente al monumental edificio de la Bolsa de París, que esta mañana se desplomaba un 10 %, los franceses a pie de calle mostraban opiniones divididas.
"Es chocante y mala señal la que se envía al resto de los países miembros de la UE. Va a abrir la puerta al nacionalismo (...) Es muy triste y muy mala señal", comentó a Efe Marc Sautelet, de 35 años.
Sin embargo, otros entienden que los británicos han tomado una "decisión lógica", opinó el joven Arthur Sarazin.
"Como francés, no siento la UE, no me evoca nada, no es más que una construcción puramente tecnocrática. Y si hoy me preguntasen si quiero permanecer o no en la UE, podría decir tanto sí como no, sin saber realmente la razón", señaló.
El presidente francés se reunirá el próximo lunes con la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro italiano, Matteo Renzi, para preparar el Consejo Europeo del martes.
jlcg