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Primero fueron las cervezas y, ahora, la Coca-Cola. La empresa regia Fomento Económico Mexicano (FEMSA) y The Coca-Cola Company, que representan el Sistema Coca-Cola de Venezuela, analizan el estado de su producción en el país sudamericano y podrían anunciar cambios la próxima semana, luego de registrar operaciones intermitentes en ese mercado, indicó ayer el área de comunicación de la compañía.
“Ahora comunicamos esta situación y si hubiera algún ajuste se estaría anunciando el lunes o el martes”, expresó a EL UNIVERSAL el corporativo, luego de emitir, el viernes, un comunicado advirtiendo que sus plantas en Venezuela están utilizando el remanente del inventario de azúcar en existencia y que, de seguir así, habrá interrupciones temporales en la producción de bebidas con azúcar.
La empresa mexicana Coca-Cola FEMSA, la embotelladora de Coca-Cola más grande de América Latina y que asumió operaciones en Venezuela en 2003, explicó que las centrales nacionales que les proveen de azúcar refinada de uso industrial cesaron temporalmente sus operaciones por falta de materia prima y que se realizan acciones para “afrontar la coyuntura coordinadamente con proveedores, autoridades competentes y nuestros trabajadores”.
De acuerdo con FEMSA, la posibilidad de realizar un paro total de su producción en Venezuela se analiza en este momento, frente a una situación difícil del abasto de azúcar para su portafolio de bebidas. Sin embargo, el corporativo resaltó que sigue firme en mantener las operaciones en el país.
“La situación no somos nosotros, sino la industria azucarera, esa es otra línea para investigar, qué está sucediendo con la industria azucarera, ella es la que nos suministra y debido a eso no podemos producir”, destacó en las declaraciones a este diario. La compañía reconoció que desde la semana pasada se han registrado operaciones intermitentes en Venezuela.
Hay cuatro plantas embotelladoras de Coca-Cola FEMSA en la capital venezolana, en Valencia, Maracaibo y Barcelona, además de 33 centros de distribución que atienden a 176 mil 503 detallistas o tiendas de venta al consumidor. En 2015, FEMSA vendió 8 mil 904 millones de pesos mexicanos en Venezuela, lo cual representó 2.8% de sus ingresos totales anuales (usando un tipo de cambio SIMADI de 198.70 bolívares por dólar americano).
En volumen, FEMSA comercializó en el mercado venezolano 235.6 millones de cajas unidad de bebidas en 2015, lo cual representó 6.8% del volumen total de refrescos comercializados por la empresa. El 86.2% de estas bebidas fueron refrescos, 6.8% agua embotellada y 7% productos no carbonatados como jugos.
La escasez de azúcar complica la situación de varias refresqueras. La semana pasada, la Asociación Nacional de Bebidas Refrescantes (Anber) de Venezuela informó que existía una crítica situación de inventarios de azúcar refinada en el país, lo cual impactaba su producción y abasto del mercado nacional. Reveló que se desconocía cuándo se normalizará la situación.
Agricultores venezolanos se quejan de que las expropiaciones que aplicó en 2007 el gobierno del entonces presidente Hugo Chávez a fincas de caña de azúcar desalentaron las inversiones privadas en el sector. Aunado a ello, la nación enfrenta una prolongada sequía que obligó a la actual administración de Nicolás Maduro a establecer un riguroso racionamiento eléctrico, por el que las industrias funcionan a 50% de su capacidad, pero casi 50% está a 30%, de acuerdo con un reporte entregado a
EL UNIVERSAL por la Federación de Cámaras de Venezuela (Fedecámaras), cúpula de la iniciativa privada.
Coca-Cola FEMSA se convierte así en la segunda empresa mexicana afectada en sus operaciones en Venezuela, luego de que, en 2008, Chávez expropiara los activos de la cementera Cemex.
El anuncio de Coca-Cola FEMSA se da un mes después de que Empresas Polar, que manufactura cervezas y alimentos y es una de las compañías más antiguas y emblemáticas de Venezuela, advirtiera que suspendería la producción cervecera por falta de cebada, por lo que escasean las cervezas de esa marca. Maduro respondió amenazando con que aquellas plantas que estén paradas serán ocupadas.
Con una economía que en 2015 sufrió un decrecimiento de 5.78% del Producto Interno Bruto (PIB) y prolongó una caída que empezó en el primer trimestre de 2014, Venezuela tiene paralizado cerca de 56% del parque industrial y enfrenta la más honda crisis política, social y económica de su historia, con una inflación que en 2016 cerraría en 720%, según distintos pronósticos.
Según el estatal Instituto de Estadísticas, el Consejo de Comercio, uno de los más importantes gremios privados, 58 mil empresas cerraron en 2015 y en 2016 cesarán hasta 40% de compañías en varias zonas. La oposición culpa al chavismo de falta de planificación y de desperdiciar más de 700 mil millones de dólares recibidos por Venezuela de 2005 a 2014 por exportaciones de petróleo, que ahora es casi su único producto exportable pero con precios a la baja acelerada en los últimos años.