El presidente Rafael Correa llegó a Ecuador la noche del domingo desde el Vaticano donde cumplía una visita y aterrizó en la ciudad portuaria de Manta, afectada por el potente terremoto de 7,8 grados de magnitud que sacudió el sábado buena parte de este país y causó graves daños en poblaciones como Pedernales, Portoviejo y Manta.
A su arribo, el mandatario se reunió con organismos de atención a desastres para conocer de primera mano la situación del país, donde seis de la 24 provincias han sido declaradas en estado de excepción, lo cual libera fondos y evita trámites para atender la situación.
Las autoridades ecuatorianas subieron el domingo a 246 el número de fallecidos y a 2.527 los heridos por un poderoso terremoto que se registró la noche del sábado en las costas centrales de Ecuador.
"La cifra actualizada total que tenemos hasta ahora es de 246 ciudadanos que han perdido la vida y alrededor de 2.527 heridos. Se están elaborando listas de desaparecidos y continúan las labores de rescate", dijo el vicepresidente Jorge Glas en rueda de prensa.
El Servicio Geológico de Estados Unidos situó el epicentro del sismo a una profundidad de 19 km (11,8 millas), 27 kilómetros (16 millas) al sur-sureste de Muisne, Ecuador.
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