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El beso en la boca de Pablo Iglesias a su compañero catalán Xavier Domènech ante la perpleja mirada de tres ministros del gobierno en funciones de Mariano Rajoy robó ayer protagonismo a la investidura del socialista Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados de España.
La imagen se convirtió en una de las más difundidas de la sesión parlamentaria, en la que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) perdió su primer intento de formar un gobierno, al no conseguir los votos parlamentarios necesarios. La segunda vuelta será este viernes.
Fue Iglesias quien bajó de su escaño y dio un abrazo y un beso al líder del partido catalán En Comú Podem —afín a Podemos— en medio del hemiciclo tras su estreno en la tribuna de la Cámara baja.
En primera fila, presenciando el gesto con expresión de sorpresa, estaban los ministros de Economía (Luis de Guindos), Sanidad (Alfonso Alonso) y Agricultura (Isabel García Tejerina) del gobierno del conservador Mariano Rajoy, en funciones desde las elecciones de diciembre. La imagen, poco frecuente en el Congreso de los Diputados, se hizo viral en internet y abrió informativos televisivos. En las redes sociales, no tardaron en llegar los montajes y chistes.
Algunos la compararon con el histórico beso de Leonidas Brezhnev (URSS) y Erich Honecker (RDA) en 1986. Otros, con el que dio el guardameta Iker Casillas a su pareja, la periodista Sara Carbonero, tras el triunfo de España en el Mundial de fútbol de 2010.
En todo caso, fue uno de los pocos gestos de cariño en una de las sesiones de investidura más broncas que se recuerdan en España.