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Una corte en Francia dio luz verde el jueves al gobierno para demoler tiendas de campaña y chozas que albergan a centenares de migrantes en un campamento improvisado en Calais, donde miles esperan con sueños de llegar a Gran Bretaña.
El campamento en la ciudad portuaria norteña — conocido como "la jungla" — ha sido un capítulo embarazoso y a menudo chocante en la crisis de migrantes en Europa, y el estado anunció este mes que la sección sur, densamente poblada, tenía que ser arrasada.
Asociaciones opuestas a la medida presentaron una protesta ante la corte, pidiendo el aplazamiento de un plazo fijado el martes para la salida de los migrantes.
La corte en Lille falló que las chozas improvisadas usadas por los migrantes pueden ser destruidas, pero espacios comunes como sitios de oración, escuelas y una biblioteca deben quedar en pie.
Los equipos de demolición se aprestaban a comenzar lo que las autoridades dijeron será una mejor solución para los migrantes varados en Calais, con las fronteras virtualmente cerradas por las crecientes medidas de seguridad.
Las autoridades estiman que la cifra de migrantes afectados por el paso será de 800 a 1.000. Organizaciones humanitarias dicen que más de 3.000 migrantes viven allí.
Trasladar a los migrantes del minibarrio miseria será el paso más drástico tomado por el gobierno francés para poner fin al problema con los migrantes en Calais, que ha transformado la ciudad norteña en un punto de altas tensiones de seguridad, alimentado la xenofobia ultraderechista y desafiando esfuerzos de Francia y Gran Bretaña para resolverlo. Críticos dicen que cerrar el campamento pudiera no ser la solución.
En noviembre, la misma corte de Lille ordenó al gobierno limpiar el campamento añadiendo agua corriente, inodoros, botes de basura y contando el número de menores sin familias — ahora 326 — para ayudar a los necesitados.
Al anunciar los planes para cerrar el campamento, las autoridades argumentaron razones de seguridad y salubridad y los crecientes problemas de imagen para Calais, una ciudad de casi 80.000 habitantes que se enorgullece de atraer turismo a su Costa de Ópalo. Su posición geográfica — con un importante puerto de ferris, el sistema del Eurotúnel y tráficoi de camiones cruzando el Canal de la Mancha — le ha puesto en la mira de la crisis de migrantes.
ahd