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En un desafío al presidente Barack Obama, que se extendió hasta las filas demócratas, la Cámara de Representantes votó ayer a favor de frenar los planes del gobierno para recibir hasta 10 mil refugiados sirios en 2016 y elevar los controles para evitar que terroristas emboscados se filtren entre potenciales asilados en Estados Unidos.
Con una votación de 289 contra 137, una abrumadora mayoría bipartidista en la Cámara Baja decidió plegarse al temor que reflejan las encuestas de opinión tras los atentados terroristas en París. “No podemos y no debemos esperar para actuar cuando se trata de la seguridad de nuestro país”, aseguró el líder de la mayoría republicana, Paul Ryan, al asestar un duro golpe contra los planes de la administración Obama de sumarse al esfuerzo de sus aliados europeos para tratar de ofrecer un refugio seguro a millones de personas que huyen de la guerra en Siria e Irak.
La iniciativa de ley, que Obama prometió vetar, deberá sortear un complicado voto en el Senado poco después del Día de Acción de Gracias la próxima semana, antes de regresar a la Cámara de Representantes.
El voto en contra de recibir a refugiados que huyen de la guerra en Siria e Irak ocurrió en un ambiente de terror y rechazo generalizado que han atizado los aspirantes del Partido Republicano a la nominación presidencial, como el magnate Donald Trump o el médico cirujano, Ben Carson.
“El gobierno tiene la obligación de proteger a la población de terroristas emboscados, de la misma forma en que un padre protege sus hijos de un perro rabioso”, dijo Carson. Grupos como la Unión Americana en Defensa de las Libertades Civiles criticaron la decisión de la Cámara Baja.
Autoridades federales estadounidenses confirmaron ayer que dos familias de inmigrantes sirios integradas por un total de ocho personas, solicitaron asilo en EU, luego de presentarse en uno de los cruces internacionales de Laredo, en la frontera de Texas con México.
Entre tanto, el secretario de Defensa, Ashton Carter, sugirió ayer una escalada del conflicto en Siria, al señalar que el ejército estadounidense “esta preparado para cambiar las reglas de combate” con el posible envío de más efectivos para reforzar los operativos de las fuerzas especiales.
Con información de Notimex
