La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, sobrevoló hoy en helicóptero las áreas afectadas por la riada de lodo que dejó al menos ocho muertos en el estado de Minas Gerais y anunció una millonaria multa contra la minera Samarco, controlada por las multinacionales Vale y BHP.

Rousseff aseguró que lo que vio "hace helar el corazón".

La riada de barro y residuos minerales se produjo el pasado jueves después de que dos diques de la minera Samarco, controlada por la brasileña Vale y la anglo-australiana BHP, se rompieran en una mina situada en jurisdicción de la ciudad de Mariana.

Durante su visita a Governador Valadares, una de las siete localidades afectadas, la presidenta informó de que el Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama) le impuso una multa de 250 millones de reales (unos 66 millones de dólares) a Samarco.

De acuerdo con Rousseff, la sanción pecuniaria fue impuesta por los daños ambientales provocados por la ruptura de los diques y los efectos que el accidente ha tenido sobre la cuenca hidrográfica de la región.

"Aplicamos una multa preliminar. Primero van las multas, segundo las indemnizaciones y tercero el resarcimiento, la reconstrucción y los costes de las actividades que fueron interrumpidas", afirmó la jefa del Estado en declaraciones a los periodistas.

Rousseff visitó las áreas afectadas acompañada por la ministra de Medio Ambiente, Izabella Teixeira, el titular de Integración, Gilberto Occhi, y el gobernador de Minas Gerais (sureste), Fernando Pimentel.

La presidenta sobrevoló el distrito de Bento Rodrigues, que depende administrativamente de Mariana y fue completamente borrado del mapa por la avalancha, que destruyó 158 de sus 180 casas y dejó cuantiosos daños en las otras 22 viviendas.

Las autoridades brasileñas continuaban hoy la búsqueda de una veintena de desaparecidos, entre los que se encuentran trabajadores de Samarco y habitantes de Bento Rodrigues.

Tras visitar Minas Gerais, Rousseff se desplazó al vecino estado de Espíritu Santo, donde está previsto que llegue la riada de lama, lo que podría afectar el abastecimiento de agua en la región.

La avalancha, que contenía unos 62 millones de metros cúbicos de agua, hierro, tierra, arcilla, arena y otros residuos minerales, fue la peor registrada en el mundo en la última década por la ruptura de diques en minas, según el Gobierno brasileño.

ahd

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