El presidente de EU, Barack Obama, defendió hoy que el movimiento "Black Lives Matter" ("Las vidas negras importan") plantea un problema "real" que el país tiene que "tomar en serio", y abogó por reformar el sistema de justicia criminal sin dejarse "cegar por el miedo".

"La comunidad afroamericana no se está inventando esto. Es algo real, hay un problema detrás del que tenemos que hablar", dijo Obama en un foro sobre justicia criminal organizado en la Casa Blanca.

El mandatario defendió así el movimiento "Black Lives Matter", surgido a raíz de la muerte de varios jóvenes negros desarmados a manos de policías en los últimos años.

Obama lamentó que mucha gente haya tachado ese movimiento de "opuesto a la policía" y haya enfatizado que "todas las vidas importan", como si los activistas estuvieran siendo "racistas" respecto a la población blanca con su causa.

"Esto no es simplemente algo que se esté politizando. Es real, y hay una historia detrás de ello, y tenemos que tomarlo en serio. Es un problema legítimo que tenemos que afrontar", sostuvo.

El movimiento se ha convertido en una corriente influyente en las campañas electorales para la Presidencia en 2016, hasta el punto de que, en el debate demócrata de la semana pasada, los aspirantes tuvieron que responder a la pregunta: "¿Importan las vidas negras, o importan todas las vidas?".

Por otra parte, Obama continuó con su campaña a favor de una reforma del sistema de justicia criminal y de las sentencias a quienes cometen delitos no violentos relacionados con las drogas.

"Estamos gastando 80 mil millones de dólares al año en encarcelar a gente. Necesitamos sentenciar de forma más inteligente", afirmó.

El mandatario abogó por mejorar "la recolección de datos a nivel nacional" sobre el sistema penitenciario y judicial, y actuar sin dejarse "cegar por la ideología o cegar por el miedo".

"2014 marcó un récord histórico en el descenso de los delitos violentos, así que si el crimen subió en algunas ciudades, eso no significa que vaya a venir una ola de crimen" en todo el país, argumentó.

Preguntado por si, además de los delitos menores sobre drogas, la reforma judicial debería abordar también una reducción de sentencias para los crímenes violentos, Obama apostó por no entrar, de momento, en ese área y avanzar de forma "metódica, viendo qué funciona y qué no".

"Este es un proceso con fases. Perderemos al público si intentamos hacerlo todo a la vez sin tener datos ni pruebas", alertó Obama.

"Estoy mucho más interesado en un proceso sostenido en el que unamos al público, que empiece con los objetivos más alcanzables", añadió.

Respecto a las denuncias de racismo en el sistema de justicia criminal, Obama aseguró que las agencias de seguridad del país "reflejan la sociedad".

"Cuando yo era joven, hubo veces en las que estaba manejando mi auto y me detuvieron, y no sabía por qué", reconoció.

La solución a ese tipo de dinámicas, opinó, son los programas de "policía comunitaria que reconstruyen la confianza" con los habitantes de los barrios más deprimidos.

ahd

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