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La Clínica de Fertilidad de la Secretaría de Salud del Estado de México se ha convertido en una auténtica fábrica de sueños, donde cientos de parejas de todos los estratos sociales, condiciones y procedencia acuden para buscar una alternativa que les permita revertir lo que se había convertido en una sentencia: la imposibilidad de ser padres.

En febrero de 2014, el gobernador del Estado de México, Eruviel Avila, anunció en Valle de Bravo el primer proyecto en la entidad, una clínica de fertilidad pública.

Un año después, el 16 de febrero de 2015, se inauguró este centro especializado, ubicado en el segundo piso del Hospital “Mónica Pretelini” de Toluca, al estimarse que el alcance de su impacto sería de más de 270 mil beneficiarios potenciales.

A poco más de un año de su inauguración los resultados son destacables. A mediados de agosto nació Abby, la primera bebé concebida en este centro, bajo la técnica de fertilización in vitro, una de las más costosas y difíciles de conseguir en el mundo de la “biología reproductiva”, pero que aquí, no sólo se perfecciona cada día sino que además se “democratiza”, pues al menos otras mil parejas están en lista de espera para acceder a este procedimiento, mientras que alrededor de otros 200 embarazos están en curso con la aplicación de otras técnicas, como el coito asistido y la inseminación artificial.

Hasta el momento 153 bebés han visto la luz gracias a la ciencia que se desarrolla aquí, en esta pequeña y confortable clínica que se convirtió en un “atrapasueños” mexiquense.

El “Centro de Biología Reproductiva” que cubre los más altos estándares internacionales en calidad científica tuvo una inversión de 27 millones de pesos en equipamiento y construcción, además cuenta con equipo y tecnología de vanguardia para tratamientos de reproducción asistida de baja y alta complejidad como inseminación artificial y fertilización in vitro, aseguró el titular de Salud, César Nomar Gómez, al destacar que brinda atención a mujeres de entre 18 y 36 años que no han logrado concebir un embarazo después de un año de buscarlo sin protección anticonceptiva.

Las metas del centro también son importantes: en una primera etapa (la cual está en curso) se tiene previsto recibir más de mil 500 parejas al año con diagnóstico de infertilidad, proporcionar más de 3 mil consultas anuales y más de 300 procedimientos de reproducción asistida, 90 de fertilización in vitro y cerca de 200 de inseminación artificial. Todos estos números prácticamente se han superado.

De acuerdo al secretario de Salud, se trata de la primera clínica de carácter público especializada en tratar la infertilidad en esta entidad, por lo que el Estado absorbe 90% del costo de los tratamientos, los cuales, para tener un referente, pueden ir desde los 100 mil pesos (no menos), hasta los 300 mil.

Los padres de Abby, a punto de cumplir su primer mes de vida, gastaron cerca de 30 mil pesos en medicamentos que bajo este nuevo esquema, de fertilidad asistida por el Estado, no cubre el llamado “seguro popular”, pero que abre una cuota de esperanza para las parejas con ingresos medios.

Se estima que más de 80% de las parejas que llegan aquí, generalmente presentan un historial de desgaste emocional severo y técnicamente en “bancarrota, pero salen con una esperanza real y un diagnóstico promisorio, algunas arrancan su tratamiento de inmediato, mientras que otras tendrán que formarse un año en lista de espera.

LAS CAUSAS

Carlos Fernández Mejía, director de la Clínica de Fertilización del Hospital Materno-Perinatal Mónica Pretelini, indicó que a nivel mundial la infertilidad afecta entre 10% y 15% de la población, mientras que a nivel estatal el indicador es de 14%, lo que representa 240 mil parejas imposibilitadas para procrear.

El experto aseguró que entre las causas más comunes de este padecimiento, se encuentran la endometriosis, el síndrome de ovario poliquístico, infecciones de transmisión
sexual que afectan la permeabilidad de las trompas uterinas, así como otras alteraciones en la calidad de los espermatozoides.

Señaló que en términos generales no hay más mujeres o más hombres infértiles, pues seguimientos estadísticos han demostrado que la infertilidad está distribuida entre la población en términos similares, es decir a 50% entre ambos sexos.

Según estadísticas en México, “se estima que hasta en 40% de los casos de infertilidad, la causa radica en el hombre y en un 20% más, se puede encontrar una alteración en ambos miembros de la pareja”, puntualizó.

Refirió que aunque la creencia común es que la mujer es la infértil, realmente no es así, ya que el estilo de vida de muchos hombres los conduce a la infertilidad, como el exceso de alcohol o el cigarro.

En la mujer se tienen establecidas posibles causas entre las que destacan la obesidad, la bulimia o anorexia, los miomas intrauterinos; infecciones, abortos repetitivos, factores genéticos y desconocimiento de tiempos fértiles; mientras que en el hombre otra causa común puede ser la exposición constante a solventes, químicos o fuentes de calor.

El objetivo de esta clínica pública de concepción asistida, comentó, es establecer un protocolo de estudio dirigido y especializado, que permite investigar la causa de la infertilidad en cada pareja y de esta manera “ofrecer el tratamiento más adecuado en cada caso”.

LOS PROCEDIMIENTOS Y EQUIPO

La clínica está diseñada para llevar a cabo tratamientos de reproducción asistida de baja y alta complejidad, entre ellos inducción de ovulación, inseminación artificial y fertilización in vitro.

El área de consulta externa cuenta con cinco espacios de interrogatorio y tres áreas de exploración, equipadas con ultrasonido, para realizar los procedimientos diagnósticos, así como un área de recolección de muestras.

En la zona de investigación se realizan los protocolos iniciales, mientras que el “área blanca” está compuesta por un quirófano, donde se llevan a cabo procedimientos de reproducción asistida.

También se cuenta con el laboratorio de fertilización in vitro donde se realizan las técnicas de fecundación y cuenta con equipos como el microscopio invertido, campanas de flujo laminar, un micromanipulador y seis incubadoras de bióxido de carbono, que permiten el desarrollo de los embriones.

Además existe un laboratorio de andrología, en el que se analizan y procesas muestras seminales, que se utilizan en el proceso.

La clínica, que ya cumplió 18 meses de operación, cuenta con un fuerte equipo de expertos integrado por dos médicos especialistas en “biología de la reproducción humana”; enfermeras capacitadas en estos procedimientos y otros dos biólogos expertos en técnicas de laboratorio de reproducción asistida.

Existe un especialista en “cirugía laparoscópica de mínima invasión” que permite atender procedimientos de cirugía reproductiva con esa característica; además de un psicólogo y un nutriólogo que atienden problemas conexos a la infertilidad y ayudan a los pacientes a optimizar sus condiciones mentales y físicas para tener éxito en sus tratamientos.

El tratamiento psicológico a los que se someten las pacientes, principalmente mujeres candidatas a inseminación artificial o a un procedimiento in vitro, son claves para tener éxito, ya que algunas traen fuerte presión emocional o traumas relacionados con abortos previos o intervenciones traumáticas, que las dejaron incapacitadas parcialmente para procrear de forma natural. Incluso algunas son sometidas a un proceso de “hipnosis” con el objetivo de relajarlas y ayudarlas a alcanzar un estado mental óptimo para lograr la tan deseada concepción.

LOS NÚMEROS

En año y medio de operar ininterrumpidamente, los números de la clínica son de tomar en cuenta. Hasta el momento 43 bebés, concebidos en laboratorios por decirlo de algún modo, se han convertido en el primer logro encarnado de este lugar, cuya fama poco a poco va creciendo.

En lo que va del año, la clínica ha proporcionado 931 consultas de primera vez y ha impartido otras 3 mil 829 consultas subsecuentes y prácticado mil 505 “espermabioscopias”.

Asimismo el “Doctor Masculino o andrólogo” ha brindado mil 322 entrevistas y 198 capacitaciones espermáticas para inseminación artificial, en tanto que se han practicado 630 histeroscopias , así como dos mil 482 ultrasonidos ginecológicos y 203 inseminaciones artificiales , más 343 inducciones de ovulación. Se estima que 80% de los mil 200 pacientes que actualmente son atendidos por la clínica, se encuentran en lista de espera para un procedimiento in vitro.

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