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Chimalhuacán, Méx.— Víctimas que sobrevivieron a las heridas que les provocó una mujer que con un arma punzocortante los atacó en comunidades de la parte sur del municipio, sufren desestabilización emocional; algunos de ellos presentan diversos síntomas como paranoia, ideas suicidas, enojo y culpabilidad.
Gloria Pérez Frías, titular de la Unidad Especializada de la Policía para la Atención a Víctimas de Violencia Familiar y de Género (Uepavig), dijo que además de las personas que sufrieron las agresiones, sus familiares presentan problemas emocionales y son ayudados sicológicamente para que puedan superar el trauma que enfrentan debido a estos ataques.
Yolanda, quien fue agredida el 16 de septiembre en el barrio Labradores, es una de las que más han sido afectadas, pues antes de la agresión de La Degolladora, como es llamada la mujer que los ataca, ya estaba en un tratamiento sicológico por problemas depresivos y de ansiedad.
“Empezó a generar mayor grado de ansiedad [después de la agresión] su miedo a desvalorarse, pensar que ella es culpable, empezó a culparse por haber salido el día del ataque y esto provocó alterar lo que ya tenía. Empezó a tener ideas paranoicas, de miedo, de no querer salir y crear sicosis entre sus hijos a tal grado de no querer prender la luz porque creían que estaban siendo vigilados”, explicó Gloria Frías.
En los últimos días su estado emocional ha mejorado por la ayuda ofrecida por la autoridades. Yolanda, de 45 años de edad, recibió una herida en el cuello, por lo que le tuvieron que dar 20 puntadas.
Del 14 al 18 de septiembre se registraron siete ataques con arma punzocortante, supuestamente, cometidos por una joven mujer contra habitantes de ese municipio mexiquense; dos féminas murieron y cinco personas resultaron heridas, entre ellos dos hombres.
Los familiares de José Alberto, el joven de 36 años, quien fue el primero que fue agredido por La Degolladora la madrugada del 14 de septiembre, han externado mucho coraje contra la responsable del ataque.
“Ellos están enojados, pero también tienen mucho temor porque ella [la agresora] llegó hasta donde José Alberto tocó la puerta y el temor es de que regrese a su casa”, comentó.
José Alberto aún se encuentra internado en un hospital por la gravedad de las lesiones que recibió.
Otro de los que han expresado coraje por las heridas que le propinó la mujer joven de entre 20 a 25 años de edad, de tez morena, delgada y muy ágil, es Antonio, de 43 años.
“La gente que sufre de alguna agresión y que está en peligro su vida genera sentimientos de culpa, produce un recuerdo de los hechos pasados y se preguntan: ‘¿Qué hice para merecerme esto?’ y hacen una revaloración de vida”.
La titular de la Uepavig estimó que las víctimas y sus familiares deben tener ayuda sicológica durante seis meses para que su estado emocional mejore. Si la responsable de los ataques es detenida contribuiría en gran medida a su evolución, indicó.
Hasta ahora la llamada Degolladora no ha sido aprehendida por las autoridades policíacas del municipio mexiquense de Chimalhuacán.
Lo último que se ha conocido de ella fueron las declaraciones de un hombre realizadas la semana pasada ante las autoridades, en donde aseguraba que su pareja sentimental lo había tratado de agredir con un arma punzocortante, por lo que quería denunciarla.
Sin embargo, hasta el momento las autoridades no han dado con su paradero, a pesar de que en el municipio se realizan diversos rondines de la policía local para capturarla.