En la Ciudad de México existen más de 12 mil 800 semáforos, de los cuales sólo 30% es monitoreado por la Subsecretaría de Control de Tránsito de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) capitalina, razón por la cual se desconoce el número de fallas que presentan todos los aparatos cada día.

“Una cuantificación no la tenemos como tal, consideramos que son menores para la cantidad de semáforos, es decir, tenemos 3 mil 200 intersecciones semaforizadas, pero si tomados en cuenta que por lo menos cada intersección lleva cuatro semáforos, entonces estamos hablando de un universo muy importante de semáforos que atender en la ciudad, no tengo el dato duro, pero son los menos”, dijo Fernando Alejandro Martínez Badillo, subsecretario de Tránsito.

En entrevista, explicó que las fallas se deben al suministro de la energía eléctrica o por hechos de tránsito, principalmente choques, que derriban la conexión.

Aseguró que las fallas son mínimas y no ocurren en toda la intersección. Los semáforos se pueden desconectar, tener una falla por energía eléctrica, se les puede fundir un foco, pueden tener un corto circuito o sufrir daños al ser impactados por un vehículo.

“En la actualidad tenemos tres subsistemas en la ciudad, uno de ellos, que es casi 30% de las intersecciones semaforizadas las tenemos aquí concentradas en el Centro de Monitoreo, de tal manera que nosotros desde aquí sabemos si están funcionando correctamente, si los aspectos están funcionando 100%”, indicó Martínez.

Sin embargo, 70% restante no está centralizados, por llamarles de algún modo. “A esos hay que ir a hacer las programaciones, hacer recorridos hasta el lugar, entonces eso hace que si hay alguna falla no la sepamos, hasta que nos lo reportan o hasta que hace su recorrido el supervisor”, abundó.

Para atender esta y otras problemáticas, la Subsecretaría de Tránsito de la Ciudad de México busca incorporar nueva tecnología y crear semáforos inteligentes.

“Se está analizando y planeando una intervención en la red semafórica que nos permita implementar un sistema adaptativo de gestión del tránsito vehicular, mejor conocidos como semáforos inteligentes”, indicó el funcionario.

La intención es invertir de 100 millones a 150 millones de pesos en un sistema tecnológico en semáforos que permita evitar fallas y gestionar los flujos vehiculares.

Este proyecto se dividirá en etapas, en la primera se atenderán entre 20% y 30% del total de semáforos. Para abarcar la totalidad se requeriría una inversión mayor, por lo que el funcionario espera que el proyecto avance a lo largo del actual gobierno.

“Vamos a adicionar algunas intersecciones para que tengan el control desde el Centro de Monitoreo y, en su caso, algunas otras actualizarles la tecnología para que pudieran dar estos niveles [...] Vamos a actualizar la red que tenemos a efecto de hacerlos más operables con esta nueva tecnología”, explicó.

Se prevé generar un Centro de Control o un Centro de Gestión de la Movilidad en la Ciudad de México. Es probable que el espacio se ubique en Balbuena, pues ya hay una construcción hecha, “sólo hace falta que la tecnología comience a llegar y a partir de ese lugar podamos controlar la red semafórica”.

En etapas posteriores se buscará abarcar más de los dos subsistemas que concentran 70% de semáforos en la capital.

“Seguramente también van a estar centralizados y también tendríamos esa capacidad que desde el Centro de Gestión de Movilidad de la Ciudad de México pudiéramos estar observando qué sucede con ellos y atenderlos de manera oportuna y con esto podernos adelantar o atender esas fallas que al día de hoy son recurrentes en algunos lugares”, mencionó Martínez.

Al contar con este espacio se espera tener una mayor vigilancia de los semáforos y detectar las fallas que pudieran presentar.

“La comunicación sería mayor, en tiempo real y no tendríamos que depender del reporte o recorrido de supervisión que hace el personal de la Secretaría y las empresas responsables del mantenimiento de la red de semáforos”, afirmó.

Los semáforos inteligentes también reducirían el caos vial, ya que son capaces de detectar en qué vialidades hay más tránsito para darle más tiempo y liberar la vía. Deciden tiempos basados en la medición de aforos y recorridos.

Se trata de aparatos que cuentan con tecnología para generan aforos vehiculares, pueden tomar tiempos de recorrido y se pueden agrupar en corredores y formar una gran red de semáforos interconectados unos con otros.

“De acuerdo a algunos logaritmos que se van programando, el propio sistema tiene la capacidad de gestionar al decidir algunos tiempos mayores en ciertos corredores para ir liberando aquellos que tengan mayor demanda. Eso es lo que se busca y que en un futuro no sólo sea la gestión del tránsito, sino que también a ese sistema se le pueda adicionar un tema de gestión del transporte público”, resaltó el subsecretario.

Dijo que al contar con un sistema adaptativo de gestión, aunado a la tecnología que trae el transporte público, se podría llegar a un grado de coordinación en el que el propio sistema pudiera decir a cuánto tiempo está por llegar el autobús o el Metrobús y cuál es el tiempo del recorrido. “Es muy benévolo este tipo de sistema”.

Insistió en que tener aforos vehiculares permite saber cómo, cuándo y de dónde vienen los flujos vehiculares y, en gabinete, se podrían tomar decisiones importantes respecto a obra pública y privada, es decir, saber cómo puede afectar una obra y con ello ir dosificando el tema de la movilidad en la ciudad.

La adaptación semafórica iniciará en las zonas más transitadas, empezando por el Centro hacia los cuatro puntos cardinales, poniendo especial atención en algunas vialidades como Patriotismo y Revolución.

“Partiendo de la premisa de la gran cantidad de vehículos y personas que circulan en la ciudad, sobre todo en los horarios de máxima demanda que llegan a ser de alrededor de 7 millones de vehículos y casi 20 millones de personas, es necesario que el sistema o la red de semáforos de la ciudad tengan que sufrir un tránsito hacia un sistema que tenga tecnología que nos permita no sólo controlar u operando las intersecciones, sino que permita un tema de gestión de los flujos vehiculares”, expuso.

“Esto nos va a dar sensores que nos permiten captar flujos vehiculares y nos permitirá tener toda la información del crucero, nos va a decir cuántos autos pasan de un sentido a otro, cuáles son los horarios de máxima demanda, cuáles son los movimientos direccionales que se van dando en la intersección y cuáles son los hechos de tránsito que se generan”, señaló.

Actualmente, la Subsecretaría de Control de Tránsito está recabando opiniones de las empresas reconocidas en el tema de semáforos, “como Inmer, Cemex, Asac que llevan trabajando con nosotros un buen tiempo”.

Aún no tienen una fecha establecida para iniciar con la sustitución de tecnología, pero afirmó que no realizarán una obra civil importante, “se trata de utilizar la infraestructura que ya tenemos, poderla actualizar con controladores”.

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