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phenelope.aldaz@eluniversal.com.mx
Investigadores del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM aseguraron que la aplicación del nuevo Reglamento de Tránsito y las modificaciones al Hoy No Circula han incidido en que los niveles de contaminación en la Ciudad de México aumenten.
Explicaron que la mala calidad del aire tiene efectos nocivos para la salud en las personas, ocasionando enfermedades como cáncer e, incluso, las hace más vulnerables a adquirir el virus de la influenza.
Ricardo Torres Jardón, del grupo de físico-química atmosférica afirmó que previo a las modificaciones al programa Hoy No Circula los índices contaminantes registraban un descenso los fines de semana.
Sin embargo, al permitir la circulación de los coches los días sábados, se encontró que los niveles eran similares a los que se alcanzan de lunes a viernes y sólo los domingos se percibía una baja en las emisiones.
“Normalmente observábamos que los sábados y domingos bajaban los niveles, porque hay menor circulación de carros y había restricciones por el Hoy No Circula, de pronto empezaron a subir, vimos que empezó a ser más constante que los sábados se estaba recuperando el nivel de emisiones de hidrocarburos y monóxido de carbono que son emisiones vehiculares”, explicó.
En conferencia de prensa comentó que encontraron que disposiciones del nuevo Reglamento de Tránsito, como la disminución de velocidades y la prohibición de la vuelta a la derecha, favorecen al aumento en las emisiones contaminantes provenientes de los automóviles que recorren la capital.
“Hay que retomarlo [el Hoy No Circula] pero no a la ligera, hay que hacer realmente una evaluación no tan sólo del punto de vista clínico sino económico y yo diría social. No es nada más implementarlo a la fuerza.
“[…] Hay una correlación directa: más vehículos, menos velocidad, mayor emisión, no hay vuelta de hoja, no falta hacer ecuaciones muy difíciles para estar certeros de qué está sucediendo”, enfatizó el experto.
Complicaciones. El doctor en Ciencias Agustín García Reynoso explicó que las partículas suspendidas producen irritación en los ojos, hacen que la sangre se vuelva más densa y por ende el corazón requiere mayor esfuerzo.
Por ello, advirtió, “personas que padecen problemas cardiacos pueden morir por un infarto debido a la contaminación por partículas”.
García Reynoso indicó que los óxidos de nitrógeno incrementan la presión arterial y pueden ocasionar preeclampsia en mujeres embarazadas. “Al año entre 50 y 100 personas podrían generar cáncer por las concentraciones ambientales de tóxicos atmosféricos en la Ciudad de México”, dijo.
Ricardo Torres comentó que en el caso del ozono afecta vías respiratorias y pulmones, lo que deja a las personas vulnerables a adquirir el virus de la influenza.