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A quienes cuestionan del partido Morena o de otras fuerzas políticas la relación institucional y madura que hay con el jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, el delegado de Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, les aclara que nunca traicionará a su líder, Andrés Manuel López Obrador.
Deja en claro que desde el inicio de su administración, lo único que intenta es construir una relación sin sometimiento y sin subordinación.
Desde una oficina austera, sentado en una silla de plástico deteriorada, pero ante la imagen de quien admite lo acompaña siempre en su devoción católica como es el Santo Niño de Atocha, Monreal asegura que está aportando su grano de arena para comprobar que sí hay políticos honestos.
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—Siempre pongo todo de mi parte para hacer bien las cosas, nunca me ha gustado la mediocridad. Donde he estado, he tratado de destacar y ser mejor, de prestar mejores servicios, atender a la gente, esforzarme.
No me gusta la apatía ni la indiferencia, menos la flojera, soy un delegado hiperactivo, que está en todas partes.
¿Hay críticas y reclamos de su partido?
—Sí, normales, hay algunos que nos les gusta la forma de gobierno, algunos creen que debería confrontarme con el jefe de gobierno, hay algunos que piensan que no deberíamos tener ningún acercamiento con el gobierno central. Soy de los que piensan que no es así, que lo cortés no quita lo moreno y no voy a renunciar a mis principios por tener una relación institucional. Es más, creo que es indispensable la relación porque estas delegaciones son tan centralizadas en todo tipo que si no tienes el acompañamiento de los secretarios de gobierno central te truenan como administración y como gobierno.
¿Ésta será la línea que mantenga Ricardo Monreal hasta unos meses antes de que usted decida ir por la jefatura de gobierno?
—Sí, depende también de las circunstancias. No se puede hablar de que en la política todo sea plano. He aportado lo mejor como político maduro para tener una relación institucional productiva pero si se me agrede o se me escatiman recursos que le corresponden a la delegación, obviamente reaccionaré.
También sé ser opositor y sé aguantar porque mi vida pública ha sido de adversidades.
Las ocasiones en que he visto al jefe de gobierno han sido amables, él ha sido receptivo, los acuerdos que hemos logrado se han cumplido.
Y Andrés Manuel López Obrador, ¿no le dice nada?
—Él tiene su posición, me respeta, yo no voy a renunciar a mis principios en Morena, a mi militancia ni menos a dejar de reconocer la directriz, la dirigencia de Andrés Manuel. Él es para mi el político con mayor sentido social, con honestidad en el país. Yo nunca voy a traicionar Andrés Manuel López Obrador, pero yo tengo mi criterio y se lo he platicado, no lo oculto, le he dicho que en este momento estoy convencido de que una relación institucional madura entre Mancera y la demarcación va a ser en beneficio de la delegación.
¿No cree que le pongan “piedritas” desde el gobierno central, ya que usted hablaba de conflictos artificiales?
—Yo creo que sí hay tentaciones, pero mientras el jefe de gobierno no lo autorice todo quedará en intentos.
Uno de esos conflictos artificiales, ¿fue hace unos meses cuando de manera extraña le dejaron casi un millón 600 mil pesos?
—No, yo creo que ese mecanismo institucional existe, y existió hasta hace unos meses.
Lo que muchos consideran una leyenda urbana lo del Niño, sí existió. No vengo a robar, ahí está en la Tesorería del DF, está como depósito no identificado y está a disposición de la Secretaría de Finanzas porque ese dinero no se puede disponer por la delegación.