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El gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, se deslindó del asesinato de cinco personas, entre ellos el fotorreportero Rubén Espinosa.
Luego de haber respondido preguntas de autoridades ministeriales capitalinas, el mandatario advirtió que así como no cree en el fuero, tampoco cree “en los linchamientos públicos”.
Una hora con 15 minutos duró el interrogatorio que el subprocurador de Averiguaciones Previas Centrales de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), Óscar Montes de Oca, le realizó al gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, en torno al asesinato múltiple de la colonia Narvarte, donde perdiera la vida la activista Nadia Vera y el fotorreportero Rubén Núñez, ambos avecindados en Xalapa hace unos años.
Los jóvenes, según archivos periodísticos, eran fuertes detractores del gobernador, quien compareció de manera voluntaria y en calidad de testigo sobre el homicidio de las víctimas que aparentemente huyeron de aquel estado debido a que, supuestamente, eran acosados por criticar al mandatario.
Como representante de los familiares de las víctimas y coadyuvante en la investigación, durante la comparecencia estuvo presente Darío Ramírez, presidente de la Asociación Proderechos de los periodistas, Artículo 19.
La procuraduría capitalina asegura que Duarte contestó todas las preguntas, aunque no dio a conocer cuáles eran para no entorpecer las investigaciones en marcha.
Según detalló la dependencia, los representantes de la PGJDF se trasladaron a la Fiscalía General de esa entidad donde fueron recibidos por el Fiscal General, a quien solicitó la comparecencia, en calidad de testigo, del gobernador Javier Duarte.
El gobernador compareció de manera voluntaria en las instalaciones de la Fiscalía General de la entidad, a donde arribó a las 14:00 horas; la diligencia se llevó a cabo en presencia del Subprocurador de Averiguaciones Previas Centrales, del Fiscal de Homicidios y del MP de la PGJDF.
