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Agentes de la Procuraduría General de Justicia del DF (PGJDF) buscan en Hidalgo y Puebla a los homicidas de cuatro mujeres y el fotoperiodista Rubén Espinosa, ocurrido en un departamento de la colonia Narvarte.

Los agentes obtuvieron información sobre los dos homicidas que están prófugos del testimonio del único detenido hasta el momento y de diversas personas que aparentemente compraron algunos de los objetos que les fueron robados a las víctimas.

Desde el fin de semana un grupo de agentes se desplazó a las entidades en busca de los sospechosos.

Uno de ellos, se cree, podría ser un ex policía preventivo, pues además del señalamiento que hizo el único detenido, Daniel Gutiérrez Pacheco, en la escena del crimen hallaron casquillos percutidos marca “águila”, que son los mismos que utilizan los elementos de la policía capitalina.

Últimas horas de víctimas. La noche del jueves 30 de julio, Esbeidi “N” llegó al departamento que compartía con Nadia Vera, Yesenia Quiroz y la colombiana Mile Virginia Martín, en la calle Luz Saviñon en la colonia Narvarte.

“Me marcó Yesenia, quien me ofreció algo para cenar, llegando después con hot dogs y hamburguesas; llegando después Nicole y despidiéndome de ellas a las 21:00 horas para dormir”.

Según declaró la testigo como parte de la averiguación previa con folio FBJ/BJ-1/T2/4379/15-07, aproximadamente a las dos de la madrugada despertó porque escuchó ruido en la habitación de Nadia.

“Estaba con dos amigos ya que se podían escuchar sus voces platicando, pero como no le di importancia me volví a dormir y me levanté a las 7:00 horas del 31 de julio, preparándome para ir a trabajar, escuchando cuando Nadia despide a sus amigos en la entrada del departamento, y como en ese momento salí al baño, es que los alcancé a ver de reojo pero no les vi bien el rostro”, describió la testigo.

Según Esbeidi “N”, antes de salir se dio cuenta que había cartones de cerveza vacíos en el lugar.

La noche del 31 de julio, aproximadamente a las 19:30 horas, la testigo regresó al edificio donde vivía. No tenía llaves, pues se las había prestado a Yesenia, quien había perdido las suyas un mes antes.

Aprovechó que un vecino entró para ingresar ella también al edificio. Ella se bajó en el cuarto piso y se dio cuenta que las luces del departamento estaban apagadas.

“Se me hizo raro porque éstas (las luces) siempre estaban encendidas, así como la puerta estaba cerrada pero sin seguro, por lo que procedo a entrar al departamento”.

En ese momento descubrió los cadáveres de sus compañeras de cuarto y del fotoreportero Rubén Espinosa, a quien no conocía.

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