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El proyecto Bordo Poniente Etapa IV, a partir del cual se suministrará energía eléctrica a 517 mil luminarias del alumbrado público y mil 700 inmuebles del Gobierno capitalino, estará integrado por una central eléctrica y una planta de tratamiento de lixiviados (líquido que se genera al combinar residuos orgánicos e inorgánicos).
Ambas estarán listas en 24 meses (a mediados del 2019); sin embargo, se tiene proyectado que la concesionaria comience a brindar energía a la Ciudad a finales de este mismo año. Para ello, precisó Salvador Rojas Aburto, director del proyecto Bordo Poniente, la concesionaria tendrá que firmar un contrato con la Hidroeléctrica Necaxa, ubicada en el estado de Puebla. “Es parte de lo que estamos trabajando, ese contrato no lo vemos tan distante”, comentó.
Indicó que, una vez concluya la explotación del biogás y debido a que la concesión seguirá vigente, la central eléctrica del Bordo Poniente tendrá que operar con gas natural; esto implicará la firma de un contrato más, que también deberá asumir la empresa.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el secretario de Obras y Servicios, Édgar Tungüí, reconoció que se registró una pérdida del biogás debido al retraso que tuvo en su ejecución este proyecto; aunque aseguró que, desde el inicio, la concesión contemplaba el uso de energías alternativas, a fin de que cumplir con lo pactado: un suministro de 508 gigawatts por hora, con una tarifa más económica que la hoy pagada a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
—El proyecto contemplaba generación de energía a partir del biogás a 20 años, ¿por qué se redujo a la mitad?
—La concesión original, que estaba planteada en 2012, hablaba de captar el biogás, ellos (la concesionaria) están haciendo un estimado de que como se dejó de captar biogás todos estos años, desde que se les otorgó la concesión hasta ahorita que ya van a empezar a captarlo, pudo haber alguna pérdida de biogás. Ahorita que están haciendo las perforaciones para sus pozos tendrán mediciones de biogás y, con base en eso, sabrán cuál es el tiempo que realmente podrán generar energía eléctrica con el ciclo combinado de biogás con gas natural, porque a final de cuentas la planta que se va a quedar ahí podrá seguir trabajando con gas natural y seguirá generando energía eléctrica muchos años
—Entonces, ¿reconoce que hubo pérdida?
—Hubo pérdida de gas, de biogás, no hubo pérdida del objetivo del proyecto como tal.
Ahorros
Actualmente, por cada kilowatt consumido la administración local paga a CFE 3.147 pesos; con la nueva planta la cifra se reducirá a 2.173 pesos, lo que significa un ahorro de 97 centavos. De acuerdo con la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse), al año, se dejarán de destinar 500 millones de pesos para el pago de luz.
Tungüí Rodríguez explicó que para recibir el suministro desde la nueva fuente (primero desde la hidroeléctrica y luego del biogás) se seguirá utilizando la infraestructura de la CFE, por lo que por el momento no se ha cancelado contrato alguno con la paraestatal.
“Con la reforma energética la CFE conserva lo que es la distribución y transmisión de la energía eléctrica, no la generación; entonces tendremos que seguir utilizando sus instalaciones o su infraestructura para llevar la energía eléctrica a los edificios y a las luminarias. Qué se tendrá que hacer, demostrarle el número de gigawatts que se están inyectando a su red para que nos lo descuenten y ver qué procede para cobro y qué no”, explicó.
—¿Si siguen utilizando su infraestructura de algún modo tendrán que pagar?
—No, eso ya está incluido en el costo por kilowatt que se pagará al concesionario.
El secretario de Obras destacó que para este proyecto el Gobierno de la Ciudad de México no aporta recurso alguno (puesto que se realiza con inversión privada y del Gobierno Federal) y más que una contraprestación, lo que se está asegurando es una tarifa más económica.
“Nos están ayudando a resolver dos temas fundamentales: uno, la clausura definitiva del Bordo, que fue donde tiramos la basura de la Ciudad durante muchos años y dos, que con la energía que ellos generen ahí poderla nosotros utilizar para el alumbrado, comprándosela, sí, pero a un costo menor de lo que nosotros se la pagamos a la Comisión Federal de Electricidad. Esos son los dos beneficios que tenemos nosotros como ciudad”, enfatizó.
—¿Dónde está el negocio para la empresa?
—En el costo de kilowatt que nos den. Su objetivo es producir el kilowatt, ahora a un costo menor, de tal manera que nos lo puedan vender a nosotros y tengan un diferencial de utilidad. No necesariamente somos sus únicos clientes, nosotros lo que hacemos es otorgarles la concesión del terreno donde está nuestra basura para que ellos generen energía eléctrica a cambio de que nos la vendan más barato de lo que se la compramos a CFE, pero ellos tienen también la libertad de venderla a otro consumidor. Ahí es donde ellos tendrán la oportunidad de recuperar parte de su inversión.
—¿Tienen capacidad para alimentar lo pactado con el Gobierno y otros usuarios?
—Lo primero que tiene que hacer es cumplirnos y sus excedentes los podrá vender, recordemos que como va a estar el ciclo ya combinado con gas natural, seguro tendrán los excedentes para hacer frente a la concesión.
Inversión
Para el Bordo Poniente Etapa IV se destinó una inversión de 3 mil millones de pesos, de los cuales mil 950 millones de pesos corresponden a un crédito otorgado a través del Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext), 350 millones al Fondo Nacional de Infraestructura, que depende de Banobras, y 700 millones de pesos fueron aportados por la concesionaria Servicios Eléctricos Metropolitanos.
El titular de la Sobse dijo que la participación del gobierno federal fue lo que permitió concretar el financiamiento del proyecto. Insistió en que en ello el gobierno capitalino no tiene participación alguna, por lo que será la empresa privada la que al final pague a la administración federal los créditos obtenidos.
Desde 1985 el Bordo Poniente comenzó a operar como un relleno sanitario, en 2010 los gobiernos federal y local acordaron cerrarlo para dar paso al aprovechamiento del gas metano generado a partir de la acumulación de la basura; un año después fue clausurado.
El 7 de noviembre de 2012 el Gobierno de la Ciudad de México otorgó el título de concesión a la empresa Sistemas Eléctricos Metropolitanos para la explotación únicamente del biogás, por lo que una vez se venza esta licencia, en 2037, la central eléctrica será propiedad de la administración capitalina.
—Terminada la concesión, ¿cuál es la proyección de la planta, que siga alimentando a la Ciudad con la capacidad, que aumente?
—Yo lo que diría es que en esta lógica que hay, con la reforma energética que permite podamos producir nuestra propia energía, y sumado al proyecto de termovalorización que tiene el Gobierno de la Ciudad y de biodigestión, quizá sí nos convendría quedarnos con la planta del Bordo Poniente para seguir generando nuestra propia energía eléctrica. Eso tendrá que evaluarse a lo largo del tiempo y ver cómo se puede empatar con las nuevas tecnologías que se vayan desarrollando
—¿Hay garantía de que la próxima administración continúe con el proyecto?
—La concesión está otorgada, de hecho ésta se entregó en la administración anterior, nosotros lo estamos continuando, me parece que con la misma lógica tendrá que continuar el gobierno que viene.