Más Información
Guadalupe Taddei solicitará ampliación del presupuesto para la elección judicial a la Cámara de Diputados; “si funciona, estaremos mejor en calidad y resultados"
Sheinbaum es una "consumidora voraz" de información: José Merino; el tablero de seguridad, herramienta clave, destaca
IMSS-Bienestar asegura mantener contratados a 2 mil trabajadores en entidades no adheridas al organismo
Rosa Icela Rodríguez se reúne con próximo titular del INM; “arrancaremos el 2025 con mucho trabajo”, asegura
SSa llama a tomar medidas preventivas ante bajas temperaturas; pide proteger salud por temporada invernal
Tiene apenas 12 años, pero actúa como si fuera mayor. Cuando los policías lo vieron intercambiando un papel por dinero en la delegación Álvaro Obregón intentó huir y luego los amenazó.
Los uniformados le preguntaron por qué huía y él no respondió. Al revisarle la mochila le encontraron varios envoltorios con cocaína y 185 pesos, que al parecer había recibido por la venta de las “grapas”.
En la revisión también le encontraron un celular marca Sony, que dijo le dio su patrón para que ahí lo llamaran sus clientes del pueblo de San Bartolo Ameyalco.
Dijo que se llamaba Alberto y les pidió que lo dejaran ir, pues la droga era de su patrón, quien los iba a matar si se la quitaban.
Sorprendidos por la reacción del menor, los agentes le preguntaron sobre la identidad de su jefe, pero el niño ya no quiso hablar. Lo subieron a la patrulla y lo presentaron ante la Fiscalía Especial para Niños Niñas y Adolescentes de la Procuraduría capitalina.
Ahí se revisaron los envoltorios que llevaba, fueron en total 158. En la agencia se negó a revelar quién se los había entregado. Sólo dijo que un amigo le pidió que se los guardara por unas horas. Aunque fue entregado a sus familiares, las investigaciones del caso continúan.
A principios de abril una niña de 11 años presuntamente le dio a probar drogas a una de sus compañeras en una primaria en la colonia Laguna Ticomán, en GAM. Al revisar su mochila encontraron una sustancia que aparentemente era cocaína en piedra. Según mencionaron otros menores, la niña había dicho que ella podía conseguirlas fácilmente.