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Entre flores blancas marchitas y leyendas de "Lo triste no es que mueran en el Zoo sino que vivan aquí", la Organización Proyecto Gran Simio México llevó a cabo este domingo una protesta, a un año de la muerte de Jambi, el orangután.
Vistieron de negro, se apostaron afuera de las puertas 8 y 9 del Bosque de Chapultepec con imágenes que recordaron el deceso de más de una decena de animales.
Eran cerca de 20 animalistas que lamentaron la indiferencia de varios niños y adultos quienes pasaron de largo, antes de detenerse a ver las imágenes de quienes hoy ya no habitan el Zoológico de Chapultepec o para escuchar el por qué de la protesta convocada para no permitir ni una muerte más de especies.
No hubo ofrenda de frutas y veladoras como se había anticipado, pero si floral para conmemorar la memoria de Lio, el chimpancé; Bantú, el gorila; Khartoum, la rinoceronte; Yuma, la loba; Maggie, la elefanta, Jambi el orangután y otros tantos que ni siquiera tuvieron un nombre para ser reconocidos.
"El hombre no sólo es despiadado al enjaular, es más despiadado al cazar a los animales que estando en libertad los extermina", aseguró un vendedor de periódicos que se acercó a la protesta.
Sin el ánimo de agredir u ofender a los defensores, por la controversia que ha generado cerrar los zoológicos ante las constantes muertes de animales, opinó que a veces es pertinente que las especies en cautiverio permanezcan en estos sitios a que los manden al bosque o a cualquier otra área de su hábitat natural porque el hombre, dijo, los extermina.
"Adentro se salvan y aunque el crecimiento sea lento existen, se caza un animal con la idiosincracia de que se tienen que comer y no para tener su cabeza y colgarla en un madero... Habría que analizar qué es lo más adecuado para estas especies", reflexionó.
afcl