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El Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México (TSJCM) aceptó que se investiguen a los jueces 20, 60 y 25 de lo Penal por la fuga de los dos reos de alta peligrosidad ocurrida la tarde del lunes pasado, informó la secretaria de Gobierno, Patricia Mercado, quien dijo que conversó con el presidente del organismo, Édgar Elías Azar, quien comentó que de manera paralela el Consejo de la Judicatura investigará el caso.
Agustín Miranda y Roberto Sánchez conocían a la perfección los pasillos y sabían que junto al juzgado 20 del Reclusorio Oriente había una oficina de archivo muerto que nadie cuidaba, lugar por el que escaparon. También se investiga a una abogada, quien recientemente se casó con Agustín Miranda en una boda colectiva al interior del penal.
La mujer aparentemente le proporcionó información de lo fácil que sería fugarse por el cubículo de archivo. También se dio a conocer que ya fue citado por la procuraduría capitalina Israel Vargas, encargado del archivo y el único que tenía la llave del lugar.
Los busca Interpol. En conferencia de prensa desde el Reclusorio Oriente, la secretaria de Gobierno local ratificó que ya se solicitó la ayuda a la Interpol para rastrear a los dos sujetos en ciudades de Estados Unidos, Centro y Sudamérica por lo que se cuenta con la ficha amarilla, e incluso el gobierno de la ciudad analiza la posibilidad de ofrecer una recompensa para la pronta captura de los fugados que también buscan en el Estado de México.
Como parte de los primeros resultados de la indagatoria anunció que los dos custodios encargados de la vigilancia de los reos que escaparon ya fueron consignados por la omisión al momento de hacer su trabajo, al tiempo que el encargado de turno y un subalterno de éste fueron cesados y son investigados al igual que el personal del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México (TSJCM).
La funcionaria adelantó que nadie se escapará de las pesquisas, pues el presidente del TSJCM, Édgar Elías Azar se comprometió a dar todas las facilidades para indagar desde jueces, empleados de limpieza y personal de los juzgados, por donde se registró la fuga de los secuestradores.
Ayuda del exterior. Los primeros peritajes realizados en el lugar por donde se fugaron Agustín Miranda y Roberto Sánchez indican que su escape estuvo planeado con tiempo, pues presumen que recibieron ayuda del exterior y les dijeron cómo actuar y caminar los más de 200 metros de donde hicieron el boquete, hasta el estacionamiento del juzgado.
Hay indicios que revelan que en primera instancia, los barrotes fueron limados del lado del espacio ocupado como archivo, lo que facilitó que el día de la fuga con las pinzas solamente terminaran el trabajo; esta herramienta estaba en el mismo lugar donde les dejaron un chaleco y una playera, ropas que usaron para mezclarse entre la gente que a esa hora se encontraba en los juzgados.
Aunque los internos no estaban en la misma celda, se investiga también si coordinaron algunos secuestros o extorsiones desde dentro del penal y que la ganancias que esto generó les facilitara corromper a los empleados tanto del Tribunal Superior de Justicia, como del sistema penitenciario capitalino. En la carpeta de investigación se anexaron tres videos de las cámaras de seguridad del juzgado.
Éstos son analizados para determinar si la esposa de Agustín colaboró en la fuga, mientras que una grabación del exterior pretende ubicar qué tipo de vehículo usaron para escapar o de qué manera se dieron a la fuga sin que nadie revisara o se percatara que los reos salieron por la puerta principal de los juzgados.