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Los hay de diferentes tamaños y formas: largos, delgados, altos, bajos, de bola y como bardas, a veces se esconden para aquellos capitalinos que intentan librarse de ellos; sin embargo, en todas las avenidas primarias y secundarias de la ciudad hay presencia de alguno.

Son temidos principalmente por las suspensiones de los automóviles, pues al pasar sobre ellos son los primeros que se dañan de un carro, debido a su gran tamaño y al mal diseño. Nos referimos a los topes, que han sido colocados al por mayor en toda la capital durante la última década.

Son habitualmente solicitados por los ciudadanos que temen a los cafres que conducen automóviles y circulan en sus calles, sin ningún reparo en atropellar a alguien. Algunos vecinos hasta donaron material y la mano de obra para colocarlos frente a sus casas, con tal de no ser víctimas del aventón; pero la mayoría de estas estructuras no cumplen con la normatividad, cuestión que afecta a los vehículos y además estos colaboran a que los automóviles generen una gran cantidad de dióxido de carbono (CO2).

La autoridades de la Ciudad de México eluden la responsabilidad sobre la instalación de los topes, el gobierno central acusa a las delegaciones de ser los encargados de que el número de topes aumentara en los últimos años, a las delegaciones nos les queda de otra más que apechugar y tratar de solucionarlo.

Sus diferencias

En un recorrido realizado por EL UNIVERSAL en diversas calles de la Ciudad de México, se ubicaron topes de diferentes formas y que están colocados sin ningún control ni estructura, lo que impide la buena circulación de los vehículos, dejando atrás su función y las especificaciones de diseño.

Incluso hay topes que tienen una separación de menos de 100 metros, como ocurre en las inmediaciones de la estación del metro Colegio Militar, donde hay un tope tras otro, los automóviles no terminan de pasar uno, cuando ya deben maniobrar para cruzar el segundo; esto sólo genera que los coches emanen más contaminantes.

“Estos topes están bien locos, y los pidieron los del mercado Gabriel Hernández, según que para la gente que llega, pero así nos tardamos más y si a alguien lo van atropellar aunque haya 10 topes”, comentó un conductor de transporte público.

En entrevista para EL UNIVERSAL, René Raúl Drucker Colín, titular de la Secretaría de Ciencia Tecnología e Innovación de la Ciudad de México (Seciti) informó que utilizar un tope, tiene un costo para el conductor de alrededor de 30 centavos de gasolina y el coche al pasar un tope emite 10 veces más dióxido de carbono al medio ambiente que si fuera circulando continuamente.

“Cuando tú llegas a un tope, te paras, pasas el tope y arrancas, entonces cada vez que se para y arrancas de nuevo, el arrancón emite un montón de dióxido de carbono”, comentó.

Sobre Eje 1 Norte, de periférico oriente al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, miles de vehículos circulan todos los días provenientes de los municipios del Estado de México, en este tramo hay tres topes; sin embargo, están colocados cerca de un semáforo, lo que es algo incongruente, porque el semáforo es otra medida de regulación del tránsito.

Otro de los problemas que existen es que los vecinos decidieron meter su cuchara, su pala y cemento en las calles al colocar topes, como sus manos les dieran a entender, hay topes rectangulares, triangulares y otras formas geométricas, que hacen imposible librarlos.

Ejemplos de ellos hay muchos, en la delegación Iztapalapa decenas de ellos, como en las inmediaciones de la calzada Ignacio Zaragoza, que para impedir el acceso a los vehículos de carga y de transporte público, los vecinos les dieron una ayuda aumentado su tamaño.

“Hay calles donde un vehículo ya no puede pasar, son casi peatonales, pero es la medida que tomamos muchos de los vecinos, porque los camioneros no se fijan en la gente, sólo están interesados en ganar el pasaje y llegar rápido a su destino”, señaló Oscar Hernández, vecino de la colonia Juan Escutia.

Este tipo de estructuras afectan a los vehículos, por lo que los especialistas consideran que por ello es necesario ubicar reductores, eliminando cualquier tipo de topes o por lo menos crear un estándar.

“Al cruzar un tope alto pega uno a la parte inferior del automóvil, se pueden dañar varias cosas de los vehículos, entre ellos la suspensión. Creo que la Ciudad de México debería tener un modelo de tope o de reductor de velocidad, un reductor amable, como esos topes como hay en CU, son anchos, pero si quieres pasar, tienes que reducir la velocidad y lo pasas, no puedes ir rápido, y eso debería ser el modelo para la ciudad de México, un sólo tipo de tipo de tope”, comentó el titular de la Seciti.

Un gran número

En un inventario preliminar que realizó la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México con apoyo de sus policías de todos los sectores de la capital, se tiene un estimado de 2 mil 316 topes que no están con apego a la norma, por lo tanto serán eliminados en los próximos meses; sin embargo, se tiene un estimado de qué en la capital existen al menos 30 mil topes.

“Hay como 30 mil topes en la Ciudad, una gran cantidad son inútiles, pero en el fondo sirven porque obligan a los conductores a pararse para que la gente pueda pasar las calles, sin embargo eso es vivir en la época de las cavernas porque se deben respetar las normas elementales de la convivencia”, resaltó Drucker Colín.

De acuerdo con el conteo de la SSP local, dónde hay mayor presencia de los dispositivos de control de tránsito se encuentran en las zonas norte, oriente y sur de la Ciudad de México, lo que corresponde a las delegaciones Azcapotzalco, Gustavo A. Madero, Venustiano Carranza, Iztacalco, Iztapalapa, Tláhuac, Benito Juárez, Coyoacán, Xochimilco, Milpa Alta.

“Yo no conozco ninguna ciudad en el mundo que tenga topes, y sobre todo que tengan tantos topes como los que hay en la Ciudad de México. Hay lugares, por ejemplo, en Alemania donde hay reductores de velocidad, pero siempre están cerca de una escuela, son como reductores de velocidad muy amables”, dijo René Drucker.

Les dirán adiós

Tras los problemas ambientales que se han generado en la Ciudad de México, se han estado buscando acciones para disminuir la producción de contaminantes, entre las que destacan el retirar de topes en vías primarias y secundarias, además de que con las nuevas disposiciones del nuevo Reglamento de Tránsito, ya no es necesario tener topes para generar seguridad.

El jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, solicitó a todas las delegaciones suprimir los reductores de velocidad que no sean indispensables con el propósito de mejorar la calidad de aire en la capital.

La primera en aplicar este mandato fue la delegación Iztapalapa, que cuenta con alrededor de 4 mil 500 topes; y dónde sólo permanecerán los aledaños a las zonas escolares y en hospitales de alta afluencia. En el caso de los reductores que no justifican completamente su presencia, se procederá a su retiro.

La delegación Miguel Hidalgo también empezará a retirar topes innecesarios e inició esta actividad con un reductor de velocidad en la calle Fernando Alencastre, frente al Bosque de Chapultepec. Xóchitl Gálvez dijo que con estas medidas se evita reducir la contaminación provocada por los autos, así como agilizar la circulación vehicular. Aseguró que se habilitará un semáforo peatonal que se active sólo cuando una persona presione un botón y así los autos le cedan el paso.

Tanya Müller García, titular de la Secretaría del Medio Ambiente aseguró que con el nuevo Reglamento de Transito ya no serán necesarios los topes debido a que la velocidad garantiza que se pacificará la circulación y “si hay necesidad de apoyar la pacificación se pondrán reductores y señalamientos”.

Sobre el tema, René Raúl Drucker Colín consideró que la Ciudad de México como un gobierno inteligente deberá de retirar al menos 80% de los topes y dejar solo a aquellos que realmente son necesarios.

“Estoy seguro que si se hiciera eso concienzudamente, 80% de los topes se podrían quitar, si eso ocurriera se generaría una circulación mucho más efectiva, no se trata de ir rápido, sino de cumplir con los límites de la velocidad, pero que no haya topes en el camino porque entonces afecta”, concluyó.

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