Mi ciudad es chinampa en un lago escondido, reza la canción “Mi ciudad” del cantautor mexicano Guadalupe Trigo —canción que quizás permanece más fresca en la memoria del colectivo popular gracias a la versión reciente del cantante Luis Miguel—.
Pero más allá del corte patriota de la canción, lo cierto es que la ciudad realmente solía ser una chinampa. El Valle de México estaba compuesto por grandes lagos, pero cuando la población fue creciendo y ganándole terreno al lago, la llamada zona lacustre del valle se transformó poco a poco en tierra firme.
Una red de canales y ríos persistió, pues se utilizaban como conección entre algunos puntos de la actual ciudad que iban de norte a sur y oriente a poniente.
Hacia 1519 había un total de 70 ríos, los cuales se encuentran actualmente entubados. Inluso a principios del siglo pasado se veían aún pequeñas embarcaciones que llegaban a través del Canal Nacional y canal de La Viga desde Xochimilco, cargados de productos que se comercializaban cerca de la zona de La Merced.
Actualmente en las zonas de Xochimilco y Tláhuac se conserva aún una zona chinampera que, a pesar de los esfuerzos, ha ido perdiendo la batalla ante la urbanización y el desinterés, quedando no más que simples vestigios de lo que la ciudad realmente solía ser, chinampas incluidas.
La chinampa
La palabra chinampa se origina en el náhuatl chinamitl que significa “cerca de cañas”. La chinampería es un método de cultivo —y forma de expansión territorial— artificial, que hace uso del sistema de irrigación por canales, lo cual permite diversas cosechas al año y un sistema integral que hace uso de elementos como la fertilidad del suelo y de la versatilidad vegetal, convirtiéndolo así en uno de los métodos de cultivo más eficientes. La chinampa también puede ser descrita como “una tecnología en la que se utilizan de manera óptima todos los recursos naturales, los cuales sirven para su propia reproducción,” tal como lo describe la doctora en sociología, profesora e investigadora en la UAM-Xochimilco Beatriz Canabal Cristiani, en su investigación Xochimilco ayer y hoy.
Guardianes de la chinampa
“Desde que tengo uso de razón mi papá y mi abuelo me traían a las chinampas; al principio no era algo agradable, porque uno es joven y la ciudad te seduce, pero con el tiempo te enamoras, te conviertes en un esclavo (en el buen sentido)
de la chinampa. Es una buena vida,” comenta Pedro Méndez, quien ha encontrado en las chinampas, sustento, satisfacción y alegría.
Perteneciente a una familia que durante generaciones a cuidado chinampas. Méndez cultiva, en sus palabras, “todo lo que te puedas imaginar”: maíz, espinaca, coles, lechugas, rábano, haba, frijol, lenteja, garbanzo, jitomate, verdolagas (Xochimilco es el mayor productor a nivel nacional) y una inmensa variedad de quelites, son tan solo algunos de los productos que pueden salir de la chinampa a tu mesa.
FUENTE IMAGEN: http://ackmvmt.org/chinampas-ancient-knowledge-alternative-agriculture/
* ¿Cómo se construye una chinampa?
1. Para construir una chinampa, se tiene primero que localizar un sitio de poca profundidad, ya sea tierra adentro (cerca de la orilla) o en la laguna (en el agua).
2. Una vez localizado el sitio se rodea con estacas de ahuejote, el cual soporta el exceso de agua. Posteriormente se unen las estacas con carrizo y se forma un cerco.
3. Al fondo de éste se colocan residuos de plantas acuáticas para así formar una base, la cual se deja secar por 15 días.
4.Transcurrido el tiempo, se extrae lodo del canal para así rellenar el cerco y formar la chinampa. Debe quedar 50 cm
por encima del nivel del agua. Después se deja secar nuevamente para quedar listo y poder comenzar la siembra.